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Aumento salarial de emergencia y reapertura de las paritarias

Publicado en El Socialista N° 487
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Escribe José Castillo

Los compañeros de la junta interna de ATE Indec han dado ha conocer el nuevo valor mínimo que debe alcanzar toda familia trabajadora tipo (pareja con dos hijos en edad escolar) para no caer en la pobreza, al mes de octubre. El monto asciende a 76.507,50 pesos. Se compone de 25.729 pesos necesarios para adquirir una canasta alimentaria mínima y 50.778,50 para acceder a otros bienes y servicios básicos.

Tenemos que destacar este auténtico aporte al conjunto de la clase trabajadora que hace años vienen realizando los compañeros del Indec. Para entender su importancia tenemos que compararlo con los datos oficiales de lo que se conoce como “línea de pobreza”. Según este indicador, que es el que periódicamente dan a conocer las autoridades del Indec, llamado “canasta básica total”, una familia tipo no sería pobre si percibe 49.912 pesos al mes.

¿Por qué ambos cálculos dan números distintos? Fundamentalmente porque la canasta de consumos mínimos construida y seguida mes a mes por los compañeros de la junta interna de ATE Indec responde mucho mejor a la realidad de las necesidades de consumo de una familia trabajadora. El dato donde se observa la mayor diferencia está en que en la medición oficial no se incluye el pago por alquiler de vivienda. Se supone, entonces, que esa familia “tipo” es propietaria. Más aún, que no tiene deudas relacionadas con su vivienda (no está pagando cuotas de una hipoteca, por ejemplo). La realidad del pueblo trabajador es muy distinta. Millones de compañeras y compañeros no tienen vivienda propia y se ven obligados a alquilar. Acá está la diferencia fundamental. ATE Indec dice, blanco sobre negro, que una familia trabajadora necesita por mes al menos 76.507,50 pesos, contando dentro de ello el monto que debe separar para el pago mensual de la vivienda que habita.

La mayoría de los trabajadores, por debajo de la línea de pobreza

Frente a estos números, la inmensa mayoría de los asalariados de nuestro país son pobres. Midiendo solamente a la franja de trabajadores en blanco, con convenios colectivos de trabajo y paritarias, 57,7% está por debajo de la línea de pobreza del Indec (cobran menos de 50.000 pesos). Mucho peor es la situación de los tercerizados, que suelen percibir en promedio ingresos 30% inferiores. Y ni qué hablar de los que figuran en negro, como no registrados.

Para estos últimos, el indicador clave es el salario mínimo, vital y móvil, que hoy está fijado en 16.875 pesos. Este monto se encuentra  incluso por debajo de la línea de indigencia oficial, que es de 20.710,20 pesos. Como vemos, no es “vital” ni “móvil”. Recordemos que este monto se toma como referencia para pagarle a una enorme cantidad de asalariados en negro. Dato no menor, casi 40% del total de los trabajadores está en esa categoría, cínicamente denominada “informal”.

El poder adquisitivo, en el tobogán

La clase trabajadora ha perdido entre 20% y 25% del poder de compra de sus salarios en los años del macrismo. Alberto Fernández subió prometiendo “llenar la heladera” y “ponerle plata en el bolsillo a la gente”. Nada de eso sucedió, en 2020 las paritarias han sido a la baja, en muchos casos luego de estar virtualmente suspendidas durante todo el año.

La tendencia es a que el salario se siga deteriorando. El fin del programa de “precios máximos”, las nuevas subas de los combustibles, de la medicina prepaga y el anuncio de nuevos tarifazos a partir de 2021 van a seguir echando leña al fuego a una inflación que, de lejos, le siga ganando la carrera a los salarios.

Tenemos que exigir un aumento salarial de emergencia para que nadie gane menos que el valor de la canasta familiar calculada por ATE Indec. Al mismo tiempo, se impone la inmediata reapertura de todas las paritarias, sin techo ni ningún tipo de limitaciones, con paritarios electos por la base de cada gremio, para así romper el pacto de la burocracia sindical de la CGT y las CTA con las patronales y el gobierno, que es lo que está haciendo pasar este ajuste.