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A dos años del 13J: #AbortoLegalYa

Escribe Mercedes Trimarchi, diputada bonaerense (m.c.) por Izquierda Socialista en el FIT/ Unidad

El pasado 13 de junio se cumplieron dos años de la media sanción al proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo (IVE). Recordamos con mucha emoción aquella jornada de lucha por el aborto legal en la que estuvimos frente al Congreso con temperaturas bajo cero durante más de veinte horas. Sin embargo, esa alegría nos duró menos de dos meses, porque el 8 de agosto de ese mismo año senadores peronistas, radicales, kirchneristas y de Cambiemos votaron en contra, votaron para que continúe el aborto clandestino, uniéndose con los sectores eclesiásticos más reaccionarios y conservadores en una fuerte cruzada contra las mujeres y disidencias. A dos años de aquella jornada histórica seguimos reclamando que el aborto #SeaLey.

En la Argentina se realizan aproximadamente 54 abortos por hora, 1.300 por día, entre 370.000 y 520.000 al año. El aborto es una realidad y un problema de salud pública; que no se le dé prioridad a esta problemática es responsabilidad del gobierno. Los abortos inseguros causan graves secuelas físicas en los cuerpos gestantes: hemorragias, infecciones, peritonitis, rotura uterina, lesiones en vagina y útero, infertilidad, entre otras. La muerte es la consecuencia más extrema y no es casualidad que quienes la sufren sean las personas más pobres que no tienen posibilidad de acceder a un aborto con los cuidados necesarios.

Un informe elaborado por el portal feminista Latfem, en colaboración con Amnistía Internacional, denominado “Sin ley: zona de riesgo”, relata la historia de las catorce mujeres y niñas que murieron por abortos inseguros desde que el Senado dijo que no a la legalización del aborto voluntario. Los datos fueron recolectados de los casos que fueron noticia en los medios de comunicación, ya que no hay registros actualizados que den cuenta de estas situaciones, que seguramente son más, pero la clandestinidad no permite que se lleve un registro exhaustivo. Seis mujeres del conurbano bonaerense, tres santiagueñas, una niña wichí de Chaco y otra niña salteña, una joven de 22 años en Formosa y una madre de dos hijos pequeños en Catamarca. Todas muertes evitables.

Alberto Fernández mira para otro lado

El presidente se pronunció en varias oportunidades a favor de la legalización del aborto y anunció el 1° de marzo que enviaría un proyecto propio distinto del de la Campaña Nacional. Pero, fiel a su doble discurso, hasta el momento no lo dio a conocer y, según sus declaraciones, su proyecto fue consensuado con los “celestes”, en referencia al color del pañuelo de quienes se oponen a la legalización del aborto voluntario. Luego vino el aislamiento preventivo obligatorio, el Congreso comenzó a funcionar virtualmente y hasta el momento nada.

Llamativamente, en vísperas del 3J, que conmemora el #NiUnaMenos, Alberto Fernández fue entrevistado en Radio Metro y al ser consultado por el tema reconoció que ​no se tratará en el corto plazo, alegando que tiene “otras urgencias que van desde la pandemia hasta la deuda externa”. Pero insistimos, el aborto es un problema de salud pública y en este contexto debería ser prioritario, ya que hasta el acceso a las interrupciones legales de los embarazos (ILE) presentan todo tipo de dificultades que van desde la falta de información hasta la demora en la atención, entre otras.  

Que se apruebe el proyecto de la campaña

La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y gratuito está integrada por más de setecientas organizaciones políticas, sociales, culturales, de derechos humanos, etcétera. El año pasado presentó por octava vez en el Congreso el proyecto de ley que fue elaborado por el movimiento feminista y recoge los aportes del debate parlamentario de 2018. En su texto se establece la gratuidad de la práctica y que la sola decisión de la mujer o persona gestante baste para que se le garantice la interrupción del embarazo de manera gratuita, hasta la semana catorce. Este es el proyecto de la #MareaVerde y tiene estado parlamentario, es decir que se podría votar ahora si hubiera voluntad política para hacerlo. Por eso exigimos que se apruebe inmediatamente el proyecto de ley de la Campaña, sin dilaciones y sin concesiones a las iglesias y sectores conservadores que se interponen a nuestras necesidades urgentes e imperiosas. A dos años de aquella jornada histórica seguimos gritando #AbortoLegalYa.