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Kicillof y Berni ceden ante el motín de la policía bonaerense

Publicado en El Socialista N° 476
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Escribe Guido Poletti

Durante todo el día martes se lanzó una protesta, que tomó forma de amotinamiento, por parte de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Los voceros del motín exigen recomposiciones salariales, elementos de protección contra el coronavirus y también más “equipamiento”. El reclamo comenzó en el Gran Buenos Aires y, a lo largo del día, se fue extendiendo por toda la provincia. Al momento de escribir esta nota la protesta continuaba y podía extenderse a otras provincias.

Ante este reclamo, la reacción del gobierno peronista de la provincia, de su gobernador Axel Kicillof, y del secretario de Seguridad, Sergio Berni, fue dar una respuesta inmediata, anunciar que le conceden un aumento a la policía, aunque sin dar más detalles sobre el porcentaje.  

La “celeridad” de la respuesta de Kicillof y Berni llaman poderosamente la atención. Una velocidad que no tuvieron frente a los reclamos de los trabajadores de la salud, de los docentes, de los judiciales o del conjunto de los estatales de la provincia, que siguen con salarios de hambre y congelados.

Esto demuestra la política ajustadora del gobierno y la necesidad de, para esto, tener siempre aceitado y dispuesto el aparato represivo. Ante la crisis social global que recorre todo el país, tanto el gobierno nacional como los gobernadores provinciales desnudan su política, continuar y profundizar el ajuste, lo que requiere tener plenamente “alineado” al aparato represivo para mantener a raya los reclamos de los trabajadores y demás sectores populares. Y esto no es “para el futuro”, basta recordar en estos mismos meses de cuarentena la represión de la propia bonaerense contra los trabajadores del frigorífico Penta. O la predisposición al desalojo ante las tomas de tierras realizadas por sectores desesperados ante las consecuencias de la crisis social.

¿Impulsado por “la derecha”?

Sectores que apoyan al gobierno, en particular de los medios de comunicación afines, y de la burocracia sindical, han salido a afirmar que este amotinamiento está impulsado por el macrismo. Algunos incluso lo relacionan con el posible “golpe de Estado” del que habló Duhalde la semana pasada.

Rechazamos totalmente que este motín policial sea parte de un “intento de desestabilización antidemocrático”. No tenemos que confundirnos. Sí ratificamos, desde ya, que la policía y el conjunto del aparato represivo (las policías Federal y provinciales, Gendarmería, Prefectura, etcétera) están al servicio de todos los gobiernos de turno y sus políticas antipopulares y propatronales.

El reclamo policial es una parte más de la crisis social que se vive en el país, que sin duda abarca también a los policías. Crisis social provocada por el gobierno peronista de Alberto Fernández que, frente a la pandemia, favorece a las patronales, a las multinacionales y a la banca mientras que crece la desesperación de los sectores populares.

No se trata de un “plan desestabilizador”, sin duda. Lo que sí es cierto es que la respuesta “inmediata” de Kicillof y Berni, el reconocimiento de todos los periodistas afines al gobierno de la “justicia de los reclamos”, lo que generó fue el envalentonamiento de las jefaturas de los policías amotinados. Así, durante el martes 8 de septiembre hemos visto a Luis Tonil, presidente de la Defensoría Policial, teniendo cámara en todos los medios de comunicación para defender el accionar de la bonaerense en el caso de Facundo Castro y quejándose de los policías que van presos porque la izquierda denuncia los casos de gatillo fácil.

¿Qué es la policía bonaerense?

Esta pregunta descubre el problema de fondo, la policía bonaerense siempre ha sido un aparato corrupto, vinculado a la trata, la prostitución, el narcotráfico y las bandas de piratas del asfalto. Fuerza de choque contra los trabajadores ante los centenares de conflictos que recorren la provincia, se destaca también por su “gatillo fácil” contra los sectores populares.

Hoy está más cuestionada que nunca por el terrible crimen de Facundo Castro, donde algunos de sus miembros están bajo total sospecha de haber perpetrado el asesinato y otros tantos de haberlo encubierto. Y no es un caso aislado, las historias de los casos de gatillo fácil de la bonaerense se cuentan por centenares. Por eso no podemos dejar de destacar que, detrás del reclamo salarial y por elementos de protección contra el Covid-19, hay un intento de presionar para que no se avance con la investigación del caso de Facundo Castro y, en general, con el conjunto de los casos de gatillo fácil. Varios voceros destacaron el rol de Sergio Berni, incluso llegando a decir que “se sacaban el sombrero” ante lo bien que, según ellos, había estado el secretario de Seguridad ante lo que denominaban, cínicamente, “el caso de Bahía Blanca”.

En sus declaraciones, sus voceros están muy lejos de reconocer los casos de gatillo fácil ni el papel que ha cumplido siempre la bonaerense reprimiendo huelgas y manifestaciones populares.

Lo más probable es que el gobierno peronista de Kicillof y Berni va a terminar otorgando, a la policía bonaerense, un aumento salarial, el mismo que se le niega a los trabajadores de la salud y de toda la provincia, mostrando que la política del gobernador y su ministro de Seguridad es fortalecer el aparato represivo, sea como en este caso la bonaerense, o también la Federal, la Gendarmería y las otras fuerzas armadas y de seguridad.

Por eso esto no está desligado con el anuncio de un nuevo plan de seguridad, tal como desarrollamos en otra nota de este mismo periódico.

Desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda Unidad seguimos denunciando al aparato represivo y exigiendo su desmantelamiento, en particular el rol nefasto de la policía bonaerense, con su historia de gatillo fácil y represión al pueblo trabajador. En estos días, denunciando su rol en el crimen de Facundo Castro, exigiendo que se investigue hasta el final y se castigue a los culpables, como reclaman la propia madre de Facundo y los organismos de derechos humanos nucleados en el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia. Exigiendo que se vaya Berni y se conforme una comisión investigadora independiente para que se vaya a fondo y se termine con los cómplices encubridores. ¡Basta de policía represora y gatillo fácil!