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Campaña sucia. ¿La izquierda “defiende a las grandes fortunas”?

Publicado en El Socialista N° 487
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Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad

Un zócalo del canal progobierno C5N sorprendió el día que se trataba el impuesto a la riqueza con un texto que afirmaba: “El macrismo y la izquierda, socios en defensa de las grandes fortunas” (ver imagen). Esa mentira formó parte de una furibunda y grosera campaña del oficialismo contra los diputados del Frente de Izquierda que hacían valer su propio proyecto, que disponía gravar de verdad a la riqueza y que habría recaudado 20.000 millones de dólares y no 2.000 millones como el que se terminó votando. El proyecto del FIT, por supuesto, nada tiene que ver con el macrismo que, como se sabe, tanto Macri, como Patricia Bullrich, Larreta, la UCR y todos los representantes de Juntos por el Cambio, cuando fueron gobierno se dedicaron a salvar las ganancias capitalistas y ahora, con sus banderazos albicelestes, defienden la propiedad privada de Vicentin. ¿Alguien puede en su sano juicio decir que la izquierda coincide con Macri? Nadie. Sin embargo, el gobierno hace esta campaña burda para decir que la única alternativa sensata, “progre”, que “combate a los ricos” y está a favor de los vulnerables sería la del peronismo y el Frente de Todos.

A nuestros lectores, trabajadores y jóvenes que les llegó la campaña del gobierno o que se pudieron hacer eco de esta operación, les decimos que, lejos de “combatir a las grandes fortunas” el gobierno viene aplicando políticas para salvarlas. Por ejemplo, con la ley de emergencia de diciembre de 2019 les perdonó y les quitó impuestos y retenciones a las petroleras y las mineras. Luego, con la UIA, les robó el 25% de los salarios a los trabajadores. Firmó un acuerdo con China para transformar a la Argentina en una fábrica de cerdos en beneficio del agronegocio contaminante que, en buena hora, fue frenado por la movilización ambiental. Y el gobierno simula estar contra los ricos, y defender a los más vulnerables, diciendo que va a beneficiar a la “salud”, cuando solo destinará un insuficiente 20% de lo recaudado para ello, mientras se dispone a pagar 50.000 millones de dólares al FMI. ¿Se imaginan nuestras lectoras y lectores cuántos respiradores, barbijos o camas se podrían adquirir, cuánto mejorarían los salarios de los profesionales de la salud y enfermeros con este monto sideral? Aun así, el gobierno hace la campaña.  

Tal vez algunos no se enteraron, o repararon, de que el denominado “aporte solidario” del gobierno no toca precisamente la riqueza de los bancos ni de los grandes empresarios. Sería bueno que el gobierno, en vez de hacer campaña contra el Frente de Izquierda, explique por qué solo impuso un ínfimo porcentaje a personas físicas y no a las ganancias capitalistas. Como decimos en nuestro proyecto de ley, los bancos privados obtuvieron una ganancia de 319.000 millones de pesos en 2019 y las quinientas empresas que más venden en el país acumularon 67.300 millones de dólares de ganancias entre 2016 y 2018, pero no se los toca. ¿No debería explicar el gobierno por qué los deja exentos en vez de atacar a la izquierda?

¿Cuál es el trasfondo de la campaña del gobierno contra el Frente de Izquierda? Son tres las razones centrales. Primero, porque quiere desacreditar la salida de fondo que proponemos para combatir de verdad a los de arriba, cosa que no hace el gobierno. Solo el FIT Unidad propone un verdadero impuesto a las ganancias de las grandes patronales, bancos y multinacionales; la reestatización de las privatizadas para terminar con el negocio de los servicios públicos. Solo la izquierda dice que hay que nacionalizar la banca y el comercio exterior para atacar la riqueza obscena de los bancos o Cargill y propone el no pago de la deuda y el repudio al FMI. Esto es atacar de raíz a los de arriba.

Segundo, el gobierno hace campaña contra el Frente de Izquierda porque le duele que, junto con el sindicalismo combativo, está en todos los reclamos obreros y populares. Y, ¡ojo!, el gobierno hace campaña contra la izquierda para tirar de ese modo contra los que luchan. Por ejemplo, el gobierno atacó a la izquierda en Guernica a través de Larroque, Kicillof y Berni diciendo que “hacía política” y que boicoteaba un acuerdo para justificar el violento desalojo de miles de familias necesitadas.

Esta campaña contra la izquierda también la hizo el macrismo, tildándola de violenta por enfrentar dignamente el robo jubilatorio frente al Congreso a fines de 2017, o diciendo que, por culpa de la izquierda, se cerraban fábricas, como Pepsico. Yendo más atrás en el tiempo, el peronismo kirchnerista metió preso al Pollo Sobrero acusándolo falsamente de quemar trenes.

Tercero, la campaña del gobierno es un intento por retener en el Frente de Todos a parte de su base social que lo está criticando por el ajuste en curso para impedir que se vaya a la izquierda. Recordemos cuando Néstor Kirchner aspiraba a que hubiera solo dos expresiones políticas, su “gobierno popular” y una “derecha democrática” que se alternaran en el poder. Y agregaba: “A la izquierda del kirchnerismo está la pared”. Pero en 2011 surgió el Frente de Izquierda sobre la base de la mayor unidad de la izquierda que se logró en el país. Desde ese momento, el FIT vino avanzando con más inserción en el movimiento obrero con el sindicalismo combativo peleando contra la nefasta burocracia sindical peronista, en el movimiento de mujeres, el movimiento ambiental y en la vida política del país, postulando una salida de fondo para combatir los males capitalistas a los que nos llevaron todos los gobiernos patronales. Esto es lo que le molesta al gobierno y al peronismo, por eso apela a campañas mentirosas.

En todo este tiempo hemos sabido desenmascararlas y clarificarlas a pesar de la confusión que generan, logrando que cientos de miles de luchadores abracen un programa alternativo, de izquierda, por una salida obrera y socialista. Mientras hacemos estos debates, desde Izquierda Socialista nos dirigimos a las nuevas generaciones de luchadoras y luchadores que se suman a la pelea política para que no se dejen llevar por falsas campañas y, en cambio, luchemos juntos por una salida de fondo para el país.