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El FIT Unidad perforó el muro del peronismo en municipios bonaerenses

Escribe Guillermo Sánchez Porta
 
Uno de los hechos más destacados de la gran elección realizada por el FIT Unidad es el importante resultado obtenido en las barriadas populares del conurbano bonaerense. Centenares de miles dijeron basta al ajuste, la miseria, la desidia, la corrupción y la inseguridad y votaron al Frente de Izquierda. Así logramos superar el piso histórico que impedía que la izquierda obtuviera concejales en Buenos Aires.
 
La votación del FIT Unidad en el Gran Buenos Aires fue histórica. Superamos el 8, 9 y 10% en varios municipios obreros y, de esa manera, obtuvimos concejales en La Matanza, José C. Paz, Moreno, Morón y Merlo y también en Coronel Pringles, en el interior de la provincia. Y estamos con posibilidades de obtener más en el recuento definitivo.

No es casual esta votación. Reafirmando y superando lo ocurrido en las PASO, hay una franja de trabajadores y sectores populares que decidió darle la espalda a su viejo partido, el peronismo (que hoy se presenta todo unido en el Frente de Todos), no votar al macrismo de Juntos, ni a los falsos “libertarios” de Milei y Espert: cambió y votó a la izquierda que se unió, votó al FIT Unidad.

Y no parece ser una “excepción coyuntural” o el enojo de un sector peronista en una interna del Frente de Todos, que haya decidido “quejarse” votando al Frente de Izquierda. La votación al FIT Unidad en el conurbano bonaerense fue pareja, en diputados nacionales, provinciales y concejales, mostrando un voto de apoyo global a la izquierda.

Como dicen muchos de nuestros candidatos, nosotros no necesitamos “ir a apoyar” a los trabajadores, porque estamos en las luchas obreras y populares. Somos los que encabezamos los reclamos contra los ajustes, los que vivimos en las barriadas populares, viajamos en transporte público, vamos a escuelas públicas, nos atendemos en los hospitales. Somos una izquierda que es parte de la clase trabajadora y sectores populares, de las luchas de la juventud, las mujeres, los jubilados. Estamos en los reclamos ambientalistas contra la contaminación de nuestros barrios, contra los cortes de agua y luz. Sufrimos la falta de plata para poder sostener a nuestras familias y la tremenda inseguridad cuando vamos o volvemos del trabajo o estudio, en barrios abandonados por los municipios y liberados por la policía.

Somos los que enfrentamos a los burócratas traidores que controlan la mayoría de los sindicatos y entregan y venden nuestras luchas a las patronales. Los que formamos el sindicalismo combativo. Por eso siempre se escucha “los zurdos siempre están y no se venden”. Por eso también los que odian a los burócratas, tuvieron votando al FIT Unidad una manera de reclamar y repudiar al gobierno y sus aliados.  

Todo esto se sintió con fuerza en las barriadas del conurbano, en el corazón del dormitorio obrero. En donde el peronismo parecía impenetrable. Allí, miles de trabajadores y trabajadoras, jóvenes y jubilados, votaron y defendieron nuestros votos. El aparato peronista de los municipios desde temprano se mostró preocupado contra nuestros fiscales. Nos hacían desaparecer las boletas del cuarto oscuro y trataban de impedir que entráramos a controlar y reponerlas. Ponían boletas de otros municipios para impugnar el voto, o cortaban el número de las boletas. En muchas escuelas no nos quisieron permitir entrar al recuento de votos, llegando a hacer detener a nuestros fiscales por la policía, en connivencia con los municipios peronistas. En muchos lados debimos enfrentar a las patotas. Nada de eso impidió que fiscalizáramos y que los votos entraran y se contaran. Y que superáramos el 8,33% mínimo que exigen para ingresar como concejales en algunos municipios.

Los festejos se hicieron sentir entrada la noche en La Matanza, José C. Paz, Morón, Merlo, Moreno y muchas localidades, mientras que los peronistas se iban a dormir temprano “perdiendo, pero ganando”, a decir de Alberto…  Nosotros, y quienes nos votaron, sabemos que esto es sólo el principio. Que pronto las luchas obreras y populares nos tendrán nuevamente codo a codo, enfrentando los ajustes y proponiendo salidas de fondo, para que la crisis no la paguemos los trabajadores. “Y ahora que la crisis, la paguen los patrones”, se seguía escuchando entrada la noche.