Al cierre de la sesión del jueves 11 de mayo en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, me entrevistó radio JAI (israelí) a raíz de mi aclaración de voto a la declaración que la Legislatura votó por amplia mayoría en solidaridad con los casi mil presos palestinos que se encuentran en huelga de hambre desde el 17 de abril en Israel.
Una declaración similar fue aprobada el pasado 11 de mayo por el parlamento portugués (1). Asimismo, numerosas manifestaciones en solidaridad con los presos palestinos vienen teniendo lugar en distintas ciudades del mundo. (2)
Es de público conocimiento que los presos palestinos en las cárceles de Israel protestan contra las condiciones degradantes de encierro a las que están sometidos, las detenciones arbitrarias, la tortura y el aislamiento, la negligencia médica, la humillación, y la negación de derechos básicos, como las visitas familiares o la educación. La respuesta del Estado de Israel a su lucha ha consistido sistemáticamente en poner a los líderes palestinos en confinamiento solitario o transferirlos a otros centros de detención, y en la amenaza de la alimentación forzada (una práctica considerada como una forma de tortura por el derecho humanitario y la ética médica). Datos de organizaciones palestinas de derechos humanos señalan que hay 6.500 palestinos detenidos en prisiones israelíes, de los cuales 300 son niños y 500 están bajo detención administrativa (sin juicio ni cargos por periodos de seis meses prorrogables). Hay además trece miembros del Parlamento palestino encarcelados en prisiones israelíes.
La lucha de estos presos políticos es una expresión de la larga lucha del pueblo palestino por libertad, contra la ocupación sionista y por su existencia nacional. Setenta años después de la adopción del plan de partición de Palestina y cincuenta años después de la ocupación israelí de Cisjordania, la Franja de Gaza, Jerusalén Oriental y los Altos del Golán en Siria, la historia demuestra la inviabilidad de la solución de dos estados y la farsa de las negociaciones de paz: el proyecto colonial, expansionista y racista del movimiento sionista sigue siendo apropiarse de toda la Palestina histórica y al mismo tiempo eliminar a su población originaria. Hemos denunciado que Israel fue un invento del imperialismo para meter una cuña en Medio Oriente contra los pueblos árabes. La corriente a la que pertenezco, la Unidad Internacional de Trabajadores – Cuarta Internacional levantó históricamente la consigna por un estado único en Palestina, democrático, laico y no racista donde árabes y judíos convivan en paz, y abogamos por el desmantelamiento del Estado de Israel, junto con sus fuerzas de seguridad, instituciones y sociedad racistas y terroristas.(3)
En la entrevista de radio JAI señalé que eran presos de un estado teocrático terrorista que repudiaba, al tiempo que sostuve que era profundamente solidaria con el pueblo judío contra el genocidio que vivió. Justamente en mi intervención contra el 2x1 a los genocidas en Argentina, acababa de reconocer en su lucha contra los nazis y por la memoria contra el holocausto, el ejemplo que debíamos seguir. (4)
Radio Jai y la DAIA iniciaron una campaña pública de ataques a mi persona, acusándome de antisemita atizando a sus seguidores a repudiarme. (5) Desde Izquierda Socialista denunciamos que ambas organizaciones tergiversan mis declaraciones para confundir y seguir creando un manto de miedo entre los propios judíos que cierre filas frente a un estado que realiza crímenes de lesa humanidad ante los ojos del mundo.
Pero además, su campaña confunde semitas con judíos. Semitas son los pueblos hablantes de lenguas semíticas que incluye al hebreo y al árabe entre otras. En todo caso, somos convencidos “semitas”, en razón de nuestra solidaridad con todos los pueblos y etnias hablantes de las lenguas semíticas y sus realizaciones culturales, que convivieron pacíficamente en Próximo y Medio Oriente hasta la llegada del sionismo y la creación del estado de Israel en 1948.
A todos quienes con honesta sorpresa escribieron a mi Facebook para indignarse por mi denuncia a Israel los invito al debate fraterno. Fueron los grandes capitalistas cristianos y judíos de EEUU y Europa, los que le impusieron a los judíos más pobres y despojados de la post-guerra la mochila de ir a enfrentarse contra los pueblos árabes, clavando una cuña del imperialismo en esas tierras. Les doblaron el dolor del holocausto. Los obligaron a vivir en un estado permanente de guerra. El servicio militar de 4 años priva a los jóvenes judíos que viven en Israel de su juventud, no solo en el tiempo, sino en el alma ya que los obliga a ser cómplices de la tortura y el asesinato a jóvenes y niños palestinos. Y así los vemos desfilar al cierre de su servicio militar por América Latina, buscando un poco de reparo después de haber sido arrastrados a ser autores también ellos, que no lo quisieron, del terror contra otro pueblo.
Conozcan la verdadera historia de la colonización de Palestina. Rebélense contra esa jerarquía teocrática al servicio del imperialismo que los condena a seguir sufriendo. Súmense a la lucha por destruir ese estado terrorista, y reconstruir otro, único, con vínculos fraternos entre árabes y judíos.
Laura Marrone
(3) Ver Palestina. Historia de una colonización. Buenos Aires, 2da edición, El Socialista.
(4)http://www.radiojai.com.ar/online/notiDetalle.asp?id_Noticia=85624
Contactos
Laura Marrone: 11-6882-9255
Twitter: @Laura_Marrone
https://www.facebook.com/Laura-Marrone
Secretaría de Prensa
Luz: 11 6804 2363
Alejandro: 11 6054 0129
www.izquierdasocialista.org.ar