Print this page

Pandemia. El fracaso de la política del gobierno

Publicado en El Socialista N° 483
Tags

Escribe Reynaldo Saccone, ex presidente de la Cicop  

Si la semana pasada dijimos que llegamos al millón de contagiados, en esta debemos comunicar que tenemos cien mil más. Es el sexto lugar, después de Estados Unidos, India, Brasil, Rusia y Francia. Y antes de España, que ya fue superada por la Argentina. Nuestro país sigue ocupando el puesto número 13 en el luctuoso ranking de decesos por Covid-19 cada millón de habitantes, sólo superado, entre otros, por Estados Unidos, Brasil, México y Chile entre los americanos, y Bélgica, España y el Reino Unido, habiendo superado a Italia entre los europeos. Conclusión, en relación con la pandemia, la política del gobierno de Alberto Fernández y los gobernadores peronistas, radicales y de Cambiemos es un fracaso completo.

Pequeña crónica de un fracaso anunciado

Los mismos expertos que asesoran al gobierno reconocen implícitamente este fracaso. Luis Cámera, integrante del comité que asesora al gobierno, reconoció que el virus “superó la previsión de los especialistas cuando se infectaron los barrios vulnerables y cuando se extendió a las provincias” (La Nación, 20/10). Cómo no va a ser previsible si los habitantes de esos barrios debían circular para proporcionarse el sustento porque un IFE de 10.000 pesos no les permite quedarse en su casa. El gobierno se jugó solamente a la cuarentena y a la sobreexigencia a los trabajadores de la salud. 

Eduardo López, asesor del gobierno, declaró a La Nación (20/10): “Nuestro mayor déficit es no haber testeado más. El plan Detectar se implementó un poco tarde, cuando debió haber empezado más precozmente”. Falta decir que nuestros testeos por millón de habitantes son 63.000, lo que nos coloca en la ubicación 113 del ranking mundial. En países de parecida cantidad de habitantes tenemos menos testeos que en España (357.000), pero más que Uganda (12.000). Una de las razones por las cuales nuestra tasa de decesos por millón de habitantes es, al final, cercana a la de Suecia, que no aplicó la cuarentena.

Es indudable que el desmantelamiento sistemático de la salud pública por parte de los sucesivos gobiernos está en la base del drama sanitario actual. Pero para llegar a los casi 30.000 muertos por efecto del coronavirus se necesitó una política completamente alejada de las medidas que había que tomar. Aun ahora, en que la epidemia se extiende a zonas del interior del país, el ministro de Salud, Ginés González García, insiste en una medida única y barata, el aislamiento, sin acompañar con otras medidas necesarias para enfrentarla eficazmente. Cuando se le preguntó qué haría distinto si tuviera que empezar de nuevo contestó: “Yo estoy muy orgulloso de la cuarentena, aunque seguramente hubiéramos hecho algunas cosas diferentes, ya que es fácil decirlo con el diario del lunes”. El ministro está con el diario del lunes en sus manos, pero continúa con la misma receta, más cuarentena solamente, sin otras medidas necesarias.

Para completar el cuadro de los desaciertos, el gobierno nacional de Alberto Fernández, imitado con entusiasmo por radicales y de Pro, ha optado desde hace meses por tirarle el problema a la población. Con absoluto desparpajo repiten por los medios que el cuidado “es responsabilidad de cada uno”, renunciando de esa manera a las obligaciones de los gobiernos en el ámbito de la salud pública. Tan desastrosa ha sido la política del gobierno, que la Universidad de Oxford informó que la Argentina dejará de formar parte de su mapa de datos porque las cifras oficiales informadas por el gobierno no reúnen la calidad suficiente para reflejar el alcance de las pruebas.

Las medidas que el gobierno peronista y la oposición radical y de Cambiemos no quieren tomar

Está más que demostrado que con la cuarentena, como única medida, no alcanza. Mucho menos cuando se aplica en función de las exigencias patronales para abrir sectores de la economía y no de las necesidades sanitarias. Son necesarias las otras medidas que recomiendan los científicos en todo el mundo y nuestro partido viene planteando desde marzo. Testear a la población, rastrear los contagios e identificar los focos para actuar selectivamente sobre ellos. Cuidar a los trabajadores de la salud con equipos de protección personal de calidad adecuada, licencias para los trabajadores en riesgo, completar la dotación de los equipos de salud y retribuirlos de acuerdo con los reclamos en curso. Centralizar los recursos de salud, hospitales y camas, sean estatales o privados, para garantizar la igualdad de trato frente a la pandemia. Finalmente, pero no por eso menos importante, garantizar las medidas de aislamiento abonando salarios de 40.000 pesos a cada trabajador en cuarentena.

Para obtener los recursos y poder atender estas necesidades hay que suspender el pago de la deuda externa y aplicar un impuesto a las grandes fortunas, como puntualiza el proyecto presentado por el FIT-Unidad, capaz de recaudar más de 15.000 millones de dólares.