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El peronismo nada tiene de “nacional y popular”


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
 
El peronismo del Frente de Todos nos llevó a un verdadero desastre en estos casi tres años de gobierno. Pidió el voto para combatir los males de Macri y pactó más sometimiento y entrega con el FMI. De esto son responsables los tres sectores representados por Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa. Miles de adherentes peronistas se preguntan: ¿hay que seguir apostando al peronismo o ya se agotó y llegó la hora de cambiar por la izquierda?
 
A la actual debacle política y económica la está llevando a cabo el gobierno peronista del Frente de Todos. Esta es la cruda realidad. Un peronismo que se postuló como “salvador” ante las crisis de gobiernos anteriores y ahora no puede mostrar ningún índice social favorable. Al contrario, crecen la pobreza, la indigencia y la desigualdad social. Esto está generando otra gran desilusión en cadena de sus seguidores. Desilución que también incluye a Cristina Kirchner, a quien se la empieza a ver como responsable de lo que está ocurriendo. Cristina y el peronismo kirchnerista intentan despegarse del mismo gobierno del que son parte y construyeron eligiendo a Alberto Fernández como presidente. Ahora pactan con Massa para que sea el “superministro” que comande el mayor ajuste que reclama el FMI. Todo esto llevó a que el Frente de Todos perdiera cinco millones de votos en las elecciones pasadas, de los cuales una franja lo hizo por el Frente de Izquierda Unidad.

Una compañera peronista me dijo en estos días “llegó la hora de no tragarse más sapos, para mi Massa era un límite”. Massa comandó la votación del acuerdo con el Fondo en el Congreso tejiendo alianzas con el macrismo, cuando se le decía a la base peronista que “había que terminar con la herencia de Macri”.
 
El capitalismo y el peronismo “te quitan”

El Frente de Todos vino usando discursos tipo “le declaramos la guerra a la inflación” o “no me van a torcer el brazo” como dijo Alberto Fernández. Pero ya sabemos dónde terminan, no haciendo nada contra los formadores de precios y beneficiando con un dólar diferencial a los oligarcas y grandes exportadores de alimentos y cereales.

El peronismo se ha transformado en un vehículo de las ganancias capitalistas. No podría ser de otra manera. La propia Cristina viene diciendo que “el capitalismo es un sistema eficiente”, cuando el capitalismo es hambre, inflación, pobreza, desigualdad social y calentamiento global en el mundo y en Argentina. No hay ningún país imperialista o capitalista en el cual no haya inflación, bajos salarios y saqueo explotador. Unas 2.500 millones de personas en el mundo han quedado bajo la inseguridad alimentaria mientras los pulpos alimenticios hicieron 382.000 millones de dólares de ganancias en los últimos dos años. Firmas que se la llevan en pala en otros países y acá con el beneplácito del gobierno, entre ellas Cargill, la china Cofco, la Ford, VW, General Motors, Chevrón, la Barrick, los grandes bancos y tantas otras.

Hoy el capitalismo “te quita” y el peronismo gobierna quitándoles a los trabajadores. Hay un dato revelado en estos días por una fuente ligada a la oficialista CTA Yasky diciendo que “entre 2016 y 2021 los asalariados perdieron 7,7 billones de pesos, el equivalente a 70.000 millones de dólares a diciembre de 2021” (Centro Cifra, Página12, 30/07). Una millonaria transferencia de ingresos desde los bolsillos de los trabajadores hacia las grandes patronales en tres años de gobierno de Macri y dos del Frente de Todos. Una “redistribución de la riqueza” al revés.  
 
¿Y las tres banderas?

El peronismo en sus orígenes enarboló las banderas de la justicia social, soberanía política e independencia económica. Era el peronismo del siglo pasado, donde se lograron importantes conquistas sociales por circunstancias económicas excepcionales que no volverán. Hoy en pleno siglo XXI el peronismo es sinónimo de lo opuesto. Por eso muchos de quienes provienen de ese tronco dicen “el peronismo se terminó con la muerte de Perón”. No hay que olvidarse que fue el peronismo menemista de los años ‘90 el que entregó todas las empresas del Estado con las privatizaciones en nombre del “salariazo y la revolución productiva”. Eso fue peronismo, no “neoliberalismo” como dicen ahora desde el Frente de Todos para despegarse de esos años de entrega y sometimiento.

No hay forma de que aquellas banderas se logren bajo un gobierno patronal y tradicional más, como lo demuestra el actual Frente de Todos. Solo nos liberaremos conquistando una Segunda Independencia del FMI y del imperialismo. Nacionalizando la banca y el comercio exterior. Reestatizando las privatizadas para recuperar el patrimonio nacional. Medidas de fondo que son indispensables, necesarias y fundamentales, las cuales vendrán de un gobierno de las y los trabajadores y una Argentina socialista. Por eso sostenemos que hay que superar al peronismo por izquierda, postulando la única alternativa de los trabajadores, las mujeres y la juventud y de la unidad de la izquierda que hemos conquistado con el Frente de Izquierda Unidad. Te invitamos a sumarte a Izquierda Socialista para fortalecer ese camino.