Ajuste y represión: El “fin del ciclo” K

(Tiempo estimado: 4 - 8 minutos)

Un fin de ciclo que augura un gran ajuste con represión para los que luchan.Cristina Kirchner sacudió con casi tres horas de discurso en el inicio de las sesiones del Congreso. Acompañada por el genocida Milani, el ex piquetero Luis D´Elía, La Cámpora -que esta vez tiró pétalos de rosas para confraternizar con la oposición- y del aparato clientelar del PJ peleándose por los presidenciables de 2015 entre Uribarri, Randazzo y Scioli, la presidente dijo que estamos en el "crecimiento con inclusión más virtuoso en 200 años de historia". Mostrando cifras -muchas mentirosas- y ocultando las verdaderas: que el salario viene perdiendo ante la feroz inflación, crecen los despidos y suspensiones, se viene otro tarifazo, sigue la entrega del país y, para que pase el ajuste en curso, se viene más represión para los que luchan. Esto último claramente explicitado por Cristina.

Hubiera sido bueno que se permitiera el uso de la palabra a los diputados presentes. Los del Frente de Izquierda podrían haber contestado, por ejemplo, que ante el actual ajuste y la decisión de criminalizar aún más a los que luchan (medida que fue defendida con entusiasmo por Macri y aplaudida en el recinto por el bloque del PRO), el FIT llama a hacer lo opuesto a lo que dijo Cristina. A apoyar la lucha de los docentes -que tienen un salario mínimo menor al Salario Mínimo Vital y Móvil, mientras la presidente dijo que es el mayor de Latinoamérica-; a seguir impulsando la campaña por la absolución de los petroleros de Las Heras (donde Cristina dijo que son asesinos); que no se le pague ningún peso a Repsol; como venimos sosteniendo desde Izquierda Socialista, que se suspendan los pagos de la deuda externa para invertir esos fondos en salario, trabajo, salud, educación y vivienda (no que se inste a los jueces a desalojar gente sin techo); se reestaticen los ferrocarriles bajo gestión de trabajadores y usuarios; y se nacionalice la banca y el comercio exterior para terminar con las especulaciones y haya créditos baratos para los trabajadores y el pueblo. O haber explicado que el Frente de Izquierda acaba de presentar un proyecto exigiendo 3.000 pesos de emergencia para todos los trabajadores, un salario mínimo de 9.000 pesos ajustable mensualmente, el 82% móvil y la prohibición por ley de despidos y suspensiones. Ley que nunca apoyarán ni el gobierno, ni los Massa, Macri, Binner, Alfonsín. Porque todos están por la rebaja salarial y dejar pasar los despidos.

Nada de esto ocurrió. Solo hubo un aburrido monólogo a los que nos tiene acostumbrados el kirchnerismo.

A su vez, con la defensa que hizo la jefa de estado de la privatización menemista de YPF (la cual Néstor Kirchner apoyó), quedó claro que el peronismo kirchnerista nunca rompió con el peronismo menemista de los 90: siguieron las privatizaciones, los pagos de la deuda y la dependencia del país con el imperialismo y las multinacionales. Por eso se va a pagar al Club de París (una deuda ilegítima que viene de la dictadura); a los fondos buitre y se pactó nuevamente con el FMI (socio del kirchnerismo en el INDEC). Dejando claro que en estos años nunca se combatió a las corporaciones ni a la "derecha". Lo que hubo fue un falso discurso embellecido como "progresista" y "nacional y popular", mientras se aplica la misma receta que vienen reclamando los Macri, el FMI, las multinacionales y los grandes empresarios y banqueros.

"Yo creo que es un fin de ciclo", dijo Cristina, haciendo referencia a que ahora hay un estado presente en oposición a gobiernos anteriores. Pero el verdadero "fin de ciclo" es el del gobierno. El peronismo K fue repudiado en las urnas el año pasado, perdiendo 4 millones de votos. Un fin de ciclo que augura un gran ajuste con represión para los que luchan. Y un fin de ciclo donde los luchadores y la izquierda tienen un gran desafío: presentar una alternativa sindical y política al conjunto de los trabajadores y el pueblo para enfrentar no sólo al gobierno, sino a toda la oposición patronal. Y levantar un plan económico alternativo obrero y popular, con medidas de fondo antiimperialistas y anticapitalistas. Que prepare una salida política como lo venimos postulando desde el Frente de Izquierda. El año pasado el FIT obtuvo un millón doscientos mil votos. Ahora hay que seguir dando respuestas para aquellos decepcionados que no ven alternativas (eso dicen las encuestas, cae la popularidad de Cristina y también la de los políticos del PRO, el Frente Renovador, la UCR o el FAP).

El ataque de Cristina a los docentes lo tenemos que tomar como un ataque al conjunto de los trabajadores ante la dura pulseada que está en curso contra el techo salarial del 25% y en cuotas que ofrece el gobierno y las patronales, en medio de una feroz devaluación y aumento de los artículos de primera necesidad. El gobierno llama a "cuidar los precios". Pero Cristina dijo que hay que aprobar herramientas para frenar las subas. ¡Reconoció que no está haciendo nada para atacar la inflación! ¿Por qué no toma medidas por decreto contra los monopolios formadores de precios que ella misma denuncia? ¡El gobierno le traslada a un jubilado o a una ama de casa la responsabilidad de que hagan algo para que los precios no aumenten! Una vergüenza.

Mientras el gobierno llama a cuidar los precios, los propios "precios cuidados" aumentan. Y los "no cuidados", aún más. Subieron la carne, los medicamentos, el boleto, ABL, las naftas, patentes, prepagas, la telefonía celular, peajes, se viene el aumento del subte y en las boletas del agua, luz, gas y ferrocarriles, entre otras. 

Este ajuste la burocracia sindical de todos los colores lo está dejando pasar. La CGT y CTA oficial (Caló-Yasky), y la CGT opositora de Moyano. No mueven un dedo para pedir un aumento inmediato de salario para enfrentar la suba de precios. "De 2012 a la fecha la canasta de alimentos subió un 72,1%, mientras que el salario privado tuvo una suba en el mismo período de 56,2 por ciento" (La Nación, 2/3). ¡Imaginemos esa misma ecuación para los trabajadores que cobran en negro, jubilados y receptores de planes sociales o la asignación por hijo! El gobierno y la CGT y CTA oficiales dicen que hay que resignar el pedido salarial para "cuidar el empleo". Lo mismo dicen Massa y Felipe Solá. ¡Caraduras! ¡Sin lucha no habrá ni salario ni empleo!

Por eso hay que rodear de solidaridad a quienes reclaman, en especial a los docentes. Y exigir a las centrales sindicales un paro nacional y plan de lucha para derrotar el ajuste, el techo salarial y frenar los despidos y suspensiones.

En ese marco, llamamos a apoyar la jornada del 12 convocada por la CTA Micheli donde reclamaremos la necesidad de una huelga general. Y a participar del encuentro sindical combativo convocado por el "Perro" Santillán, el "Pollo" Sobrero y otros dirigentes (ver páginas centrales), para coordinar y aprobar medidas de acción ante el inmovilismo de la burocracia sindical. Apoyar las luchas, coordinarlas e impulsar una alternativa sindical, económica y
política son las tareas de la hora que llamamos a impulsar desde Izquierda Socialista.