Crece el rechazo al ajuste en ciencia y universidad

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Los científicos y docentes avanzan en su coordinación para resistir al ajuste. Escribe Mercedes García • Investigadora en formación

En las últimas semanas, dos declaraciones causaron enorme revuelo en la comunidad científica y universitaria. Por un lado, el informe de Jorge Lanata en su programa dominical donde se sumó a una oleada de planteos en pos del arancelamiento de la educación superior. Intentan instalar la idea de que el problema de la UBA no es la asfixia presupuestaria sino el derroche en los estudiantes extranjeros, que asisten gratuitamente. Un discurso anti-inmigrantes que elude groseramente hechos concretos, como que las facultades de la UBA promueven a mansalva la generación de recursos propiosa traves de los caros posgrados que son cursados por gran parte de los estudiantes extranjeros en dicha universidad.

Por otro lado Lino Barañao, ministro de Ciencia y Tecnología que zanjó la grieta y pasó del gobierno de Cristina al de Macri, respondió a las preguntas que le hicieron los diputados en el Congreso por el recorte en el presupuesto 2017. Alegó que el problema era que nuestros científicos no se iban “lo suficiente” a trabajar al exterior, como si fuera ésta la causa de que el presupuesto de Ciencia y Técnica no alcance. La política y el discurso macrista se mueven así entre la xenofobia y la promoción de la “fuga de cerebros”, demostrando la línea privatizadora de la educación e investigación que el PRO sostiene.

Mientras tanto, los científicos y docentes avanzan en su coordinación para resistir al ajuste. Para el próximo jueves y viernes hay convocado un paro nacional de la Conadu Histórica, que también se ha lanzado a la pelea salarial frente a una inflación que devoró el aumento conseguido tras la histórica movilización del 12 de mayo.

Por su parte, los colectivos de investigadores como Jóvenes Científicos Precarizados, han definido convocar en unidad a los docentes y a la FUBA a una concentración en el Congreso para este jueves 27 para frenar el recorte en el presupuesto del 2017. En el proyecto inicial del gobierno se proponía rebajar del ya insuficiente 0,7 y 0,8 % del presupuesto total nacional de los años previos a un 0,59 %. Este ajuste va de la mano de recortes de investigaciones, recorte de becas (el equivalente a despidos) y el bloqueo del ingreso de nuevos compañeros a la carrera de investigación. Recordemos que pese al discurso del kirchnerismo de permanente celebración de su política para el área, el sistema científico argentino se sostiene sobre la base del trabajo precarizado de investigadores que no tienen un convenio colectivo de trabajo ni derecho laboral alguno. Sobre esa base de completa indefensión, una rebaja del presupuesto implica un alerta enorme para los compañeros cuya carrera e ingresos mensuales dependen de contratos y convenios que pueden caerse o bloquearse de un día para el otro.

Macri debió responder rápidamente al repudio a los dichos de Barañao y la convocatoria de este jueves con una partida extra al presupuesto inicial. Pero aún contabilizando esa partida (que no fue todavía formalizada) el presupuesto total se vería recortado respecto del 2016 en 990 millones de pesos. Es necesario redoblar la coordinación y la lucha para lograr frenar el ajuste y avanzar con los postergados reclamos de derechos laborales para los becarios e investigadores.