Iecsa, la constructora que Franco Macri le “vendió” a su sobrino Angelo Calcaterra en 2007, fue adjudicataria el 23 de enero de 2008, junto a la coimera Odebrecht, Ghella y Comsa del soterramiento del ferrocarril Sarmiento. De la mano de la familia presidencial, Ghella creció en la Argentina (hoy es propietaria mayoritaria del soterramiento). El 21 de febrero del mismo año, Macri le otorga la licitación del arroyo Maldonado. Hacía cinco meses que la constructora italiana había comprado el 50 % de ODS (Obras Desarrollos y Servicios), holding propietario de Iecsa. Durante la gestión del ex ministro de Planificación, la constructora de Calcaterra ocupaba el tercer puesto en el ranking de empresas que más obras obtenía.
Se puede notar que Macri no tenía problemas con la corrupción durante los gobiernos kirchneristas. Ahora tampoco. El Grupo Macri, junto con el Banco Galicia como socio minoritario, se adjudicaron en 1997, por treinta años, la concesión del servicio postal, una de las últimas entregas que consumó el menemismo. Debía abonarle al Estado un canon semestral, que en 1999 dejó de pagar. En febrero de este año el presidente le perdonó a su propia familia más de 70.000 millones de pesos correspondientes a esa deuda.
Consecuente con su mentalidad de empresario corrupto, Macri hace aprobar la ley de blanqueo de capitales que consagra la impunidad para los que fugaron divisas, para los narcos y todo tipo de tránsfugas. Pero hasta lo que la vergonzosa ley prohibía, Macri lo permitió. Con el decreto 1.206/2016, publicado en el Boletín Oficial, permite que los cónyuges, padres e hijos menores emancipados de los funcionarios puedan efectuar la declaración voluntaria excepcional de sus bienes.
La familia presidencial no dejó de sorprendernos, aparecieron los Panama Papers con las empresas offshore del presidente, nos enteramos que Gianfranco Macri, su hermano menor, declaró más de 600 millones de pesos que tenía en negro, y por último que su primo, Jorge Macri, intendente de Vicente López, tiene una denuncia por lavado de dinero por la compra de una propiedad en Miami de un valor de 403 millones de dólares. La famiglia è tutto.
C.F.