A fortalecer el Frente de Izquierda

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El Frente de Izquierda debe ir unido a las PASOEste año el FIT fue una alternativa ante el gobierno y los políticos de la oposición patronal. Propuso proyectos de ley en defensa de los trabajadores y demás sectores populares, y puso sus bancas al servicio de los que luchan. El Frente de Izquierda debe postularse unitariamente para las elecciones de 2015, enfrentando unido las PASO y seguir avanzando electoralmente a una amplia franja de trabajadores y jóvenes por una salida de izquierda y de independencia de clase.

Escribe: Juan Carlos Giordano

2015 brindará una gran oportunidad electoral para el Frente de Izquierda. En las elecciones pasadas, el FIT obtuvo más de un millón doscientos mil votos, capitalizando un giro hacia la izquierda en la conciencia de miles y miles de desencantados con los viejos partidos.

Fruto de su crisis y la del PJ, el gobierno tiene varios candidatos. Y los “armados” electorales de Massa, Macri y Unen son poco creíbles. Massa pactó con los radicales en varios distritos, está cocinando un acuerdo nacional con De Narváez y se reunió con Rodríguez Saá. Macri arregló en Córdoba con la UCR y Luis Juez. Carrió dio un portazo en UNEN llamando a unirse con Macri y la UCR se alió con el PRO en varias provincias. Insaurralde, quien estuvo con el gobierno, ahora se iría con Massa. Ante esto, el FIT aparece como una alternativa de izquierda, seria y coherente.

Sobre las diferencias en el FIT

La unidad plasmada en el FIT se concretó a pesar de las diferencias, las cuales son públicas y de conocimiento de la vanguardia. Las diferencias entre el Partido Obrero, PTS e Izquierda Socialista abarcan tanto el terreno sindical, sobre cómo encarar los desafíos electorales del FIT. Sobre lo primero, lamentablemente PO nunca entendió la necesidad de unir a los luchadores sindicales combativos, aunque no todos adhieran al FIT o a las posturas de cada uno de sus partidos. Siempre tuvo una visión sectaria, y dijo que el Encuentro Sindical Combativo era un emprendimiento político “contra el FIT”. Una excusa para negarse a la coordinación y dar pasos unitarios por una nueva dirección del movimiento obrero. En el mismo sentido, PTS, que impulsó el primer encuentro sindical de Atlanta siendo parte de su mesa nacional, boicoteó el de Platense. En vez de impulsar una alternativa antiburocrática en unidad, ambos partidos prefirieron priorizar sus proyectos partidarios. Mostrando que tienen puntos de contacto, “autoproclamatorios”, que la izquierda debe superar, donde terminaron priorizando “sus” actos, el “congreso” de PO del pasado 8 de noviembre en el Luna Park y el de PTS en Argentinos Juniors este 6.

Sobre las diferencias en cómo encarar la campaña electoral de 2015, el PTS, sin que propusiera una reunión de la mesa nacional del FIT para debatir el tema, lanzó la pre candidatura de Del Caño a presidente. Esa ubicación, por los acuerdos alcanzados en el FIT, le corresponde al Partido Obrero.

PTS dijo que la precandidatura del actual diputado Del Caño obedece a un necesario “cambio generacional” dentro del FIT. Ahora el propio Del Caño señaló en el acto de Argentinos: “Mi candidatura pretende ser el símbolo de la fusión de los trabajadores, la juventud y las mujeres con la izquierda, sin eso, la izquierda no tiene futuro” (La Izquierda Diario, diario digital de PTS, 6/12). ¿Qué quiere decir, que la candidatura de Altamira no lo sería?

Sorprende este planteo autoproclamatorio y electoralista, ya que lo que le ha dado fuerza al FIT es su unidad, más allá de los candidatos que encabezan sus listas. La unidad alcanzada por el FIT, no sus candidaturas en sí mismas, ha llevado a que, por ejemplo, el propio Del Caño a pesar de ser muy poco conocido, saliera diputado nacional por Mendoza. Competir para ver qué candidato es más o menos revolucionario que otro dentro del FIT, sin considerar la fuerza de cada partido y los acuerdos alcanzados, es un debate estéril, ya que el perfil de izquierda y revolucionario lo da el programa obrero y socialista que levanta.

PTS ha dicho, a su vez, que si no se acepta su propuesta, el FIT debería dirimir sus candidaturas en las PASO. Algo completamente equivocado. No sólo porque tanto Izquierda Socialista como PO nos hemos pronunciado en contra, sino porque es nocivo para el FIT. Recordemos que el FIT tuvo que hacer una campaña especial en 2011 pidiendo el voto “democrático” para poder superar el piso proscriptivo del 1,5% de las PASO, los famosos 400 mil sufragios para poder participar en las elecciones.

Sorprende que un partido que se dice revolucionario esté tan empeñado en apelar a un mecanismo tramposo y repudiado por todo el FIT, y ni siquiera baraje algún otro mecanismo democrático, como asambleas simultáneas en todo el país de todos los militantes del FIT, o algún otro de ese tipo, para dirimir tal o cual ubicación en las listas si ese discusión hubiera. Que sea organizado y controlado por las fuerzas del FIT, y no por la justicia patronal electoral.

La propuesta de Izquierda Socialista

Mas allá de las diferencias, el FIT ha venido funcionando por consenso, en base a un programa de independencia de clase y ubicando las candidaturas en forma equilibrada en relación a la fuerza de cada partido. El FIT apostó además, a la rotación de las bancas. Por ejemplo, nuestra compañera Angélica Lagunas de Neuquén está entregando la suya, a Suppicich de PO. Y en Córdoba, PO hará lo mismo dejando su lugar a la compañera de PTS. La postura de PTS tiende a cambiar esas reglas de acuerdo, reclamando exigencias y condiciones para su propio partido que atentan contra los criterios ya alcanzados.

La postura de PTS ha llevado a una legítima preocupación entre la militancia y votantes del FIT sobre si se está o no ante una posible ruptura del mismo. A tal punto que Del Caño tuvo que señalar en el acto de Argentinos, “el FIT no se va a romper”. Revelando que la postura de PTS sería para presionar a un acuerdo y lograr una mejor ubicación en el reparto de sus candidaturas. Sin embargo, su planteo de dirimir las candidaturas en las PASO atenta contra ello. Entre otras cosas, porque las PASO impiden compartir la fórmula presidencial entre dos fuerzas que compiten entre sí. Quiere decir que los candidatos de la lista del partido que gane postularía el presidente y vice, impidiendo que la fórmula presidencial sea compartida como ahora. Esperamos que prime la sensatez y salgamos unidos a enfrentar los próximos desafíos.

Izquierda Socialista sigue planteando que en base al programa y a los mecanismos ya acordados en relación a las candidaturas, respetando el equilibrio de los tres partidos y la rotación de los cargos, tenemos que seguir avanzando. El FIT debe concurrir con lista única y consensuada para enfrentar el intento proscriptivo de las PASO como lo hizo en la elección anterior.

En ese marco, consideramos que la fórmula presidencial debe ser compartida entre PO y PTS, en ese orden. Eso no significa que deba ser así en todos los distritos. Por ejemplo, Izquierda Socialista tiene clara preponderancia en Córdoba, donde la figura de la izquierda es nuestra compañera Liliana Olivero quien debe encabezar la principal lista.

Proponemos finalmente que con esos criterios, el Frente de Izquierda convoque a un acto a principios de 2015 para salir con fuerza y unificadamente a aprovechar el desafío electoral.


MST: ¿de qué “unidad” habla?

Escribe: Atilio Salusso 

El MST ya lanzó hace más de un año su fórmula presidencial Bodart-Ripoll. Dicho partido, que se autotitula “nueva izquierda”, vino de fracaso en fracaso. Apostó a un “proyecto emancipador” con Pino Solanas (quien se fue con Carrió, aunque el MST nunca cuestionó esa unidad hasta que lo dejaron afuera en el reparto de los cargos). Y el MST se alió con Luis Juez en Córdoba (transformado ahora en fervoroso defensor de la unidad con Macri). Después de fracasado su proyecto de embellecer a figuras patronales, el MST vuelve a proponer ahora un frente de centroizquierda, camuflado bajo el eslogan de “unir a la izquierda”.

Su propuesta no tiene nada de izquierda, al querer conformar un frente con De Gennaro-Unidad Popular (con quien el MST fue en la elección pasada en provincia de Buenos Aires en una lista encabezada por la burócrata Marta Maffei y no pasó el piso de las PASO), Patria Grande (ver nota), el PCR y otras fuerzas de la izquierda política y social (AS nº 631, 26/11). A ello suma al FIT (¿?¡¡), que nada tiene que ver con esas variantes.

Tampoco la propuesta del MST es “democrática”, ya que llama a dirimir las candidaturas en una supuesta interna entre el FIT y la centroizquierda en las proscriptivas PASO. Un mecanismo tramposo del régimen que provocó, por ejemplo, que la fórmula de Proyecto Sur que apoyaba el MST en 2011 (Argumedo-Cardelli) quedara afuera con el 0,8% de los votos sin llegar al 1,5% que imponían las PASO. Elección en la que, recordemos, el MST tampoco llamó a votar por la única fórmula presidencial de izquierda que hubo, Altamira-Castillo, llamando al voto en blanco o nulo, haciéndole el juego a las otras variantes patronales. ¿En base a qué criterios ahora el MST “llama” al FIT?

Que ningún activista o votante de izquierda se preste a confusión. Mientras el MST no rompa con esa política, seguirá frustrando voluntades. Bodart-Ripoll no quieren ninguna “unidad de la izquierda”. Si fuera así, se sumarían al FIT, la expresión más acabada de la unidad. Su proyecto es otro, de centroizquierda. Llamamos a los simpatizantes del MST a no dejarse engañar y a optar desde ahora por la verdadera alternativa de izquierda representada en el FIT.


La crisis de la centroizquierda

Escribe: Javier Leonforte

Tras 12 años de kirchnerismo la centroizquierda argentina ha quedado dividida y profundamente en crisis. Esto abre la posibilidad de que se acreciente el espacio político para el Frente de Izquierda hacia las elecciones del 2015.

Los sectores autodenominados “progres” del kirchnerismo buscan impulsar candidaturas alternativas a la de Scioli, como el Movimiento Evita con el ex canciller Taiana, para hacerse un lugar en la interna del Frente para la Victoria que tiene al gobernador bonaerense como claro favorito. El legado de la década K no es otro que ajuste y represión, con cada vez menos doble discurso. Todo el gobierno está claramente hegemonizado por el PJ y los restos que le quedan de la centroizquierda (como Nuevo Encuentro, el viejo Frente Grande, el PC u otros) van de furgón de cola en un tren comandado por caudillos, barones y caciques peronistas.

Otro sector de la centroizquierda, como Pino Solanas o Libres del Sur, se mantiene diluido en UNEN atrás de la UCR de Sanz y Cobos y del PS de Binner. El UNEN profundizó su crisis interna por la ruptura de Carrio, que puja por una alianza con Macri. El propio Luis Juez en Córdoba también empuja la unidad con el PRO y los radicales evaluarán hasta último momento unirse al jefe de gobierno porteño. Difícilmente el UNEN pueda mostrarse como una variante “progresista”.

Por otro lado, la candidatura de Victor De Gennaro de la CTA a la presidencia por “Unidad Popular”, con apoyo del PTP/PCR, no despierta entusiasmo en ningún sector obrero o popular y no figura en encuestas con intención de voto. Existen sectores en la CTA Micheli que plantean ingresar al UNEN con los radicales y Binner y otros sectores que insisten con una candidatura propia que difícilmente supere el 1,5% proscriptivo de las PASO.

Finalmente “Patria Grande”, el espacio conformado por la corriente universitaria La Mella y un sector del Frente Popular Darío Santillán, propone unir a toda la centroizquierda en crisis (a sectores del kirchnerismo que no quieran ir a la interna del PJ, a sectores que rompan con UNEN, al espacio de la CTA y al MST) a “unirse con el FIT y organizar las PASO del campo popular”. Una utopía reaccionaria. No solo proponen legitimar las PASO, sino que buscan unir electoralmente a sectores políticos tan diversos con programas políticos antagónicos, con el objetivo de diluir a la izquierda combativa en un nuevo rejunte de centroizquierda.

Frente a la crisis de la centroizquierda en todas sus variantes, el Frente de Izquierda debe postularse unitariamente y a la ofensiva para sumar a los honestos luchadores que rompan políticamente con estas experiencias que ya fracasaron y estén dispuestos a defender incondicionalmente las luchas de los trabajadores y el pueblo contra este gobierno patronal, y contra el que venga, para impulsar un programa político de independencia de clase. Dando pelea en 2015 contra todos los candidatos patronales.

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