Terminado el receso escolar de julio, varias provincias retomaron acciones de lucha. Nuevamente la de Buenos Aires es donde se está jugando el destino del reclamo docente. 

Escribe: Guillermo Sánchez Porta

El salario sigue siendo miserable, la inflación se comió la pequeña recomposición que la burocracia de Suteba y FEB habían pactado en abril. Y la infraestructura, la obra social, las deudas salariales y, como desnudó masivamente la televisión, los vergonzosos recortes a los comedores escolares, son la nafta que echa combustión a la lucha.

El básico de un docente bonaerense es sólo de $2.000 y aumentará $200 más hasta marzo de 2015. El salario total (con bonificaciones en negro), de quien se inicia hasta quien tiene 15 años de antigüedad, apenas llega a $4.300. Solo un docente que se “revienta laburando” con dos cargos, suma sólo $6.600 (¡ni siquiera duplica!). Hay más de 50 mil docentes sin cobrar a pesar de haber trabajado. No están pagando el salario a docentes embarazadas. La infraestructura edilicia es un desastre, peligrosa, con pozos ciegos que se hunden, aulas electrificadas, falta de gas, estufas, luz, agua, techos que se caen, un verdadero desastre. La obra social, IOMA, no cubre miles de medicamentos, no autoriza ciertos tratamientos y no paga a médicos, que dejan de atendernos. Esto es una gran estafa, porque el gobierno recauda compulsivamente millonarios aportes de casi un millón de docentes y empleados estatales, supuestamente debería pagar mensualmente “lo que la obra social gastó”, y se queda con el resto! ¡Pero ni siquiera paga! Y el recorte vergonzoso de un 30% de los cupos de los comedores escolares, a los que además destina menos de $6 por pibe, es una muestra contundente de la mentira del gobierno de Cristina y de Scioli, que siguen, con cara de nada, mintiendo, diciendo que es el gobierno que más invirtió en educación pública.

Las bases imponen un parazo provincial

Ante esta situación y la bronca acumulada, el Plenario Provincial de Delegados (PPD) convocado por los Suteba multicolor disidentes (ver recuadro) resolvió primero llamar a parar el 16 de julio, como un paro de alerta al gobierno y las burocracias. El paro, con Udocba, sin el aval del Frente Gremial Docente (FGD), de Suteba y FEB, fue fortísimo. Además, se aprobó no iniciar las clases después del receso, con un paro de 48 horas y nuevo plenario.

Ante la certeza que este paro sería masivo y con el plenario provincial como único protagonista, FEB, Suteba y Udocba resolvieron sumarse y se logró un paro total. El gobierno, que comenzó denunciando que era un paro “político” y no negociaría nada, demoró pocas horas para citar a los gremios a paritarias. Allí decidió devolver el 30% de los cupos comedores, entregar miserables $300 como máximo mensual a los directores de las escuelas que “necesiten” algún arreglo (pasando la responsabilidad a las directoras) y “monitorear” el desfasaje salarios-precios, sin más. Con sólo estas medidas, la burocracia del FGD levantó toda medida. La moyanista Udocba decidió seguir toda la semana y el grueso de la docencia acompañó este parazo.

Toda la burocracia abandona la lucha, el Plenario decide seguir

Ante la evidencia que las bases querían seguir el paro, pese a la nueva capitulación del FGD, el PPD vota darle continuidad el martes 12 y miércoles 13. Lamentablemente la conducción de Udocba, imprevistamente, decide levantar los paros “porque la base no quiere más”, aunque no había una sola propuesta diferente a la rechazada. En realidad, hay una “santa alianza” del gobierno y las burocracias de los tres gremios para tratar de aislar la lucha docente y, sobre todo, al PPD. Temen, con razón, que se produzca una verdadera rebelión organizada por el PPD, como ocurrió a principio del año con los Docentes Unidos de Salta, que dirigieron democráticamente el paro y obligaron al gobierno de Urtubey a negociar paritarias con ellos, dejando de lado la vieja burocracia sindical de los demás gremios.

El paro del PPD del 12 fue masivo en las seccionales multicolores, fundamentalmente en la estratégica La Matanza, además de Quilmes, Bahía, La Plata, Tigre, Escobar, Berazategui, Ensenada, Marcos Paz. Y se sumaron miles de docentes en distritos como Malvinas, José C. Paz, Lomas, San Isidro, La Costa, Avellaneda y muchos más, o sea, donde trabajan más de la mitad de la docencia de la provincia. Esto coloca al PPD ante el desafío de dirigir la bronca y la lucha docente, desbordando a las burocracias y tratando de arrancarle al gobierno la plata necesaria. Exigiendo que Cristina y Scioli, en lugar de pagar la deuda externa, ponga el dinero en salarios y educación. Sólo cumpliendo el insuficiente 6% del PBI que la propia ley del gobierno le exigía llegar el año pasado (faltan 1,5%) y terminando con los subsidios a las escuelas privadas, el gobierno de Cristina podría decretar la emergencia educativa y cubrir lo faltante en salarios, infraestructura y comedores, en todas las provincias.

Llamamos a todos los docentes bonaerenses a sumarse a la organización y lucha encabezada por el PPD de los Sutebas disidentes y a los trabajadores a apoyar los justos reclamos, para que ganen los docentes y la educación pública.

Plenario Provincial de Delegados docentes
Surge un organismo democrático y resolutivo para la lucha

Escribe: Graciela Calderón

El triunfo que significó haber ganado el año pasado 9 seccionales de Suteba (que pudieron ser 12 y hay otras tantas donde la oposición tiene un peso determinante), fundamentalmente La Matanza, abrió un camino de organización y lucha cualitativamente diferente. Como siempre digo, no eligieron a lista opositoras, combativas, antiburocráticas, con peso determinante de la izquierda “para gestionar”, sino fundamentalmente para que nos pongamos al frente de los reclamos.

Pese al enorme peso que tiene La Matanza, la propia base docente sabe que solos es muy difícil luchar y ganar. Por eso desde el primer día, nuestra propuesta de volver a tratar de coordinar con las seccionales multicolores y convocar a plenarios provinciales de delegados con mandatos, cayó muy bien en todos los luchadores docentes. Costó, algunos directivos preferían sólo coordinar entre directivas, pero empezamos a convocar los PPD con los paros de 17 días de marzo. Funcionaba como un organismo de consenso entre directivas, corrientes y delegados. Fue un gravísimo error de las principales agrupaciones de la Multicolor no convocarlo cuando Baradel y Petroccini levantaron el paro, generando frustración en miles de compañeros.

Ahora, nuevamente la lucha nos impone esta coordinación. Y, como ocurrió en el último en La Matanza, surgieron divergencias sobre las medidas. Sólo nosotros habíamos propuesto hacer los paros de Udocba la semana anterior, que fueron masivos. En el PPD de La Matanza dijimos que habían sido fuertes y era necesario darle continuidad a la huelga, sin volver a las escuelas, como reclamaban miles de docentes. Pero el resto de las corrientes (PO, CCC, etcétera) consideró que era necesario volver. Lo nuevo es que esta vez las divergencias se resolvieron por votación. Perdimos por pocos votos. Y todos juntos salimos a trabajar por la resolución del paro de 48 horas y la movilización. Es fundamental que los próximos PPD mantengan ese criterio de debates, votaciones y cumplimiento unitario de las resoluciones. Quien se retire, pagará los costos de romper esta unidad.

Este ejemplo de democracia obrera es la única garantía de mantener firme y darle la continuidad semanal necesaria a la lucha, sumar a docentes de diferentes distritos, superar a las burocracias, obligar al gobierno a que nos reciba y poder ganar nuestros reclamos.

CHARLA DEBATE EN MERLO

“Crisis educativa y deuda externa”

Viernes 22 de agosto, a las 18

Expone: Graciela Calderón

Local de Izquierda Socialista Tucumán 881, a una cuadra de la estación