La Nueva Escuela Secundaria y la toma de escuelas

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Colegios tomados: Los estudiantes tienen razón y no están siendo escuchadosEscribe: Laura Marrone Legisladora electa CABA y candidata a Diputada Nacional Izquierda Socialista/FIT

La toma de catorce escuelas medias durante más de un mes, las marchas, los acampes y festivales realizados por estudiantes secundarios en la Ciudad de Buenos Aires deberían haber sido motivo para el debate en los medios de prensa, especialmente durante la campaña electoral. No lo fueron. Que algunos miles de adolescentes perdieran un mes de clase y pasaran frío, en un intento desesperado por ser escuchados, no pareció inmutar a gobiernos y candidatos. Después de algunos intentos de sembrar miedo con visitas de policías, amenazas de desalojo o de prolongar las clases en vacaciones de invierno, la política ha sido la del desgaste.

La Nueva Escuela Secundaria (NES) es una propuesta aprobada en el Consejo Federal de Educación en el orden nacional, que ya se ha aplicado en el resto de las provincias, pero que en Ciudad de Buenos Aires viene siendo resistida desde hace más de tres años.

La Nueva Escuela propuso, entre otras medidas, la redefinición de las orientaciones del ciclo superior del nivel medio que habían llegado a un grado muy grande de diversificación durante el menemismo, de modo de reducirlas a alrededor de una decena. En Ciudad, esta reducción supuso el desconocimiento de algunas de larga tradición como las orientaciones pedagógicas o matemáticas que, sin embargo, gracias a la lucha de los secundarios de 2012, se reconocieron.

En este momento los reclamos refieren a cuestiones edilicias pues la extensión horaria de 35 a 38 horas semanales no ha sido prevista con la consecuente construcción de nuevas aulas. La superposición horaria entre turnos conduce a que se dicten clases en pasillos o patios. En provincia de Buenos Aires, el problema es igualmente grave y se tapa con la reducción de talleres y actividades extracurriculares. En no pocos casos, las horas de clase directamente no se cumplen, pues no hay lugar.

En el caso de las escuelas artísticas, una particularidad de Ciudad de Buenos Aires, donde sus alumnos cursan a contra-turno el trayecto específico en alguna rama de arte, es materialmente imposible aumentar las horas de cursada del bachillerato orientado.

Otra de las demandas es la participación en la elaboración de la currícula del Ciclo Orientado ya que los documentos bajados por el Ministerio de Educación no han considerado las propuestas elevadas por las escuelas durante el 2014. Son excesivamente específicos, con materias cuyos contenidos no están claros, todo esto en desmedro de una formación más general. Por ejemplo, se han reducido las horas de clase de Historia Argentina y en cambio se da peso excesivo a otras orientadas en turismo, arte o a materias técnicas.

Otro tema es la existencia de un porcentaje de horas de clase de definición institucional que cada escuela define a gusto. Las designaciones de docentes se realizarían año a año, lo que aumenta las condiciones de precariedad laboral ya existente por la falta de concursos anuales.

Desde el Frente de Izquierda hemos apoyado estos reclamos con dos proyectos de ley. Uno propuso la suspensión de la aplicación de la NES por dos años y otro la declaración de emergencia edilicia en la Ciudad con medidas como la reestatización de las tareas de infraestructura escolar. Actualmente se tercerizan, con empresas privadas que en muchos casos realizan verdaderos desastres a costos que sorprenden como verdaderas estafas. La escuela media, es el agujero negro de nuestro sistema educativo. Casi la mitad de los estudiantes no termina de cursarla en la edad correspondiente o directamente no la termina. Las razones son complejas y las políticas de estado no responden a esta situación. Los estudiantes tienen razón y no están siendo escuchados.