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Tucumán: el descaro como forma de hacer política

Escribe Cristian Ariel Luna, secretario general SITE (sindicato tucumano de enfermeros)

El escándalo de los elementos de protección personal donados por cuarentena solidaria a un sanatorio para protección del personal de salud tuvo una amplia difusión en la prensa local y nacional. Inclusive Alejandro Fantino lo comentó, indignado, en su programa televisivo. Las disculpas del vicegobernador dan más vergüenza aún, al igual que la actitud de Sebastián Eduardo Duhalde, director del sanatorio que recibió la donación y que, graciosamente, los “prestó” a los legisladores tucumanos. Uno de ellos, el doctor Deiana, es su patrón en el centro de salud de la mutualidad provincial, ¿coincidencia? .

Este hecho muestra al desnudo la inmoralidad de políticos patronales que se apropian de los bienes comunes. Tienen tan naturalizado este principio que ni cuestionaron que les dieran esas mascarillas hospitalarias que, todos sabemos, son para el personal de salud que pone en riesgo la vida propia para salvar la de otros.  

Los trabajadores de los hospitales están reclamando esos mismos insumos, que el gobierno provincial no provee en la cantidad y calidad necesaria ¡y que son donaciones! Estos legisladores ¡son una vergüenza! y el gobierno tiene comprar los elementos de seguridad necesarios para todos los médicos, enfermeros y el resto de los trabajadores que los necesitan y no los tienen.