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La Hidrovía del río Paraná y el doble discurso del peronismo

Escribe Liliana Olivero, diputada provincial (mc) y referente de la izquierda cordobesa

El llamado a licitación internacional que prepara el gobierno para renovar la concesión de la Hidrovía Paraguay-Paraná, acaba con las promesas de estatización y coloca al desnudo el doble discurso de la dirigencia peronista kirchnerista sobre la defensa de la soberanía económica y territorial de nuestro país.

Durante varios meses, sectores del peronismo kirchnerista ligados a la vicepresidenta y al Instituto Patria, coqueteaban con la posibilidad de acabar con la concesión de la hidrovía Paraguay-Paraná y retomar el control estatal de ese importante recurso económico, social y ambiental. Entregada a manos privadas en 1995 durante el gobierno peronista de Menem, la concesión fue prorrogada por la entonces presidenta Cristina Kirchner en 2015, condición que se arrastra hasta los días de hoy y vence a fines de este mes de julio.  
“Se abre la oportunidad de recuperar, para el Estado y para todos los argentinos el imprescindible control y administración de la ruta fluvial más importante del país”, declararon dirigentes kirchneristas organizados en el Grupo 25 de Mayo. Sin embargo, esa dirigencia, entre ellas La Cámpora, cambiaron el discurso y ya aceptan que no se reestatice. Con pequeños reparos, se están alineando con el proyecto presidencial de Alberto Fernández de mantener la concesión en manos privadas. El único cambio será la aparición de un organismo de control y la existencia de una disputa por quién cobraría los peajes.

La cuenca del Paraná, es un recurso fundamental que va más allá de la importancia económica. No es solo una hidrovía, es un espacio que contiene una de las mayores reservas de agua dulce del planeta y una gran influencia socio ambiental. A lo largo de sus riberas se desarrolla una rica fauna y flora que hay que preservar y millares de familias utilizan el río para su sustento, para la recreación y para transportarse. Ese espacio, complejo y sensible, en manos de multinacionales, cuyo único interés es la ganancia, pone en riesgo la biodiversidad y la vida misma de las poblaciones. Ese es el primer problema que nos plantea la privatización, además de continuar renunciando al control de un sector estratégico de la economía.

Retomar el control del Paraná es una cuestión estratégica

Por el río Paraná sale el 80% de las exportaciones. En manos privadas, multinacionales, como Dreyfus, Bunge y Born, Cargill o Vicentin, han subfacturado a su antojo. Evaden tributos, contrabandean granos y se apropian de más de 300 millones de dólares en concepto de peaje. Además, la falta de control por parte del estado, facilita la trata de personas, el narcotráfico y el contrabando de armas. Estatizar el control del río Paraná, es un problema estratégico para el país.
Por eso muchas compañeras y compañeros que votaron en este gobierno, correctamente, mantienen la exigencia de la estatización. Amplios sectores, como el que encabeza el escritor y periodista Mempo Giardinelli cuestionan la decisión del gobierno. Es una postura con la que tenemos pleno acuerdo. Nuestro diputado Juan Carlos Giordano, Izquierda Socialista/FIT Unidad, ha presentado un proyecto para reestatizar la denominada hidrovía. Es urgente y necesaria la más amplia unidad de todos los sectores que se oponen a la entrega del Paraná para impedir la privatización de este recurso fundamental.

No es cierto que no se puede, como dice el presidente Alberto Fernández. Hay estudios que demuestran la viabilidad del control del Estado sobre la cuenca del Paraná, de sus puertos y del dragado. Tampoco es que esté mal asesorado. Mantener las privatizaciones es parte de las imposiciones del FMI que el gobierno peronista acata. El progresismo peronista es sólo en el discurso. Es la misma situación en relación a la deuda. Es un escándalo que en medio de una emergencia económica y sanitaria se paguen 430 millones de dólares al Club de París. Como señala el documento de la “Autoconvocatoria por la suspensión del pago e investigación de la deuda”, “Estas negociaciones, […] condicionan la economía nacional y condenan a nuestro pueblo a […] más pobreza y miseria, menos salud y educación...”. La Cámpora, que cuestionaba las negociaciones por la deuda del ministro Guzmán, se quedó callada ante este nuevo desembolso.

No va más este doble discurso. Defender la soberanía pasa por dejar de pagar la deuda externa, rompiendo los lazos de sometimiento y dependencia en relación al FMI o al Club de París. En el mismo sentido hay que reestatizar la llamada hidrovía Paraguay-Paraná y colocarla bajo control y administración de los trabajadores y las poblaciones ribereñas. No existe soberanía si no controlamos nuestros recursos económicos y territoriales. Estas son partes de las propuestas de Izquierda Socialista y el FIT-Unidad para salir de la crisis. Sumate a estas propuestas para fortalecer esta lucha.