Contra el ajuste de Macri ¡Vamos con la unidad del Frente de Izquierda!

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editorialMacri y los gobernadores siguen aplicando su ajuste contra el pueblo trabajador. El consumo popular ya se redujo un 5% este primer cuatrimestre del año. La “respuesta” del gobierno es tratar de retocar los números del Indec para esconder que la economía sigue sin despegar. Mientras tanto, continuan los despidos y las suspensiones en las automotrices. Y a esto tenemos que sumarle las nuevas manifestaciones de destrucción de la educación pública, que se agregan a la miseria salarial docente.

Hace un par de meses Macri y Vidal culpaban a maestros y profesores de que no había clases por el paro. Hoy no pueden esconder las escuelas que no dictan clases simplemente porque se caen a pedazos. Lo mismo sucede con la salud pública, donde médicos y enfermeros siguen reclamando por sus salarios miserables y el estado de los hospitales. Mientras sucede todo esto, el ajuste tiene su contrapartida en las ganancias de las privatizadas, los bancos, las megamineras y los usureros de la deuda. La Bolsa de Buenos Aires lo refleja alcanzando máximos históricos. Todo acompañado por una “fiesta” de endeudamiento externo, que acumula problemas hacia adelante para el pueblo trabajador, con más pagos a costa de nuevos ajustes.

Macri lleva adelante el ajuste con la complicidad de la CGT, a lo que también aportó Baradel y la burocracia de la Ctera traicionando la lucha docente. Esta semana se dio un nuevo capítulo de la novela de la tregua y los acuerdos entre la burocracia sindical y el gobierno, con Macri junto a Pignanelli en la inauguración de una clínica del Smata, donde el presidente se dio el lujo de citar a Perón con su frase repetida de “la estrella polar de un país tiene que ser la productividad”. Expresión no inocente: “productividad” es la palabra clave para decir “flexibilización laboral”. Justamente lo que el burócrata del Smata está negociando con el gobierno: reventar el convenio colectivo mecánico, reemplazándolo por salarios a la baja y tareas ultraflexibilizadas.

Pero la noticia política de la semana fue el lanzamiento simultáneo de todos los candidatos patronales. El feriado del 25 de mayo Cristina Kirchner apareció en una extensa entrevista en C5N. Ese mismo día Massa y Stolbizer lanzaron su fuerza en un acto en el norte del conurbano. Y casi a la medianoche, el jefe de gabinete Marcos Peña salió a responderles desde el programa de Fantino “Animales Sueltos”. Todos ya salieron de campaña, haciendo promesas demagógicas a diestra y siniestra. Pero la realidad es que Macri está logrando pasar su programa de ajuste gracias a la complicidad del peronismo en todas sus variantes, incluyendo Massa y Randazzo. Lo mismo sucede con la centroizquierda, sea en la figura de Stolbizer (asociada a Massa) o del Frente Progresista que gobierna Santa Fe. Este es el auténtico accionar de los partidos patronales que ahora comienzan sus campañas electorales. Todos ellos votaron el pago a los fondos buitres y las principales leyes que necesitaba el macrismo. Y los que gobiernan llevan adelante en sus provincias el mismo ajuste que se realiza a nivel nacional. Como muestra basta ver la Santa Cruz de Alicia Kirchner. Y, a la vez, todos ellos están entrelazados en el pantano de la corrupción, como lo podemos ver en los entramados del caso Odebrecht.

Las enormes movilizaciones de marzo que culminaron con la huelga general del 6 de abril no tuvieron continuidad, producto de la nueva tregua pactada por las conducciones sindicales y políticas del peronismo con Macri. Pero la bronca popular siguió latente. Por eso nadie pudo impedir la masiva movilización contra el 2x1 a los genocidas. Centenas de miles en la calle derrotamos al intento de impunidad de los jueces de la Corte puestos por Macri, pero votados también por el Frente Para la Victoria, Massa y Stolbizer. Y las movilizaciones multitudinarias volverán a repetirse el próximo sábado 3 al cumplirse un nuevo aniversario del #NiUnaMenos.

Ante a esta realidad, se torna más necesario que nunca levantar una propuesta política alternativa, como la que encarnamos desde el Frente de Izquierda. Porque planteamos que hay que seguir peleando contra el ajuste y rompiendo la nueva tregua, pero al mismo tiempo oponiéndole un programa de emergencia, que plantee salarios iguales a la canasta familiar, prohibición de las suspensiones y despidos, reducción de la jornada laboral con igual salario para terminar con el desempleo y reestatización de las privatizadas y su puesta en funcionamiento bajo gestión de sus trabajadores y usuarios. Pero, por sobre todo, que explique que hay plata para llevar todo esto adelante si se suspenden los pagos de deuda externa y se ponen todos esos recursos al servicio de las necesidades más urgentes del pueblo trabajador, de salud, trabajo, educación y vivienda.

El Frente de Izquierda apoya y se hace presente en todas las luchas. Ha puesto y seguirá poniendo sus bancas al servicio de que triunfen y que se fortalezca el sindicalismo combativo contra la burocracia sindical. Ahora que todos los candidatos patronales salen a pedir el voto, denunciamos que cada apoyo que obtengan terminará siendo para que sigan aprobándose leyes contra el pueblo. En cambio, cada voto que logre el Frente de Izquierda será para fortalecer la pelea contra el ajuste. Porque necesitamos más diputados que sean la voz de los trabajadores, los jóvenes y las mujeres, en las calles, en el Congreso y las legislaturas. En desafíos electorales anteriores, el Frente de Izquierda pudo, gracias a ser expresión de la unidad de la izquierda, superar el millón de votos. Ahora tenemos nuevos desafíos: prepararnos desde ahora para disputar contra los candidatos de Macri y de la oposición patronal. Y un paso fundamental es enfrentarlos en las PASO con una lista unitaria. Porque una competencia entre los componentes del FIT nos desviaría de lo más importante: la lucha contra los políticos patronales que nos vienen gobernando desde hace décadas en base a ajustes, corrupción y entrega.