Apr 16, 2024 Last Updated 4:53 PM, Apr 16, 2024

Nuestra posición ante las elecciones presidenciales en los Estados Unidos

Por Socialist Core-Núcleo Socialista (UIT-CI)

Las próximas elecciones presidenciales en los Estados Unidos tendrán lugar en un momento crucial de la historia. El sistema económico capitalista se enfrenta actualmente a una de sus peores crisis. La crisis ecológica de nuestro planeta ha ido de mal en peor, ya que el capitalismo resulta incompatible con la sostenibilidad social o ambiental. La pandemia Covid-19 está teniendo un impacto masivo en los pobres y los millones de marginados que tienen un acceso limitado a la atención de la salud, están perdiendo sus empleos y están expuestos a los mayores riesgos. La crisis de la salud lleva años gestándose y, como resultado de la respuesta tan deficiente del gobierno a la pandemia, más de 8,7 millones de personas se han infectado y 225.000 han muerto en los Estados Unidos.

La elección de Donald Trump en 2016 fue un punto de inflexión en la política estadounidense, ya que reflejó un proceso de creciente polarización. Envalentonó a la derecha y a los fascistas, pero no impidió el contraataque de la clase trabajadora y las comunidades negra, latina e inmigrante. El movimiento Black Lives Matter y millones de personas respondieron al brutal asesinato de George Floyd con el mayor movimiento de masas desde la década de 1960. Un amplio movimiento desafió el racismo y la brutalidad policial a pesar de la represión, exigiendo que se desfinanciara a la policía y cárcel para los policías asesinos.

Tanto el movimiento Black Lives Matter, como el feminista, señalan el camino a seguir. También muestran la necesidad de construir una organización política que encarne esas luchas, así como las de la clase trabajadora, que a pesar de los obstáculos que interpone la burocracia sindical ha participado en cientos de huelgas este año, muchas de ellas en solidaridad con el BLM. La rebelión antirracista debilitó la apuesta de Trump por la reelección.

Una reelección de Trump seguiría siendo una amenaza para los trabajadores de este país, envalentonando a los supremacistas blancos y a la extrema derecha, dando continuidad a los ataques contra los derechos democráticos. La mayoría de la gente en los Estados Unidos quiere poner fin a la presidencia de Trump, que ha sido especialmente beneficiosa para las multinacionales. Al igual que esa mayoría, reconocemos que el presidente Trump se ha apoyado en el racismo para sembrar divisiones en la sociedad y marginar aún más a los afroamericanos y a los inmigrantes. Trump y sus aliados ultraconservadores también han impulsado políticas antiaborto, lo que supone un revés para los derechos reproductivos de las mujeres. Nosotros también queremos derrotar a Trump y su derechismo populista. Pero creemos que sustituir a un político reaccionario recalcitrante por un político como Joe Biden no es la solución. Como socialistas revolucionarios somos transparentes y advertimos a la gente que Joe Biden no permitirá avances significativos contra la explotación capitalista, el racismo y todas las formas de opresión, ya que representa al Partido Demócrata, el otro partido capitalista. De hecho, los demócratas han fracasado a la hora de ejercer una oposición coherente a la presidencia de Trump. La verdadera oposición ha venido de las masas movilizadas en las calles y ahí es donde una alternativa política real está en forma embrionaria.

Como Trump ha prometido no ceder si pierde las elecciones, llamamos a los trabajadores que exijan a sus sindicatos planes de huelga si hay algún intento de fraude por parte del gobierno y que todos los activistas se preparen para salir a las calles. Algunos sindicatos, por ejemplo en Seattle, se están pronunciando en este sentido, e incluso están considerando la posibilidad de una huelga general, lo cual es muy positivo, pero es su responsabilidad ir más allá de las palabras y organizarse. En los Estados Unidos, los dos partidos del capitalismo, el republicano y el demócrata respectivamente, siguen sirviendo a los intereses de los ricos y en el mundo practican políticas imperialistas. Tal como están las cosas, para la clase trabajadora las elecciones presidenciales de los Estados Unidos no ofrecen ninguna alternativa política para atender sus necesidades cotidianas. Por ejemplo, desde el comienzo de la pandemia, los activistas de la vivienda en todo el país han exigido la cancelación del alquiler. Pero la demanda de cancelar el alquiler para las personas que perdieron sus trabajos e ingresos durante la pandemia ha enfrentado la resistencia, tanto del presidente Trump como de los demócratas. Si hay una moratoria de desalojo vigente es por la presión desde abajo.

El sistema electoral de los Estados Unidos está diseñado para evitar que las fuerzas políticas emergentes que representan los intereses de la clase trabajadora logren representación en el Congreso y en el Senado, ya que no hay representación proporcional y se impone una hegemonía bipartidista. La elección presidencial de segundo grado, a través del colegio electoral, viola el principio de “una persona, un voto”. Además, hay prácticas de supresión de votantes utilizadas por los republicanos dirigidas específicamente contra los afroamericanos, nativos americanos y otras comunidades oprimidas. Necesitamos luchar para poner fin a estas características antidemocráticas del sistema electoral de los Estados Unidos.

Vivimos en un país rico que tiene suficientes recursos para proporcionar servicios básicos como la vivienda y la atención sanitaria gratuita y universal para todos, así como el acceso a la educación pública gratuita en todos los niveles. Para lograr un verdadero cambio económico y social, que ponga las necesidades de la clase trabajadora, la juventud, los sectores populares y marginados por encima de las ganancias y para acabar con el racismo y la represión, es necesario luchar por un gobierno de la clase trabajadora. En esa perspectiva debemos situar todas nuestras actuales luchas democráticas y sociales, destacando la necesidad de organizar y luchar en las calles, más allá del ámbito electoral, y organizarnos en una nueva alternativa política, un nuevo partido o movimiento de izquierda independiente que represente verdaderamente los intereses de la clase trabajadora, la juventud y el movimiento antirracista. Un paso importante en esa dirección sería un frente unido de la izquierda socialista. La unidad en la acción y la realización de los debates necesarios ayudarían a construir esa alternativa política para las millones de personas que se han movilizado este año y lo seguirán haciendo en el futuro contra la austeridad, la pérdida de puestos de trabajo, por el derecho a la salud, contra el racismo y en defensa de los derechos democráticos. Entendemos y respetamos que millones de votantes usarán la boleta de Biden-Harris a regañadientes como un voto contra Trump. Por nuestra parte, no votaremos por Trump ni por Biden, llamamos a un voto crítico para cualquiera de los candidatos presidenciales de la izquierda independiente. También apoyamos el voto para los candidatos de la izquierda independiente a nivel local.

Más allá de quién gane las elecciones, la lucha continuará.

Socialist Core-Núcleo Socialista (UIT-CI)

Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional

www.uit-ci.org

Nueva York,

28 de octubre de 2020

 

Declaración de Uníos, sección peruana de la UIT-CI

El partido Frente Amplio (FA), como fenómeno progresivo que surgió al calor de las luchas ambientalistas y la defensa de los territorios, poniendo su inscripción electoral al servicio de las y los luchadores y los pueblos, no existe más, se ha convertido en un sello vacío y de brutal e irreversible adaptación al régimen democrático burgués.

Como Uníos participamos, desde las bases, primero en la construcción del Frente Amplio y luego como invitados del partido FAJVL, pero siempre conservando una política independiente de clase para empalmar con miles de luchadores y luchadoras con el objetivo de construir el partido de los trabajadores. Esta es una aclaración necesaria porque no somos parte de esa pelea fratricida entre caudillos que se viene desarrollando al interior del FA, sin un programa político y económico de fondo para salir de la crisis y cada vez más alejado de las bases y las luchas en curso. 

En ese sentido, en el pronunciamiento de saludo a ambos congresos del FA que enviamos a fines de septiembre, llamamos a poner por delante la discusión de un programa de fondo para salir de la crisis, para unir las luchas y a los luchadores contra la criminal reactivación económica del gobierno y la Confiep, pero lamentablemente nuestro llamado a la unidad no fue escuchado por las fracciones en pugna. Pusieron por delante la disputa por el aparato burocrático en el marco de una angurria electoral que llevó a un sector a buscar alianzas con la izquierda reformista y al otro sector a imponer métodos de suspensiones y expulsiones. No somos parte de eso, rechazamos tanto el giro oportunista como el método burocrático de purgas, ambas variantes de la apolillada política estalinista.  

La presentación de la plancha presidencial y sus listas al Congreso, por su composición y su construcción sin un debate programático y sin una perspectiva de independencia de clase, demuestra la cristalización burocrática y desviaciones políticas que liquidaron al FA. Han privilegiado las candidaturas al servicio de la interna fratricida que no representan al pueblo en lucha. Solo es un paso más hacia la descomposición, por lo que desde Uníos no participaremos en el presente proceso electoral, apostando a la construcción de un nuevo proyecto político.

Desde Uníos llamamos a los miles de luchadores y luchadoras que se ven defraudados ante el fracaso del FA a seguir organizados, a evitar la desmoralización y construir juntos una nueva alternativa política del pueblo trabajador con un programa político consecuentemente anticapitalista. Reafirmando nuestra identidad y trayectoria política, pongamos en marcha de manera unitaria, consecuente y democrática el reagrupamiento de quienes nos negamos a ser comparsa de un régimen que nos explota, oprime y nos hunde en la miseria y destruye nuestro medio ambiente de la mano del saqueo capitalista de nuestros recursos naturales.

Es en esa perspectiva que ponemos a disposición nuestra inscripción electoral en trámite  “Partido de los Trabajadores Uníos” y nuestra ubicación en el Congreso, junto al compañero Enrique Fernández Chacón, para que de manera colectiva y unitaria, sin sectarismos ni oportunismos, construyamos un nuevo partido político de los trabajadores, para la lucha frontal contra todos los gobiernos capitalistas y los grandes empresarios y para la acción cotidiana junto al pueblo trabajador y no solo para las elecciones. Que con democracia obrera albergue de forma consecuente las luchas del pueblo trabajador, el movimiento obrero, los trabajadores informales, las comunidades originarias, los pequeños campesinos, las luchas de las mujeres y la juventud en el camino de la pelea por un gobierno de los trabajadores sin empresarios ni burócratas que nos permita poner a disposición todos los recursos del país con una planificación democrática de la economía para resolver las necesidades del pueblo trabajador y no de las ganancias de los grandes empresarios. ¡Manos a la obra, no hay tiempo que perder!

Lima, 2 de noviembre de 2020

Reproducimos a continuación una declaración posterior a la elección del domingo 25 de nuestros compañeros del Movimiento Socialista de los Trabajadores (sección de la UIT-CI y partido hermano de Izquierda Socialista). En él se analizan los resultados del plebiscito y los desafíos planteados hacia la elección de convencionales constitucionales fijada para el 11 de abril del año próximo.

Lo que la votación de ayer expresó fue una ruptura radical y masiva con el pasado. En ese sentido fue una continuación directa de la gran movilización iniciada el 18 de octubre del año pasado contra las alzas, la miseria, el régimen corrupto y el gobierno de Piñera.

Es un triunfo del conjunto del pueblo que salió a la calle y soportó asesinatos, mutilaciones, cárcel, en suma, la represión violenta de un gobierno sostenido por los políticos y el Parlamento.

La votación del “apruebo”, con 78% del total, ha dejado en claro el masivo repudio a la Constitución de Pinochet. La misma Constitución a la que se aferra Piñera y la derecha para mantenerse en el poder a pesar del profundo repudio de la población.

Contra lo que esperaba la derecha y la falsa oposición, la política de los acuerdos fue derrotada. Ellos esperaban una importante votación al rechazo, para evitar cualquier cambio importante a la actual constitución. Necesitaban que la derecha tuviera una buena votación, para justificar los vetos e impedimentos a los cambios. Sin embargo, la derecha y el gobierno resultaron derrotados con un escuálido 20% de apoyo.

Por eso decimos que el otro gran derrotado es el gobierno de Piñera, y de quienes lo sostienen. El 20% del rechazo expresó, de nuevo, la total ausencia de una base social fuerte de apoyo al gobierno, pero esta vez incluye, incluso, a los sectores más de derecha que venían criticando a Piñera. ¡Todos juntos, fueron incapaces de construir una base de apoyo fuerte!

Las celebraciones por la noche, estuvieron totalmente teñidas de gritos y pancartas contra Piñera. Millones votaron contra el gobierno, y lo hicieron saber en las calles. Lejos del discurso de unidad que dieron en la Moneda, Piñera debió cambiar su local de votación a un colegio en un barrio rico del país, votó muy temprano y con escolta policial, situación que no dejó indiferente a nadie. “Cambios para evitar protestas”, debieron reconocer en La Moneda.

La contundencia del triunfo dejó, además, heridos de muerte a los viejos partidos políticos que por 30 años defendieron los privilegios de los grandes grupos económicos, el capital extranjero y a las fuerzas represivas bajo las turbias aguas de la política de los acuerdos y la corrupción.

De nuevo, las celebraciones en la noche expresaron esta realidad innegable. La Concertación celebró escondidos en un local partidario. El PC y el Frente Amplio se debieron conformar con ir a una plaza absolutamente secundaria de la capital, sumándose a las actividades llamadas por asambleas. ¡Ningún sector de la oposición pudo hacer un acto público reivindicándose el triunfo! ¡Ninguno pudo aparecer en Plaza Dignidad!

La Constitución quedó herida de muerte tras el rechazo masivo del pueblo y los trabajadores en el plebiscito, pero aún no muere.

¿Y si Piñera, el régimen y sus partidos fueron derrotados que ganó el pueblo?

No debemos engañarnos, si bien se ha conseguido una votación histórica contra la constitución de Pinochet y el gobierno, se ha hecho en el marco de un proceso impuesto por el corrupto Acuerdo por la Paz. Por eso este triunfo expresa, también, un proceso contradictorio.

Nos están guiando a la trampa de las maniobras y las mentiras de la ley 21.200, que regula la convención constitucional. La que le da 2/3 de quórum a la derecha y la ex Concertación para defender el legado de Pinochet, que impide cambiar acuerdos con las multinacionales, que evita que la convención sea libre y soberana. Sobre todo, va a poner la convención en manos de los partidos de los 30 años, dejando fuera a las y los independientes.

Por eso, debemos seguir denunciando esta trampa, pero interviniendo con todo en la Convención sin dejar las calles, y sin dejar de exigir la salida de Piñera ahora. Debemos impedir que se salgan con la suya y que utilicen este triunfo popular contra la voluntad del pueblo con una versión 2.0 de la corrupta política de los acuerdos.

A pesar de lo difícil que será, debemos intervenir con candidatos surgidos de los sindicatos, organizaciones feministas, de las asambleas territoriales y las movilizaciones. Debemos seguir usando el instrumento poderoso de la movilización ya que fue él quien verdaderamente posibilitó este triunfo.

Piñera se debe ir ahora

Las y los presos de la lucha deben salir de las cárceles y sus procesos o condenas deben ser anuladas.

Que se ponga fin al toque de queda y la intervención de los militares en labores represivas.

Disolución ahora de Carabineros y creación de una nueva fuerza policial elegida de abajo arriba con un sólo escalafón y bajo control de los vecinos y los trabajadores.

El pueblo no se debe desmovilizar ahora bajo pena de perderlo todo.

Deben los trabajadores, sectores barriales y populares, nuestros pueblos originarios, las mujeres y la disidencia construir una nueva dirección política de la clase trabajadora y el pueblo, anticapitalista, democrática y de lucha, barriendo con los burócratas y dirigentes que impiden su lucha. Debemos luchar por un gobierno de la clase trabajadora y el pueblo, que es la única garantía de que podremos resolver las demandas más sentidas. Y para defender esta propuesta y llevarla a todos los rincones de nuestro país, debemos construir juntos un nuevo referente político para seguir luchando.

Por esto, te invitamos a unirte al MST (sección chilena de la UIT-CI). Participa de nuestros talleres y charlas, legalicemos candidatos de lucha y garanticemos el verdadero triunfo obrero y popular: El socialismo organizado democráticamente por el pueblo y los trabajadores.

¡Viva el paro nacional del 21 de octubre!

Para este próximo jueves 21 de octubre las distintas centrales sindicales de Colombia, agrupadas en el Comando Nacional de Paro, han convocado a un paro nacional contra el gobierno de Iván Duque y su paquetazo económico antipopular exigiendo una renta básica para los trabajadores informales, tierra y apoyo para los campesinos, educación gratuita en todos los niveles, dignificando la carrera docente derogando el estatuto docente, salud a cargo del Estado, respeto a los territorios de los pueblos indígenas, protección del medio ambiente, por la solución a las demandas de los mineros del Cerrejón, en contra del decreto 1.174, que atenta contra los derechos laborales de la clase trabajadora, y en contra de los asesinatos de jóvenes y líderes sociales.

Desde el 21 de noviembre de 2019, cuando se produjo un contundente paro nacional con movilizaciones en Bogotá, Cali, Medellín y otras ciudades de Colombia, distintos sectores se han venido movilizando por sus derechos. Incluso, en pleno confinamiento por la pandemia, continuaron las movilizaciones y cacerolazos.

Un vendaval de luchas recorre el país. En las últimas semanas son los jóvenes y estudiantes los que han salido a las calles, a esto se suma ahora la Minga indígena que en movilización recorre todo el país, teniendo previsto llegar a Bogotá el próximo martes 20. La huelga de los mineros del Cerrejón en la Guajira. El paro nacional de 48 horas convocado por Fecode y las centrales sindicales para este 20 y 21 de octubre. Es en este contexto de luchas obreras, indígenas y populares que el Comando Nacional de Paro ha convocado al paro del próximo 21 de octubre.

Los compañeros y compañeras de Colectivos Unidos, organización hermana de la UIT-CI en Colombia, se han sumado activamente a la convocatoria del paro nacional del 21, y en respaldo a la huelga minera, la Minga indígena y el paro docente.

Y han venido haciendo un llamado a los jóvenes, a las centrales obreras, a la Minga, a Fecode, a las organizaciones campesinas y populares a confluir en una mesa nacional de todas las organizaciones sociales que unifique a los distintos sectores y convoque a un encuentro nacional de emergencia que discuta y apruebe un plan de lucha nacional que le imponga al gobierno de Duque un pliego nacional construido desde las bases que ponga fin a las grandes necesidades del pueblo colombiano y de los trabajadores.

Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional nos sumamos al planteamiento de Colectivos Unidos y les damos todo nuestro respaldo al paro nacional del 21 de octubre y a todas las luchas que se desarrollan en Colombia. Y llamamos a los trabajadores y pueblos del mundo a apoyar el paro nacional y a rodear de solidaridad la lucha de los trabajadores, trabajadoras, jóvenes, indígenas y el pueblo colombiano.

Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)

17 de octubre de 2020

Escribe Mercedes de Mendieta, legisladora porteña electa Izquierda Socialista / FIT Unidad

Con la participación de organizaciones y referentes feministas de Chile, Brasil, Perú, Bolivia, Venezuela, Argentina, Panamá, República Dominicana, Nicaragua, México, Estado Español, Portugal, Turquía, Irán y Argelia, realizamos una jornada virtual internacional con el objetivo de impulsar la lucha por un movimiento feminista que enfrente, junto con la clase trabajadora, los ajustes de los gobiernos capitalistas y las multinacionales.

Este encuentro volvió a mostrar cómo las problemáticas de las mujeres trabajadoras, negras, indígenas, migrantes y del colectivo de la diversidad sexual no tienen fronteras. Durante su desarrollo se ratificó que, si algo ha puesto al descubierto la pandemia del Covid-19 junto con la crisis económica capitalista, se profundizan las desigualdades de género. Las mujeres trabajadoras somos utilizadas más como variable de ajuste, por eso crecen la desocupación y la feminización de la pobreza mientras los índices de violencia de género y de falta de acceso a los derechos sexuales y reproductivos crecen en todo el mundo.

Salimos más fortalecidas y enriquecidas del debate político que se llevó adelante. Cada una de las intervenciones permitió visibilizar la cruda realidad que viven las mujeres en todo el mundo, pero también que estamos en la primera línea de combate contra los ajustes de los gobiernos capitalistas y por nuestros derechos. También se mostró que las mujeres ocupamos los puestos estratégicos dentro del sistema de salud, como ha narrado Priscila Vázquez, de Panamá, o la referente nacional de enfermeras de Fesimra, de Bolivia.

Las compañeras de México narraron cómo es la lucha contra la violencia de género y la trata de mujeres en uno de los países con mayores índices de femicidios,  marcando la responsabilidad de los gobiernos capitalistas sobre la muerte de las mujeres, que mientras pagan millones de deuda externa no destinan presupuesto alguno para combatir la violencia machista. Violencia que se recrudece hacia las mujeres negras, migrantes e indígenas, como han marcado las intervenciones de las compañeras de República Dominicana, Turquía y Brasil.

Lo que ha quedado claro es que el movimiento feminista viene en todos los países siendo parte de las luchas. En Chile por #FueraPiñera, en el Estado Español contra los cierres de fábricas, en la Argentina por el aborto legal, en Nicaragua por la libertad de las y los presos políticos.

Las mujeres de Medio Oriente y Norte de África estuvieron presentes a través de las voces Fatemeh Masjedi, de la Alianza de Socialistas de Oriente Medio y África del Norte de Irán, y de Sabiha Nalouf, de Acción de Izquierda Popular de Argelia, quien nos llenó con su relato sobre el Hirak argelino, que registró su pico de movilización el 8 de marzo de 2019, en el marco del paro feminista mundial, cuando las y los argelinos salieron a las calles de todo el país, una movilización sin precedentes en la historia de Argelia que empujó a Bouteflika a renunciar a su quinto mandato.

Este encuentro no solo fortaleció el debate político, sino que ratificó nuestra convicción de seguir impulsando un movimiento feminista antipatriarcal, anticapitalista, anticlerical, antirracista y por un gobierno de las y los trabajadores. Y nos llevamos a cada país la tarea de impulsar cinco campañas políticas. En primer lugar, el apoyo a las trabajadoras de la salud que están en la  primera línea de combate contra la pandemia del coronavirus. También la campaña contra los crímenes de odio, como fue el de Marielle Franco, y contra el racismo, que afecta principalmente a las mujeres negras, indígenas y migrantes. En tercer lugar, la campaña por la libertad de las y los presos políticos en Chile, Nicaragua y Medio Oriente, por la legalización del aborto y el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos. Y, por último, la realización de una jornada internacional el 25 de noviembre contra toda forma de violencia de género. Invitamos a acompañar, junto con las mujeres de la UIT-CI, estas campañas políticas.

Nuestro semanario. En el que te acercamos el reflejo de las luchas del movimiento obrero, las mujeres y la juventud, además un análisis de los principales hechos de la realidad nacional e internacional.

Es una herramienta fundamental para fortalecer a Izquierda Socialista y al Frente de Izquierda.

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