May 23, 2024 Last Updated 11:35 AM, May 23, 2024

Las palabras del título las pronunció el pastor bautista y activista por los derechos civiles Al Sharpton en el homenaje a George Floyd en Minneapolis. "Lo que le pasó a Floyd pasa todos los días en este país", dijo Sharpton. "Es el momento de que nos pongamos de pie y en nombre de George digamos: saca esa rodilla de mi cuello", agregó.

Escribe Miguel Lamas, dirigente de la UIT-CI

En nombre de George Floyd, millones de personas volvieron a llenar las calles de las principales ciudades norteamericanas en repudio al racismo, a la policía y a Trump. El movimiento, además, tiene una inmensa repercusión mundial.

Pero la movilización fue mucho más allá de cualquier división racial. En los últimos días en las calles se encontraron millones de jóvenes, trabajadores, los sectores blancos más empobrecidos, con la misma indignación en Minneapolis, Nueva York, Washington, Boston, Miami y Michigan, y más de 600 ciudades. Hay quienes afirman que son las manifestaciones más grandes en la historia de Estados Unidos.

La represión y las amenazas no sirvieron para detener el movimiento

En los últimos días las marchas fueron pacíficas, porque ya no hubo represión. Hubo marchas de diferentes sectores, y en diferentes horarios (solo en Nueva York hubo 30 convocatorias distintas este domingo 7).

Mientras los máximos dirigentes sindicales de la AFL-CIO (la central sindical), burócratas vinculados al Partido Demócrata, no dicen nada, la solidaridad de la clase trabajadora surge en todas sus formas. La mayoría de los que protestan son trabajadores y trabajadoras, que sufren 42 millones de despidos, recortes de salarios y el desastre en salud pública. La cuenta trágica del Covid 19 ya llega a 2 millones de infectados confirmados y 115.000 muertos (lo que afecta preponderantemente a latinos, negros y pobres en general, por sus condiciones de vivienda y trabajo).  

También hubo importantes expresiones organizadas de lucha de los trabajadores: sindicatos de choferes de buses urbanos de pasajeros de la ciudad de Nueva York, Minneapolis y otros, se niegan a cooperar trasladando policías a la represión.

Los trabajadores de la salud están saliendo a la calle en masa, exigiendo que los sindicatos y las organizaciones de salud asuman la lucha contra la violencia racista de la policía. Hubo un paro de una hora de los portuarios y empleados de los muelles de ambas costas. Con la presión de las bases, muchos otros sindicatos han salido con declaraciones de solidaridad para George Floyd y las protestas en general. Muchos trabajadores presionan a sus organizaciones para que participen en las manifestaciones.

Trabajadores no sindicalizados, también están mostrando solidaridad con el movimiento nacional contra la violencia policial desde sus lugares de trabajo. En restaurantes de diferentes lugares los trabajadores gastronómicos se negaron a preparar comida para los policías.

En los últimos días, Trump, los gobernadores y alcaldes tuvieron que replegar la represión y anular los toques de queda. Trump amenazó el jueves pasado, después que decenas de miles de manifestantes llegaron a la Casa Blanca y le dieron el gran susto, con movilizar al ejército para reprimir a los manifestantes. Como casi todas las amenazas que dijo, le salió al revés… ¡Al día siguiente había el doble de manifestantes en las calles!

Los demócratas también fueron golpeados

El Partido Demócrata, el otro gran partido patronal imperialista, trata de aprovechar la situación para las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, contra los republicanos de Trump. El ex presidente Barack Obama salió públicamente a apoyar la legitimidad de las manifestaciones antirracistas.  Aunque es sabido que bajo su gobierno no hubo ningún cambio sustancial ni con el racismo ni con la represión policial.

Sin embargo, los demócratas también resultaron golpeados por la protesta popular. El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio (que en la interna había apoyado a Sanders) fue abucheado por la multitud, reunida en el acto de homenaje a Floyd, que le reprocha la represión policial violenta en Nueva York contra manifestantes pacíficos por violar el toque de queda. Algunos de los miles de manifestantes le gritaban: "¡De Blasio, regresa a casa!" y "¡Voten en su contra!". El alcalde se fue poco después.

Crisis del régimen político

Trump intentó dar una imagen fuerte, se declaró “presidente de la ley y el orden”. Pero los resultados fueron contraproducentes para él.

Ya en los primeros días de las protestas se vio en muchas ciudades a policías uniéndose a los manifestantes, poniendo rodilla en tierra. También hubo rumores del descontento de militares ante la afirmación de Trump de que emplearía a las fuerzas armadas en la represión.

Pero lo más insólito fue que el secretario de Defensa de Estados Unidos, Mark Esper (que se supone solo puede obedecer órdenes del presidente), rechazó el despliegue del Ejército: “estas medidas sólo deberían utilizarse como último recurso y en las situaciones más urgentes y extremas. No estamos en una de esas situaciones ahora”.

Por su parte el ex jefe del Pentágono Jim Mattis, que dimitió en diciembre de 2018 a raíz de otra trifulca pública con Trump, afirmó: “Donald Trump es el primer presidente de mi vida que no trata de unir al pueblo americano, ni siquiera lo finge. En su lugar, intenta dividirnos”. Mattis, agregó: “Militarizar la respuesta, como hemos visto en Washington, establece un falso conflicto entre los militares y la sociedad civil”.

Por un movimiento de izquierda independiente

Los manifestantes se identifican en gran parte de los casos con Black Lives Matter (también conocida por las siglas BLM; en inglés, Las Vidas Negras Importan). También Trump acusó a “izquierdistas”, entre ellos a “antifa” (que significa antifascista y que es básicamente anti Trump en el caso de Estados Unidos). Pero ninguno de los dos son movimientos orgánicos, no tienen organización, ni dirigentes públicos, ni programa. En la movilización participan diversos grupos de izquierda, de derechos humanos o antirracistas. Lo que predomina es el surgimiento de una inmensa nueva vanguardia juvenil luchadora. Muchos apoyaron la campaña de Bernie Sanders y fueron defraudados por su renuncia y apoyo a Biden. Se abre una oportunidad para pelear por formar un movimiento de izquierda independiente de los dos partidos tradicionales.

Esta es la gran debilidad del movimiento, que el Partido Demócrata trata de utilizar para las elecciones presidenciales, sin resolver los graves problemas populares, ni el de la represión policial y racista.

Entre las demandas, además de justicia para Floyd y castigo a sus asesinos, surgieron reclamos por disolver cuerpos policiales o bajar sus presupuestos. En Minneapolis el propio Concejo Municipal afirma que va a disolver la policía y en Nueva York la alcaldía aceptó bajar el presupuesto.

Desató una movilización mundial

El asesinato de George Floyd y la rebelión popular en Estados Unidos, ocasionó protestas solidarias en todo el mundo.

Cientos de miles de trabajadores y jóvenes protestaron en Australia, Reino Unido, Alemania, Francia, Bélgica, Holanda, España, Hungría, Finlandia, Suecia, Brasil, Corea del Sur, India, Ghana, Kenia, Liberia, Nigeria y Sudáfrica, y en decenas de otros países. En Canadá hubo miles de manifestantes en Vancouver, Toronto y Ottawa.

En Austria se reunieron 50.000 manifestantes. En Bristol una enorme multitud derribó y arrojó a las aguas del río Avon la estatua de Edward Colston, supuesto “benefactor” inglés, traficante de esclavos africanos del siglo XVII. En Londres, marcharon para insultarlo a la residencia del primer ministro conservador Boris Johnson (aliado de Trump). En Francia, 25.000 desafiaron una prohibición de protestas en París.

Los trabajadores y sectores populares brasileños se están manifestando contra Bolsonaro y la ola de asesinados a manos de la policía en las favelas de Río de Janeiro.

Esta enorme repercusión mundial, indica que millones de trabajadores y jóvenes en todo el mundo se identifican con la lucha en Estados Unidos, porque ven problemas similares, en muchos países también el racismo y represión, y en casi todas las tremendas consecuencias de salud y económicas del Covid 19 y la crisis capitalista, con centenares de millones de despedidos.  

Pese al temor de los rebrotes del coronavirus, se están retomando las grandes luchas del 2019, contra la desigualdad social, la destrucción ambiental y la represión, que se habían detenido por la larga cuarentena, ahora con el importantísimo agregado de la clase trabajadora norteamericana. Indudablemente esto va a fortalecer la lucha internacional de la clase trabajadora y los sectores populares contra los planes de hambre, la crisis de salud y represión en cada país. Se retoma la discusión sobre soluciones de fondo para terminar con el sistema capitalista-imperialista destructor del ser humano y la naturaleza. Y la necesidad de luchar por lograr gobiernos de las y los trabajadores que empiecen a construir una sociedad socialista.

Desde la UIT-CI llamamos a seguir apoyando la lucha masiva en Estados Unidos y en el mundo, contra Trump y la represión, por la libertad de los presos por manifestar, justicia para George Floyd y castigo a sus asesinos.

Sumate a la campaña por Justicia para George Floyd y firmá el petitorio:

A las organizaciones antirracistas, de derechos humanos, sociales y políticas de los Estados Unidos.

Los abajo firmantes apoyamos al pueblo norteamericano en lucha por justicia para George Floyd, cárcel a sus asesinos y contra el racismo y la represión de Donald Trump

Firmá en:

https://forms.gle/Teg7h7qGRD538ywL8



Compartimos declaración de UNÍOS de Perú

Desde UNÍOS UIT-CI en el FA informamos que nuestro compañero, el actual Congresista Enrique Fernández Chacón, ha dado positivo a la prueba molecular para Covid19 que le realizaron hace tres días. Por tal motivo se encuentra internado bajo cuidado médico en una situación estable y sin grandes complicaciones respiratorias y evoluciona satisfactoriamente.

Mientras esperamos su pronta recuperación, de la misma manera que lo hacemos con las miles de personas que sufren la enfermedad, desde UNÍOS en el FA seguiremos adelante en la tarea de luchar por un plan económico alternativo, que parta de un fuerte impuesto a las grandes fortunas empresariales para conquistar un bono universal de 1000 soles y fortalecer el sistema público de salud con un inmediato aumento de presupuesto no menor al 8% y garantizar la salud que el pueblo necesita para enfrentar la pandemia y sus consecuencias.

Lima, Domingo 7 de Junio.

Campaña internacional: Justicia para George Floyd y cárcel a sus asesinos

Compartimos las imagenes de esta campaña que impulsamos desde la UIT-CI, en pedido de justicia para George Floyd, recientemente asesinado por la policia de Minnesota en Minneapolis, Estados Unidos. Suma tu adhesión!

Argentina

 

Brasil

 

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Panamá

 

 

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Estado Español

 

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Estados Unidos

México

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República Dominicana

Solidaridad desde Palestina

 

 

 

 

 

 

 

 

¡Que la crisis del coronavirus la paguen los capitalistas!

La pandemia del Covid-19 está siendo utilizada por el imperialismo, los gobiernos capitalistas y los grandes empresarios para buscar descargar la crisis sobre la clase trabajadora y los sectores populares del mundo. Ya millones sufren el despido o la rebaja salarial y crece el hambre para amplios sectores de la población pobre de todos los continentes.

Esta pandemia no ha terminado y no se sabe cuándo será superada. No hay vacuna a la vista. El coronavirus, como el cólera, el dengue o el sarampión, surgieron del caldo de cultivo que crea el sistema capitalista imperialista. Solo se explica en el marco de la miseria creciente, el hacinamiento habitacional y de la degradación ambiental que producen las multinacionales en su carrera por las ganancias a costa de la superexplotación de las masas. Se puso en evidencia la destrucción de los servicios públicos estatales de salud, producto de años de ajuste y reducción de los presupuestos. En especial en las principales potencias capitalistas como Italia, el Estado español o los Estados Unidos. En Italia durante diez años redujeron el presupuesto de salud en más de 30.000 millones de euros. En los Estados Unidos casi no hay un sistema público estatal. Pero esto también se da, bajo distintas formas, en todos los países del mundo. El capitalismo alienta el negocio de la salud privada.

Y ahora, ante esta calamidad global que ellos facilitaron, no se quieren hacer cargo. Para el sistema capitalista imperialista y las multinacionales lo primero es defender sus riquezas y ganancias, no la salud y la vida digna de miles de millones. Con el argumento de la pandemia y de las cuarentenas, o sin ellas, despiden a sus trabajadores, rebajan el salario, o directamente no pagan por la “crisis”. Cuando antes del coronavirus las multinacionales, los bancos y los grandes terratenientes del mundo venían acumulando grandes ganancias. Ya es casi popular que veintiséis supermillonarios tengan la misma cantidad de dinero que 3.800 millones de las personas más pobres del mundo. Estamos hablando de multinacionales como Amazon, Microsoft, Ford, General Motors, Toyota, Siemens, Exxon Mobil, Chevron, Total, Samsung, Nestlé, JP Morgan Chase, HSBC, Alibabá, Walmart, Johnson y Johnson, Bayer-Monsanto, Pfizer, Coca-Cola, Boeing, Airbus, Facebook, Apple, Cargill, entre otras.

Además, los “salvatajes” del gobierno de Donald Trump no son para invertir en salud pública o para “salvar” el salario del pueblo trabajador norteamericano. Son para socorrer a las multinacionales yanquis. Algo semejante ocurre en la Unión Europea. Trump otorgó 455.000 millones de dólares a las grandes empresas como préstamo bancario con garantía del Estado. O sea que si no pagan pasa a ser deuda pública. Mientras, en el último mes se produjeron más de veinte millones de nuevos desempleados. Al mismo tiempo solo diez multimillonarios, incluyendo al dueño de Amazon, Jeff Bezos; el dueño de Facebook, Mark Zuckerberg, y el dueño de Microsoft, Bill Gates, aumentaron en 51 mil millones de dólares sus riquezas.

El otro mecanismo de expoliación del imperialismo, la banca, el FMI y el Banco Mundial es el de la deuda externa. En 2020 la deuda global alcanzó un récord histórico de 253 mil millones de dólares. De esa forma se saquea a los pueblos del mundo. Los gobiernos agentes del imperialismo llevan décadas pagando una deuda fraudulenta mientras hoy, según datos de la misma ONU, existen 821 millones de personas que se van a dormir con hambre y que, por el crecimiento de la pobreza y el hambre, podrían morir 300.000 personas por día.

La crisis del coronavirus muestra la debacle del sistema capitalista imperialista y pone sobre el tapete la pelea por un cambio de fondo. Hay que luchar por terminar con este sistema logrando gobiernos de las y los trabajadores que inicien la construcción de una sociedad socialista sin patrones y con una planificación económica basada en las necesidades de la clase obrera y los sectores oprimidos.

En ese camino, hoy tenemos que impulsar las luchas obreras y populares para enfrentar la crisis del coronavirus. Para defender la salud y la vida de los pueblos explotados y enfrentar los ataques a las condiciones sociales por parte de los gobiernos y los grandes capitalistas.

La clase trabajadora y los sectores populares ya están saliendo a enfrentar esta realidad. Empezando por las y los trabajadores de la salud reclamando más presupuestos, salarios e insumos, siguiendo por las huelgas obreras de Italia de marzo exigiendo parar la producción. Las huelgas en empresas contra los despidos o por medidas de seguridad en los Estados Unidos, el Estado español, Grecia, Argentina, Colombia. Los saqueos por hambre en Venezuela o los cacerolazos en Brasil contra Bolsonaro y su política criminal. Los enfrentamientos en los barrios populares de París contra la represión policial. Y la sorpresiva vuelta de las movilizaciones populares en Líbano reclamando contra la continuidad del ajuste social que venían repudiando desde octubre de 2019.

Desde la UIT-CI apoyamos todas estas expresiones de lucha en cada país y llamamos a darles continuidad y unidad en un amplio movimiento internacional para que la crisis del coronavirus la paguen los capitalistas y no los trabajadores y los pueblos.

Proponemos luchar por un plan de emergencia obrero y popular en cada país e internacionalmente. En todo el mundo se necesita plata para salud, salario, trabajo y comida. La pandemia del coronavirus no ha terminado. Y también tenemos la pandemia social que quieren imponer el imperialismo, las multinacionales y sus gobiernos. Por todo ello se hace necesario luchar por el no pago de las deudas externas. Por un frente de países deudores para no pagar. Altos impuestos progresivos a las multinacionales, los bancos y los terratenientes del mundo. Para dedicar, en cada país, esos fondos para combatir el Covid-19, prohibir los despidos o las rebajas salariales, dar un seguro o salario de cuarentena al desocupado (parado) y dar comida a millones de necesitados.

También llamamos a repudiar toda forma de represión policial usando el argumento del confinamiento o cuarentena, como la militarización,  y a defender el derecho a la protesta obrera y popular.

Cada día se hace más evidente que para enfrentar la actual crisis del coronavirus, como la que vendrá luego de la pandemia, se necesita avanzar en acciones unificadas a nivel internacional. En muchos países ya se está reclamando imponer impuestos progresivos a la riqueza. En África se estaría generando un bloque de países para no pagar la deuda externa. Se hizo ya una acción mundial de protesta de los trabajadores de las Apps. El FIT-Unidad de la Argentina convocó a una conferencia de lucha latinoamericana que solo está postergada por la pandemia. Otras iniciativas de lucha internacional irán surgiendo. En ese marco, desde la UIT-CI apoyamos toda forma amplia de lucha y coordinación empezando por los tres puntos señalados: 

1) No al pago de las deudas externas.

2) Altos impuestos progresivos a los de arriba. 

3) Contra toda forma de represión y por el derecho a la protesta.

Y convocamos a la más amplia unidad de acción de las organizaciones obreras y populares, del movimiento de lucha de las mujeres, de la juventud, del movimiento contra la degradación ambiental, como de la izquierda anticapitalista y socialista para coordinar un movimiento de lucha internacional.

Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores

Cuarta Internacional (UIT-CI)

11 de mayo de 2020

 

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