¿Por qué ingresaste a Izquierda Socialista?

(Tiempo estimado: 2 - 4 minutos)

Abrimos este espacio para que distintos compañeros cuenten por qué se suman a nuestro partido.Lucas Cabrera

Presidente del centro de estudiantes Profesorado de Historia ISFD Nº 45 Haedo 

Para explicar cómo ingrese a Izquierda Socialista, tengo que contar mi paso previo por Estudiantes en Marcha. Al ingresar al profesorado hace unos cuatro años, mi posición política estaba muy cercana al kirchnerismo, al estar el doble discurso muy fuerte en aquel tiempo. Pero al ver la realidad de la escuela pública (uno de los supuestos pilares del “modelo”) y los conflictos docentes, empecé a comprender las contradicciones que existían en el relato k.

Al relacionarme con el movimiento estudiantil, comenzaron a atraerme los métodos de participación llevados desde el partido, el cual se manejaba de forma amplia y democrática, sin autoproclamaciones ni sectarismo, por construir una herramienta estudiantil conjunta con toda la vanguardia que empezaba a surgir con las grandes asambleas de 2011.

La forma de construcción estudiantil en Estudiantes en Marcha -que reflejaba la política del partido, al construir desde las bases a partir de problemáticas concretas, respetando las distintas posturas y discusiones-, me llevó a incorporarme a esa alternativa combativa y amplia, con la cual se podía trabajar de forma unitaria y llevar adelante actividades en conjunto con muchísimos estudiantes. Estas características permitieron recuperar el centro de estudiantes (en manos del kirchnerismo).

Durante el 2012 y después de muchas discusiones con los compañeros de Izquierda Socialista en la agrupación, me sumé a sus actividades partidarias, en especial a fiscalizar en las elecciones legislativas, como muchas compañeras y compañeros que se sumaron a la experiencia del Frente de Izquierda.

Además de emprender la pelea estudiantil, me fui convenciendo que la pelea era también política, mediante una clara alternativa de izquierda. Esto me llevó a incorporarme a Izquierda Socialista, paso que llamo a que den otros luchadores con quienes compartimos peleas cotidianas. A partir de ese momento empecé a sumarme al equipo partidario de Haedo, la misma zona donde compartimos trabajo con los ferroviarios de la Lista Bordó y el “Pollo” Sobrero.


José Enríquez

Obrero de Ford, ex delegado durante 27 años. Por 4 años fue miembro de la comisión interna, siempre como oposición, nunca integrante de la oficialista lista Verde 

Fui militante de la corriente “morenista” desde el `72, poco antes de la fundación del Partido Socialista de los Trabajadores (PST). Eran tiempos de mucha lucha, grandes dirigentes de trabajadores y grandes luchadores. La mayoría simpatizaba con métodos guerrilleristas, ultraizquierdistas y con la política de colaboración de clases.

El PST fue el único contra esos métodos que alejaban a los luchadores de las bases y contra toda variante burguesa, fundamentalmente el peronismo (¡y Perón estaba vivo!). Por la independencia política de los trabajadores, el internacionalismo proletario y la Cuarta Internacional. ¡Eso te marca para toda la vida!

Seguí en los difíciles años de la dictadura y luego con el MAS. Con aciertos y errores, en sus trazos fundamentales, reivindico esa trayectoria. En 1987, al morir Nahuel Moreno, no pudimos interpretar bien las transformaciones de los estados obreros en capitalistas, y el MAS y la LIT estallaron, perdiéndose una gran conquista de los trabajadores.

Como otros, me quedé sin partido. Las corrientes de izquierda no eran cautivantes y casi todo eran divisiones. Hubo dos procesos que marcaron un cambio. Con el FIT, una franja ve que un sector de la izquierda se une y valía la pena apoyarlos. Y el Encuentro Sindical Combativo, con dirigentes reconocidos por su lucha (el “Perro” y el “Pollo”) que, al margen de diferencias políticas, llamaban a un encuentro para coordinar las luchas contra el ajuste y la burocracia.

Fui con otro delegado a “pispear”, esperando no fuera otro de esos encuentros “autoproclamatorios”. Nos conectamos con compañeros de Izquierda Socialista de Norte y comenzamos a charlar. “Che, parecen morenistas en serio”, “si tenés diferencias no te cortan los pelos”. “Y, hay que probar”. Así comenzamos a trabajar juntos, en las luchas en esta zona obrera. Y sectores de trabajadores nos comienzan a escuchar.

Hoy, como años atrás, las luchas dan valiosos compañeros. Para mi, hoy, por suerte, el mensaje a transmitirles es “ayudame a hacer grande a Izquierda Socialista”. Los trabajadores para poder triunfar necesitamos de las mejores herramientas, no las que están rotas y desafiladas, sino de aquellas que estén bien templadas, con décadas de trayectorias al lado de los trabajadores y sus luchas. Lo que nos enseñó Moreno.

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