Escribe Reynaldo Saccone, ex presidente de la Cicop y candidato a diputado nacional por CABA, Izquierda Socialista/FIT Unidad
Mientras el gobierno peronista inunda los medios con rimbombantes anuncios sobre la llegada de vacunas y la oposición de Juntos por el Cambio compite para ganar el primer puesto en la eliminación de medidas preventivas, se cierne la amenaza de la cepa Delta, la más virulenta y contagiosa y que solo retrocede ante quienes tienen el esquema de vacunación completo. Lo que el gobierno no puede explicar es por qué nuestro país, que tuvo la capacidad tecnológica y de recursos humanos para producir localmente más de cien millones de dosis, solo haya podido aplicar 35 millones, casi todas importadas, inmunizando hasta hoy con dos dosis solamente 8,7 millones de personas, o sea el 19% de la población.
Tampoco puede explicar por qué la Argentina está en el cuarto puesto latinoamericano en cantidad de muertes por Covid-19 por millón de habitantes, solo superada en este macabro ranking por Perú, Brasil y Colombia. Quizá parte de la explicación haya que buscarla en que nuestro país ha sido uno de los que menos testeos llevó adelante, estamos en el puesto 98 del ranking mundial. Testeos que le hubieran permitido una actitud activa en la búsqueda y rastreo de los focos infecciosos.
El fracaso del gobierno del Frente de Todos se debe a que subvenciona a la medicina privada, desatiende el sistema público y continúa pagando salarios de hambre tanto en el sector público como en el privado. El gobierno de Alberto Fernández se ha negado a tomar las medidas que la situación exigía en la pandemia: centralizar todos los recursos de salud públicos y privados, incautar las vacunas de la planta de mAbXience en Garín para vacunar a todas y todos con dos dosis y poner a funcionar la industria farmacéutica para la producción de vacunas, suspendiendo las patentes, como venimos planteando desde el Frente de Izquierda, Lista 1 A Unidad de la Izquierda.
