Afuera, una multitud esperaba desde temprano el veredicto. Durante toda la tarde pasaron madres y amigos de chicos que murieron víctimas del gatillo fácil en los últimos años. Así se logró mostrar la unidad y la lucha que metió preso a Cánovas. Vamos a seguir movilizados para lograr la cárcel común, y seguiremos denunciando que a Cánovas lo mandaron el gobernador De la Sota y el presidente De la Rúa, quienes también son responsables.
Desde Izquierda Socialista repudiamos estos hechos aberrantes de represión y gatillo fácil, e insistimos en que no son “desbordes individuales” sino una política sistemática. Para terminar con esta situación hay que desmantelar el aparato represivo, imponer la cárcel para los asesinos de nuestros jóvenes y sus cómplices políticos.Y luchar para lograr el control popular sobre la policía, con elección de los comisarios en cada barrio y su revocabilidad inmediata.