CONICET: Un triunfo parcial que deja muchos desafíos planteados

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Asamblea de investigadores del Conicet durante la toma del MinisterioAportes al balance de una lucha histórica

Escriben:Mercedes, Becaria CONICET, Activista en JCP
Nicolás, por Dirección de la Juventud de Izquierda Socialista

Una lucha de la magnitud que alcanzó la que dieron los trabajadores de la ciencia de todo el país en estos días seguro ameritaría un análisis largamente pensado, pero la cantidad de opiniones vertidas en las últimas horas al respecto, y los balances hasta opuestos por el vértice del proceso de lucha, obligan a dejar sentada una primera opinión para ponerla al servicio del debate colectivo. Sobretodo porque pensamos que el acrecentamiento de las distancias dentro de los actores que participaron de esta pelea entre aquellos que realizan un balance enteramente triunfalista, y aquellos que ven una derrota y plantean una crítica destructiva en particular hacia Jóvenes Científicos Precarizados -la agrupación que encabezó la toma del MinCyT-, puede carcomer la enorme unidad en la lucha conquistada esta semana, unidad que es enteramente necesario que crezca para seguir la pelea contra del desgüace del sistema de investigación público argentino. Y si eso sucediera, si se dinamitara la posibilidad de una lucha en común a nivel nacional desde febrero, el principal ganador de esta pelea, siga o no siendo ministro, sería Lino Barañao.

El gobierno retrocedió por la contundencia de la movilización...

De forma resumida es posible dar cuenta de cómo el gobierno tuvo que ir cediendo día a día a lo largo de la semana ante el fortalecimiento de las medidas de fuerza. La movilización al MinCyT del día lunes 19 se transformó ante la negativa del gobierno en dar respuesta a los reclamos por los 500 investigadores despedidos devino en la toma del establecimiento. Ese día, a través de su interlocutor, el ex (?) camporista, Alan Temiño, Barañao amenazó con demandas judiciales y desalojo policial. La toma fue masiva, y se guardó las amenazas en el bolsillo. El día martes, el propio Mauricio Macri tuvo que ausentarse de una entrega de premios en la Casa Rosada a científicos destacados al enterarse que los premiados iban a presentarle una carta en apoyo a las reivindicaciones de la toma. Luego vino la amenaza de que no iban a negociar mientras durara la ocupación del ministerio. Horas después tuvieron que sentarse a negociar con el ministerio ocupado. De decir que no había propuesta alguna para los 500 despedidos, pasaron a dar una parcial que dejaba afuera a más de un centenar. La Asamblea la rechazó y voto prepararse para pasar la navidad en el MinCyT. Llegó el viernes y el gobierno tuvo que presentar una propuesta que incluya a los 500.

La determinación del movimiento de lucha, en Capital y en el interior del país, y el masivo apoyo popular al reclamo en defensa de la ciencia, fueron poniendo al gobierno contra las cuerdas. Día a día las asambleas y la toma eran más masivas, la solidaridad de trabajadores y estudiantes iba creciendo, y hasta sectores del kirchnerismo que dieron la espalda en un primer momento al reclamo (y que durante su gobierno nunca dieron respuesta alguna a la demanda contra la precarización laboral de los jóvenes científicos), tuvieron que hacerse presentes. A eso se le sumó la ocupación de las sedes del CONICET del interior del país, como San Luis, Córdoba y Rosario. Ya habían comenzado los preparativos para una gran cena y festival en navidad en el ministerio, y desde el interior ya se empezaba planificar viajar a Buenos Aires, cuando llegó la propuesta del gobierno aceptando tener que retroceder parcialmente frente a los reclamos.

...Pero sostuvo su política de achique del CONICET

La propuesta que finalmente formalizó Barañao después de una reunión con Marcos Peña terminó de ratificar que éste no era un conflicto solo presupuestario, donde se padecía el recorte votado en la Ley de Presupuesto 2017 que votó Macri con apoyo del PJ, sino también una definición política de ir hacia el achique del CONICET. Aparecían fondos para costear la prórroga hasta diciembre de 2017 de la beca de los 500 despedidos, pero a costa de reubicarlos en otras dependencias. El cierre del ingreso al CONICET es una política de Estado en pos de deshilachar el sistema de investigación público argentino, y poner la innovación tecnológica y científica de nuestro país en manos del mercado y las multinacionales. A su vez, respecto de las "re-localizaciones", se trata de una "solución" similar a la que arribaron ATE y el Ministerio de Modernización frente a los despidos en el Estado de principios del 2016. Cabe mencionarse que que dichas reubicaciones fueron acordadas en general hacia el mes de agosto, cuando el proceso de movilización ya había sido liquidado por las conducciones burocráticas, no en el momento de alza, y al día de la fecha en gran medida no se han efectivizado.

La propuesta, por tanto, dejaba con sabor a poco frente a la magnitud de la lucha que se estaba dando, y presentaba varios puntos poco claros. A pesar de eso, antes de que la asamblea defina una posición, los gremios y agrupaciones de becarios conducidos por el kirchnerismo (ATE Verde y Blanco, Científicos Autoconvocados, etc.) se aprestaban a firmar urgentemente la propuesta. Se lo vio al propio Roberto Baradel, burócrata del sindicato docente de Provincia de Buenos Aires con alta trayectoria de entrega del salario, presente en la puerta del MinCyT diciendo "vine hoy y les traje suerte", y CTERA ya había sacado un comunicado celebrando el triunfo antes de que los propios becarios se enteren de la propuesta.

En este momento se dio el debate entre los propios afectados directos, aquellos de los 500 despedidos presentes en la toma, que presentaron distintas posiciones, en general, desde el rechazo absoluto por negar el ingreso al CONICET, algunos sugiriendo elaborar una respuestas en común con los sectores en lucha del interior del país (que mayoritariamente rechazaban la propuesta), y los que sugirieron enmiendas para hacer a la propuesta del gobierno en pos de llegar a un acuerdo para levantar la toma y continuar la lucha en febrero. Ésta última posición fue la que terminó primando, y la que se llevó desde JCP a la asamblea.

¿No daba para seguir?

Retomando lo previamente señalado, el gobierno fue retrocediendo a lo largo de la semana respecto de su negativa completa inicial, y sufrió un fuerte golpe político. Su posición de debilidad se ratificó con la celeridad con que aceptaron palabra por palabra de la contrapropuesta votada en la asamblea. Barañao demostró que el gobierno le tenía pánico a la imagen que darían ante todo el país cientos de científicos pasando la navidad en un ministerio denunciando que el gobierno quiere entregar la ciencia a pesar de todas sus promesas de campaña. Por eso, reflexionando junto a compañeros que participaron de la toma a lo largo de la semana, y consultando con compañeros que participaron de las movilizaciones en el interior del país, nos queda la impresión de que había fuerzas para seguir la lucha e intentar arrancar los ingresos al CONICET. Y a su vez, de que hubiese sido mejor buscar dar una respuesta unificada con el interior del país, sobretodo dado que el acta firmada instaba a "deponer la actitud" de quienes se movilizaron a los CCT de las distintas provincias. En suma, continuar la toma hubiese permitido recibir los resultados de las becas doctorales y pos doctorales en pie de guerra, y no desmovilizados como buscaba Barañao. Pasar la #NavidadenelMinCyT, planificar acciones en común con los compañeros del interior que estaban dispuestos a viajar a Buenos Aires, preparar una gran marcha a Plaza de Mayo en defensa de la ciencia junto a todos los sectores solidarios con esta lucha aprovechando el apoyo tremendo de la población, eran cartuchos que todavía nos quedaban por quemar en esta pulseada.

Vertimos esta opinión respetando completamente la posición mayoritaria de los compañeros de JCP que entendieron leyendo un desgaste del conflicto, y ante la decisión de los kirchneristas de firmar lo que sea, que era necesario trabajar sobre la propuesta del gobierno y no rechazarla de plano y continuar la toma. Hemos leído en las redes sociales algunos ataques hacia JCP que se encuentran creemos fuera de lugar, no porque no sean posibles las críticas y diferencias, sino porque en ningún momento tiene que perderse de vista que se trata de una organización de luchadores, democrática, que le puso el cuerpo a esta lucha antes de que muchas organizaciones que luego desfilaron por el MinCyT si quiera evalúen darla.

Como decíamos al principio, se dio una lucha histórica que amerita que discutamos conscientemente el balance para volver con todo en unidad a partir de febrero a pelear por los ingresos al CONICET y contra el ajuste en la ciencia.

Tiene que seguir creciendo la organización de los trabajadores de la Ciencia

En resumen, creemos se trató de una lucha histórica; con un esfuerzo y una abnegación inédita por parte de los trabajadores de la ciencia; que tuvo a una organización combativa y democrática, JCP, a su cabeza; que se trata de un triunfo parcial y un gran golpe para el gobierno; que había fuerzas para ir por más, y para intentar lograr un cierre al conflicto en unidad con el interior del país.

Dicho eso, la gran tarea es avanzar en la organización de los compañeros que se sumaron por primera vez a una pelea de este tipo, a discutir a fondo porque es necesario que crezca JCP, que se discuta de qué manera trabajar en los espacios de ATE. Es necesario reivindicar la acción directa y la asamblea para los próximos conflictos, tener de horizonte el trabajo unitario, y la lucha a fondo contra el gobierno macrista. En lo inmediato (esta semana), ante la publicación de los resultados de las becas de doctorado y posdoctorado, en febrero para retomar la pelea por el ingreso al CONICET, y de forma permanente en defensa de la investigación pública al servicio de las necesidades de los trabajadores y el pueblo.