El mismo día en que anunciaba por cadena nacional un proyecto para disolver la ex SIDE, Cristina firmó un decreto (129/2015) por el cual le aumentó los salarios al personal de la Secretaría de Inteligencia. Las nuevas remuneraciones comenzaron a regir desde el 1 de febrero, aunque la supuesta disolución del organismo se había anunciado el 26 de enero.

El decreto lleva también la firma de Capitanich y Randazzo y fija el salario básico de un miembro del organismo de inteligencia entre $5.191 y $17.900 según el escalafón.

El salario básico de un docente de provincia de Buenos Aires que recién se inicia es de $2778. Está claro. Para la represión y el espionaje siempre hay plata, para educación, salud, trabajo y vivienda, nunca.