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Clases virtuales: basta de precarización en la docencia universitaria

Publicado en El Socialista N° 458
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Escribe Malena Lenta, Comisión Directiva de la Asociación Gremial Docente (AGD) de la Facultad de Psicología (UBA)

Frente al aislamiento social preventivo obligatorio en el marco del Covid-19, la telematización del trabajo (home office) se convirtió en una modalidad obligada para lxs docentes. De un día para otro, el ministro de Educación Trotta lanzó la campaña para que se virtualicen las clases. Sin embargo, este asunto no es tan idílico como parece. En primer lugar, la pandemia implica el aumento de las tareas de cuidado de niñxs, adultxs mayores y personas con enfermedades crónicas, cuestión que recae mayoritariamente en las mujeres que son, justamente, la mayoría de la fuerza laboral en todo el sistema educativo.

En segundo lugar, el trabajo virtual exige contar con materiales básicos para poder desarrollarlo (computadora, internet) que las universidades no proveen a lxs docentes. Es posible que muchxs ya lo tengan, ¿pero cuántxs no? Además, son necesarias condiciones de espacio y tiempo para poder trabajar, que se reducen notablemente con la sobrecarga del trabajo de cuidado y las mayores exigencias burocráticas de las instituciones y de elaboración de nuevos materiales requeridos en un plazo imposible. Sin contar con que muy pocxs docentes tienen capacitación para usar plataformas virtuales.

En tercer lugar, lo virtual multiplica la brecha social. No todxs lxs estudiantes tienen computadora propia ni internet en sus casas, o solo tienen paquetes de datos limitados que no les permiten usar plataformas sincrónicas (zoom, jitsi) o audiovisuales (youtube). Además, ¿cuántos de nuestros estudiantes se quedaron sin trabajo? ¿Cuántos están cuidando a sus niñxs y adultxs mayores? De este modo se caen las cursadas de los estudiantes de los sectores más postergados. 

En este complejo escenario, ¿qué plantearon las universidades? Simplemente,  que se virtualicen las clases y “hagan lo que puedan” sin ninguna preocupación por las posibilidades de docentes y estudiantes y sin claridad de cronogramas  o acreditación del trabajo y las cursadas. Más aún, ¿qué pasará con las materias que son prácticas? ¿Qué ocurrirá con los nombramientos docentes que no se llegaron a hacer a comienzos del cuatrimestre por depender de las inscripciones? 

La pandemia del Covid-19 potencia las precarias condiciones de trabajo de la docencia universitaria. Antes de la cuarentena el gobierno nacional ya había decidido no cumplir con nuestra paritaria. Ahora nos obliga a trabajar en las peores condiciones, sin ART, sin herramientas básicas tecnológicas y de capacitación. Reclamamos que se creen ya comités de emergencia interclaustros (docentes, no docentes y estudiantes) con representación de las organizaciones gremiales en todas las unidades académicas para definir la continuidad del año lectivo. Liberación de los datos de internet para docentes y estudiantes. Ni un docente sin nombramiento ni salario. Aumento salarial de emergencia. Ni un docente sin derecho a la licencia por el Covid-19. Basta de sobrecarga laboral. Que se aplique el convenio colectivo de trabajo en todas las universidades nacionales.