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Los “Cayetanos” y la CGT se unen en favor del gobierno

Publicado en El Socialista N° 475
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Escribe Adolfo Santos

La CTEP, la CCC y Barrios de Pie, organizaciones sociales conocidas como “los Cayetanos”, se reunieron con la CGT y firmaron un acuerdo que, según ellos, serviría para generar empleo y evitar el aumento de la pobreza y la exclusión social. Siendo que ninguno de los dos sectores se plantea la lucha contra las medidas de ajuste del gobierno, las propuestas enunciadas no pasan de un saludo a la bandera.

La nutrida concurrencia demuestra la importancia que le dieron al evento. Esteban Castro (UTEP), Daniel Menéndez (Barrios de Pie), Freddy Mariño (CCC), Gildo Onorato (Movimiento Evita) y Dina Sánchez (Frente Darío Santillán) estaban por los movimientos sociales. Juan Grabois se ausentó por un asunto familiar. Héctor y Rodolfo Daer, Carlos Acuña, Gerardo Martínez, Andrés Rodríguez, José Luis Lingeri, Julio Piumato, Jorge Sola, Carlos Sueiro, Juan Carlos Schmid y el mercantil Oscar Nieva representaron a la CGT.

Sin duda, los movimientos sociales juegan un papel importante en los sectores de trabajadores desocupados que, marginados por las crisis económicas, se han visto obligados a organizarse por fuera de las estructuras tradicionales, como son los sindicatos. Fue la forma de aunar fuerzas para impulsar protestas y obtener algunos beneficios que los mismos gobiernos patronales les han quitado. Sin embargo, ese aspecto positivo se pierde completamente cada vez que estos movimientos abandonan su independencia y se colocan al servicio de los gobiernos de turno. Es lo que está aconteciendo con los “Cayetanos”.

El ropaje de “centroizquierda o izquierda” que las direcciones de estos movimientos vistieron durante el gobierno Macri, impulsando movilizaciones, denunciando medidas impopulares y hasta criticando el endeudamiento externo, fue abandonado a cambio de falsas promesas y compromisos con el gobierno peronista. El apoyo y la participación en el gobierno los lleva al encuentro con la burocracia sindical detrás del proyecto de Alberto Fernández, que los necesita para neutralizar protestas y conflictos frente a la crisis.

En ese sentido, los “Cayetanos” y la CGT acaban de acordar un documento en el que se comprometen a “una articulación solidaria ante la enorme crisis económica, laboral y social producto del avance del Covid-19 y sus consecuencias en el tejido productivo”. Increíble, ¿los mismos burócratas sindicales que acordaron un 25% de reducción salarial, que aceptaron despidos y suspensiones sin abrir la boca y que preparan medidas de flexibilización laboral junto con la UIA, ahora van a ser “solidarios ante la crisis”?

El documento critica la gestión macrista que endeudó a nuestro país e incrementó el desempleo generando “una profunda ruptura del tejido social en los barrios más humildes”. Se “olvidan” de decir que lo mismo hicieron los gobiernos peronistas, cuya responsabilidad de la “ruptura del tejido social” es completa, sobre todo en regiones como la provincia de Buenos Aires, donde vienen gobernando hace décadas. Además, omiten la responsabilidad de los dirigentes sindicales que, en vez de luchar, se la pasaron negociando con el gobierno de Macri. En 2019 Carlos Acuña, uno de los jefes de la CGT, llegó a decir que “no sirve hacerle paros a este gobierno porque no se revierte nada”.

El documento elogia las negociaciones del gobierno tanto con los bonistas como las iniciadas con el FMI, lo que considera un paso importante para “poner la Argentina de pie”. Como si comprometerse a pagar una deuda fraudulenta a los usureros internacionales significara un paso adelante. Y afirman: “Apoyamos la voluntad y la estrategia del gobierno nacional de honrar sus compromisos de deuda externa”. Saben que esa “estrategia” provocará duros sacrificios al pueblo trabajador. Sin dudas, el giro que han dado estas organizaciones sociales no está al servicio de las necesidades de los trabajadores y sectores más vulnerables, sino del gobierno patronal peronista para contener la protesta.