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Basta de “negociación” con los pulpos acreedores y el FMI: Hay que suspender inmediatamente los pagos de deuda

Publicado en El Socialista N° 452
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Mientras el mundo entra en crisis total y en nuestro país estalla la crisis sanitaria, el gobierno de Alberto Fernández sigue con su cronograma de renegociación de deuda y pagando los vencimientos que caen semana a semana. ¡Hay que parar esa locura ya mismo! ¡Toda la plata debe ir para la emergencia! Hoy, más que nunca, hay que suspender inmediatamente todos los pagos de la deuda y romper con el FMI

Escribe José Castillo

Parece increíble. Cada día llegan nuevas noticias de cierres de fronteras, cuarentenas totales y aumento mundial de infectados y fallecidos. En nuestro país, a la presencia del coronavirus se suma la del dengue. Nadie tiene ninguna duda que las medidas de aislamiento social, que sin duda se endurecerán en los próximos días, tendrán efectos graves sobre una economía en recesión, y que nunca arrancó. Para los trabajadores, los jubilados y el conjunto de los sectores populares, al ajustazo que ya venían sufriendo de la era Macri sumó el de los primeros dos meses de Alberto Fernández. Mientras tanto, trabajadores de la salud y de la educación advierten los riesgos por el faltante de artículos elementales, desde alcohol en gel, lavandina y repelentes hasta respiradores en los hospitales.

Pero mientras sucede todo esto, el ministro de Economía Martín Guzmán sigue adelante con la “prioridad uno” del gobierno: renegociar, garantizándole a los acreedores  y al FMI que se les pagará la deuda. Que, recordémoslo siempre, es inmoral, ilegal, impagable, su origen estuvo en la dictadura militar, fue acrecentada por todos los gobiernos y, por si fuera poco, en el último período tuvo como destino central la fuga de capitales. ¡La plata que debería ir urgentemente a la emergencia sanitaria se está usando para eso!

 ¿Cuántos respiradores se podían haber comprado con los 250 millones de dólares que Kicillof les pagó a los pulpos acreedores a fines de enero? ¿Cuántos litros de gel, elementos de limpieza, mosquiteros, se podrían haber comprado simplemente con los 42.364 millones de pesos que, solamente en febrero, se destinaron al pago de la deuda? ¿Cuánto se podrían haber mejorado los hospitales, los salarios de los trabajadores de la salud y la infraestructura si simplemente se hubiera destinado a ello los 4.500 millones de dólares que se reservaron en diciembre a los pagos de deuda de estos primeros meses del año?

Son todas preguntas concretas de lo que se podía haber hecho en estos meses. Pero eso no es lo más grave. De acá en adelante siguen los vencimientos: en pesos, en dólares, con legislación local, con legislación extranjera, prácticamente semana a semana.  Mientras se “renegocia”, caen vencimientos de casi 3.000 millones de dólares en abril y otros más de 3.300 en mayo.  

¿Seguir la renegociación o parar todo y dejar de pagar?

Siempre dijimos que era mentira que se podía obtener una “negociación progresista” con los acreedores privados y el FMI, donde supuestamente por cuatro años no pagaríamos nada, no nos exigirían ningún ajuste y entonces, mágicamente, la economía crecería y se recuperarían los salarios, las jubilaciones y el empleo. Eso es lo que nos venía queriendo vender Alberto Fernández desde que asumió. Nunca existió como posibilidad real. La única realidad era que los pulpos nos iban a exigir cada vez más y que aún con quita nos impondrían un feroz ajuste.

Ahora todo eso empeora. Los acreedores, todos grandes fondos de inversión como Templeton, BlackRock, Fidelity, etcétera han dicho explícitamente que exigen cobrar más. Ya asoman en el horizonte los peores fondos buitres, comprando bonos argentinos para exigir cobrar el 100% en tribunales extranjeros. Y el FMI, al que se lo quiere vender como que ahora es “progresista” ha dicho en todos los lenguajes posibles que con ellos no hay quita que valga y que tendremos que pagarle el total de los 49.000 millones de dólares que les “debemos”.

¡Y en medio de todo esto, el gobierno de Alberto Fernández sigue adelante con su plan de renegociación, ahora anunciado un “megacanje” por 500.000 millones de pesos para bonos en pesos y una emisión de deuda de 30.000 millones de dólares en Nueva York para supuestamente “canjearla” con los pulpos acreedores! ¡Una irresponsabilidad total! Se le siguen ofreciendo “negocios rentables” al establishment financiero internacional como si no pasara nada.
Siempre dijimos que la única salida era dejar de pagar la deuda y romper con el FMI. Que la famosa “renegociación” sólo termina en más ajuste y hambre para el pueblo trabajador. Ahora esto tiene más vigencia que nunca: ¡está en juego nada más ni nada menos que la salud pública y la vida de millones! Lo exigimos con todas las letras: plata para la emergencia sanitaria, para educación, para trabajo, para salario, no para los pulpos acreedores y el FMI.