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Las “nuevas” medidas anunciadas / Más ajuste y sometimiento

Publicado en El Socialista N° 541
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Escribe José Castillo

Sergio Massa asumió como “superministro” de Economía, absorbiendo a los ex ministerios de Desarrollo Productivo y Agricultura. Con pleno acuerdo de Alberto y Cristina Fernández, Massa llega para profundizar el ajuste que ya viene llevando adelante el gobierno peronista del Frente de Todos, de la mano del FMI.

Con el beneplácito del establishment, Sergio Massa dio a conocer su equipo y finalmente este miércoles sus medidas económicas. Se puede resumir en pocas palabras: más ajuste, más sometimiento al FMI, y más privilegios para los monopolios agroexportadores, del gas y el petróleo, la minería y los banqueros. Para el pueblo trabajador no hay nada. Sólo promesas, que aún si se concretan serán migajas, profundizando la miseria, la baja salarial y la marginación social.

Todo a favor de los monopolios exportadores

El eje de la política de Massa pasa por conseguir dólares para “recomponer reservas”. La pregunta es para qué. ¿Acaso se trata de conseguir dólares frescos para mejorar los salarios de los trabajadores, o las jubilaciones, o para lanzar una plan de obras públicas que genere trabajo genuino? ¿Es para construir escuelas u hospitales? Nada de eso. Massa quiere juntar dólares para que crezcan las reservas y así cumplir con el Fondo, que exige que aumenten a 5.800 millones de dólares a más tardar a fin de año, para así garantizar los pagos de deuda. Y también para poder alimentar a los especuladores en su bicicleta financiera.

También hay que preguntarse cómo hará Massa para obtenerlos. Su política es ofrecerles más ventajas a los monopolios exportadores, pagarles “mejor” por cada dólar exportado, brindarles subsidios, exenciones impositivas y todo tipo de beneficios. Esta es su famosa fábrica de dólares, en realidad una fábrica de privilegios y vía libre al saqueo.

Más plata para los banqueros

Los especuladores financieros ya hace un par de meses que vienen amagando con no renovar los vencimientos de bonos y letras de la deuda interna. Eso fue lo que recalentó el dólar y uno de los motivos de la corrida cambiaria de las últimas semanas.

Sergio Massa y el presidente del Banco Central Miguel Pesce buscan que se renueven esos bonos y letras ofreciéndoles mayores premios: una tasa de interés cada vez más alta. Mientras los banqueros e “inversores” financieros festejan, ya que cobran millonadas solamente por renovar sus tenencias de bonos, para los trabajadores se encarece el crédito popular, los financiamientos con tarjetas de crédito y las compras en cuotas.

De gira por Estados Unidos, Francia y Qatar

Como parte de su plan económico, Sergio Massa anunció que saldrá de gira. Irá Estados Unidos, obviamente a reafirmar sus compromisos con el FMI, y de paso a ofrecer más privilegios para el saqueo de nuestras riquezas a los pulpos yanquis. Luego se dirigirá a Francia, a renegociar la estafa de la deuda con el Club de París. Y finalmente, recalará en Qatar, donde aspira a obtener fondos de nuevos préstamos (ahora se los llamará REPO) que, si los consigue, no serán más que una nueva vuelta de tuerca en la bola de nieve sin fin de nuestra deuda externa: algunos millones de dólares para “pasar un par de meses”, que después habrá que devolver con creces gracias a los intereses acumulados.

Se profundiza el ajuste

Todas estas medidas a favor de los grandes monopolios, las transnacionales, los banqueros y los especuladores se apoyan en una “expectativa”: que Massa tendrá más “volumen político” (así se está diciendo) para poder implementar el mayor ajuste que exige el Fondo. Massa reafirmó que, como sea, cumplirá con las metas acordadas en marzo pasado con el FMI, que exigen reducir el déficit hasta el 2,5% del PBI y no utilizar un peso más de emisión monetaria lo que sólo puede lograrse con un fortísimo ajuste. Con tarifazos (mayores a los pautados hasta ahora), salarios públicos y jubilaciones a la baja, congelamiento de planes sociales (se amenaza con una “auditoría para descubrir irregularidades”, con la explícita meta de reducirlos lo más posible) y ratificando todas las medidas de congelamiento de ingreso de personal que ya había anunciado Batakis.

Las medidas de Massa no contienen nada a favor de los trabajadores. Si hay algo, como el bono anunciado la semana pasada para los que perciben planes sociales, será absolutamente insuficiente. Se lanzan vagas promesas, como modificar el régimen de reajuste jubilatorio, pero en lo concreto lo único que hay es una  “compensación” de poco más de 1.000 pesos para quienes cobran la jubilación mínima. O el anuncio de que se reunirá con la CGT para “discutir” algún tipo de recomposición.

Nada bueno puede esperar el pueblo trabajador. El plan del Frente de Todos sigue siendo priorizar el ajuste con el FMI y los pagos de deuda por sobre las más urgentes necesidades populares.
La salida pasa por lo opuesto, postulando un plan económico alternativo, obrero y popular que, a partir de la suspensión de los pagos de la deuda externa y la ruptura con el FMI, coloque todos los recursos al servicio del salario, el trabajo, la salud, la educación y la vivienda.