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¿Para lograr “pan y trabajo” hay que luchar o apoyar al gobierno?

Pablo Almeida
Escribe Pablo Almeida, legislador electo Caba Izquierda Socialista/FIT Unidad y delegado general Ate Mecom

Dirigentes sindicales que vienen apoyando al gobierno nacional del Frente de Todos (“nuestro gobierno”, según dicen) han emitido una carta titulada “1982 - 40 años - 2022/Paz, Pan y Trabajo/Que la deuda no la paguen los de abajo”. Citan una frase del ex dirigente de  la CGT, Saúl Ubaldini: “Cuando se quiere luchar, siempre hay alternativa”.

La misiva está firmada por Pablo Moyano (Camioneros y CGT), Hugo Yasky (CTA y diputado nacional), Sergio Palazzo (Bancaria y diputado nacional), Víctor Santamaría (Porteros), Daniel Catalano (ATE Capital), Hugo “Cachorro” Godoy (ATE Nacional), Sonia Alesso y Roberto Baradel (Suteba), Marcelo Guagliardo (ATEN), Eduardo López (UTE), Rogelio De Leonardi (docentes-ATP La Rioja), entre otros.

Es importante que dirigentes sindicales de renombre se pronuncien por “Pan y Trabajo”, y señalen que a la usurera deuda externa no la paguen los de abajo. La carta, luego de reivindicar “la gran marcha de Paz, Pan y Trabajo del 30 de marzo de 1982”, dicen “a 40 años de aquella gesta popular que colmó la Plaza de Mayo, enfrentamos la misma disputa de intereses, la misma lucha entre los que quieren una Argentina que deje afuera al 70 u 80 por ciento de la población y los que queremos un país con igualdad y justicia en que todos y todas vivamos dignamente”. El primer interrogante sería el siguiente: ¿a qué se debe que, habiendo pasado 40 años donde probamos con todos los gobiernos patronales como el radicalismo, el peronismo en sus distintas variantes y PRO, la situación se sigue agravando? Lo primero a señalar ante los trabajadores es que la responsabilidad de que sigan el hambre y la pobreza es de todos los gobiernos patronales, incluido el actual, y por eso hay que enfrentarlos. Lamentablemente estos dirigentes no lo dicen. Al contrario, apoyan a este gobierno.

Por otra parte, dicen que tras el entendimiento con el FMI la gran discusión que se abre es: “¿Quiénes son los que van a pagar esta “deuda-estafa” al FMI? ¿Lo van hacer el hombre y la mujer de a pie? ¿Los jubilados? ¿Los asalariados que apenas pueden llegar a fin de mes? ¿Los trabajadores de la economía popular? ¿Los comerciantes? ¿Quiénes van a pagar las mieles que disfrutaron un puñado de tránsfugas sinvergüenzas? Los trabajadores y las trabajadoras no estamos dispuestos a hacerlo”. Está claro que a esa deuda, si no le paramos la mano al gobierno peronista, la va a pagar el pueblo trabajador. Es por eso que la primera tarea es enfrentar el actual pacto con el FMI, a lo que lamentablemente no llamaron ni llaman a hacer los firmantes de la carta. Solo el sindicalismo combativo junto a decenas de organizaciones y la izquierda llenamos varias veces la Plaza de Mayo contra ello. Y ahora viene la tarea de no dejar pasar sus nefastas consecuencias.

Es importante que digan en su carta “ante cualquier ajuste nos convocaremos nuevamente a las calles reclamando por lo que se comprometieron, salarios y jubilaciones por encima de la inflación, ningún tipo de reforma laboral ni previsional, las tarifas de los servicios públicos deben ser razonablemente accesibles para el trabajador”. Pero lamentablemente los firmantes de la carta niegan que ya haya un ajuste. Dicen que de haberlo “nos convocaremos nuevamente en las calles”.

Pero en estos dos años el gobierno cambió la movilidad jubilatoria, llevando a millones de jubiladas y jubilados a la desesperación, y los firmantes no convocaron a enfrentar semejante atropello. La lucha ya se tendría que haber dado y no lo hicieron. Cuando en la carta dicen “no vamos a renunciar a la lucha para exigir acciones concretas y urgentes que garanticen la mejora real de las condiciones de vida de las grandes mayorías”, lo están diciendo a futuro, mientras hoy es cuando crecen el hambre y la desigualdad social. Si dicen enfrentar las políticas de ajuste, los firmantes deberían apoyar, por ejemplo, al movimiento de desocupados combativo que viene haciendo acampes multitudinarios repudiando el ajuste que el gobierno pactó con el FMI, comprometiéndose a no otorgar más planes sociales y mantener los actuales de indigencia.

Para pelear por algo tan elemental como “Pan y Trabajo” hay que luchar. En la coyuntura y con medidas de fondo. Lamentamos también que muchos de los firmantes de esta carta, dirigentes de gremios importantes, vienen dejando pasar el ajuste y las rebajas salariales en sus sindicatos como en docentes (Yasky, Baradel, De Leonardi), o estatales (Cachorro Godoy y Catalano).

Queda claro que con el discurso de una supuesta combatividad no alcanza. Si quieren enfrentar el ajuste tienen que convocar a luchar en sus gremios y de conjunto; denunciando cada ataque antiobrero, así como los males del pacto con el FMI que votaron peronistas y macristas. Eso es lo que venimos haciendo desde el sindicalismo combativo y la izquierda y es el compromiso que seguiremos asumiendo.