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11 de mayo de 1977: a 43 años de la desaparición de los compañeros del PST de Tolosa

Publicado en El Socialista N° 459
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Escribe José “Pepe” Rusconi

Hace 43 años, tres jóvenes compañeros del Partido Socialista de los Trabajadores (PST), antecesor de Izquierda Socialista, compartían un departamento en la localidad platense de Tolosa. Sus nombres eran Mónica de Olaso (Moniquita) de 17 años, Alejandro Ford (el Negro) de 20 años, y Julio Matamoros (el Bocha), de 21 años. Ellos formaban parte de una célula (equipo) del partido. Era la época, bajo la dictadura, en que funcionábamos en la clandestinidad.  

Alejandro venía de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES). Había sido dirigente de esa organización de la Juventud Peronista en la Escuela de Bellas Artes, perteneciente a la Universidad Nacional de La Plata. Era un excelente dibujante. Su hermano lo había convencido de la propuesta trotskista morenista y lo había ganado para el PST un tiempo antes del golpe. Posteriormente, entró a trabajar como obrero en el área de seguridad de YPF. Julio venía militando desde mucho tiempo antes en la Juventud Socialista. Era estudiante de derecho, un abnegado e incondicional militante, siempre con su semblante serio, que escondía un tremendo humor. Había entrado a trabajar en el Banco de Crédito Provincial de La Plata. Moniquita era muy jovencita, recién salida del secundario. Estaba en plena formación como militante y en pareja con Alejandro. Muy simpática y divertida. Completábamos la célula, mi compañera, Pelusa, y yo. 

El 12 de mayo de 1977, por la mañana, me encontré con otro compañero que me dijo que la noche anterior había ido al domicilio de ellos. Pero, al llegar, había visto movimientos extraños en la puerta y, posteriormente, personas con armas largas. Al conocer esta situación llamé al trabajo de Julio, donde me dijeron que no había ido. Llamé a su casa y su hermano me dijo, muy exaltado, que tampoco estaba. Él ya no vivía allí, pero el tono de su hermano lo decía todo. Dimos la alarma y tomamos todas las medidas de seguridad para evitar exponernos. Esa fue la última noticia que tuvimos de nuestros compañeros, que pasaron a engrosar la lista de desaparecidos de la dictadura. 

En el año 2013 el Equipo Argentino de Antropología Forense identificó tres cadáveres en una fosa común de indigentes en el cementerio de Ezpeleta (Quilmes). Eran ellos. Figuraban, falsamente, como integrantes no identificados de un grupo que había atacado la comisaría de esa localidad.  

La feroz represión de la dictadura se llevó las vidas de estos tres jóvenes militantes revolucionarios, llenos de ilusiones, que soñaban con un gobierno de los trabajadores para poder construir el socialismo sobre los escombros del capitalismo. Hoy nosotros continuamos la lucha y exigimos justicia. Por eso, en este nuevo aniversario decimos compañeros Alejandro, Mónica y Julio, ¡presentes! ¡Hasta el socialismo, siempre!