Brasil: Duro ajuste y crisis política

(Tiempo estimado: 4 - 7 minutos)

Los trabajadores de Petrobrás convocaron a una huelga en defensa de su salario y la seguridad laboralEl gobierno de Dilma Roussef, reelecta en segunda vuelta en octubre del año pasado, está en su mínima popularidad con menos del 8% de aprobación. En medio de escándalos y juicios por corrupción que afectan hasta al propio Lula, jefe histórico del PT gobernante. El gobierno, que nombró a uno de los más poderosos banqueros como ministro de economía, planifica otra vuelta de rosca del plan de ajuste antipopular, mientras la desocupación llega al 9%.

Miguel Lamas • mlamas@izquierdasocialista.org.ar

Rousseff acaba de anunciar nuevos recortes de gastos que, por primera vez, afectan abiertamente a planes sociales. Es el segundo paquete de “austeridad”, el primero fue a principios de año. Según los diarios, esta segunda vuelta de tuerca del ajuste se debió a que la agencia calificadora de riesgos Standard & Poor´s (por este tipo de agencias se orientan los capitalistas para sus inversiones), rebajó a Brasil de categoría. 

Los banqueros mandan en el país del PT

El ministro de economía (y banquero privado) Joaquim Levy -conocido neoliberal que podría haber sido ministro de economía de la derecha- dijo que las nuevas medidas “exigirán el esfuerzo y la cooperación de todos los brasileños” (sacrificio para seguir pagando la gigantesca deuda pública a los banqueros, 450.000 millones de dólares al año). Casi la mitad de su presupuesto nacional dedica Brasil al pago de la deuda. Esto es 13 veces el presupuesto de salud y 13 el de educación.

El plan presentado por Levy consiste en congelar los ajustes salariales de empleados públicos (con una inflación del 8% y en crecimiento) así como todas las nuevas contrataciones; prescindir de diez de los 39 ministerios; eliminar 1000 empleos estatales; podar gastos en construcción e infraestructura y recortar unos 6800 millones de dólares de fondos destinados a programas sociales de salud y vivienda. No menciona ningún recorte del pago a los banqueros. Esto que está haciendo el gobierno es, por cierto, todo lo contrario de lo que dijo en la campaña electoral.

La crisis del Brasil capitalista sometido al imperialismo, está produciendo un desastre social. La industria retrocedió un 10% respecto al año anterior. La tercerización y los despidos son moneda corriente. Se estima una caída del Producto Bruto Interno del 2,5% para este año, caída que se descarga principalmente en los sectores populares.

Según el informe de la firma Tendencias Consultoria Integrada, más de diez millones de personas perderán su condición de “clase media”: “La movilidad que hubo hace siete años va a ser prácticamente anulada en tres. Estamos viviendo, infelizmente, el advenimiento de una nueva clase C”, según publicó el diario brasileño Estadão.

Luchas crecientes

Desde las grandes movilizaciones populares de 2013, hubo todo tipo de huelgas y reclamos. En los primeros meses de este año los maestros protagonizaron huelgas de más de tres meses y movilizaciones en diferentes Estados. Luego fueron los metalúrgicos de las grandes automotrices quienes lograron frenar parciamente los despidos. También pararon el correo, las universidades y trabajadores estatales. En este momento están parados desde hace 10 días los obreros de 58 plataformas, refinerías y terminales de Petrobras.

Los que frenan las luchas y su centralización son las direcciones oficialistas cuya política es llamar a la “unidad contra la derecha”, en vez de lo que se necesita, que es la unidad para enfrentar al ajuste.

El “tercer campo”

Desde la Corriente Socialista de los Trabajadores CST/PSOL, sección de la UIT-CI, se convoca a la unidad en las luchas, identificando al gobierno de Roussef y a los gobernadores (muchos de la derecha) como los enemigos, defensores de banqueros y multinacionales. Rousseff ya no puede seguir gobernando. Hay que construir una salida por izquierda combatiendo todas las propuestas capitalistas. Por eso la CST/PSOL llama a la organización de la izquierda y de los trabajadores hacia una lucha por un gobierno de la izquierda, los trabajadores y el pueblo.

La gran huelga de los petroleros debe ser un punto de apoyo para unificar las luchas y preparar una huelga general con movilizaciones en la calle, peleando por derrotar las maniobras y traiciones de las conducciones burocráticas, levantando un programa por la suspensión de los pagos de la deuda pública y utilizando esos enormes fondos para salud, educación, vivienda, transporte, defensa derechos laborales, por Petrobrás 100% estatal y encarcelamiento a los corruptos. Para luchar por estos objetivos es necesario construir un “Tercer Campo” con la izquierda y los trabajadores, con la unidad de centrales de izquierda como CSP Conlutas, con los partidos de izquierda como el PSOL y otros movimientos obreros y populares combativos.


Lula y sus “conferencias” de 2 millones de dólares

Luiz Inácio Lula da Silva, presidente del Brasil desde enero de 2003 a diciembre de 2010 y ex dirigente obrero metalúrgico, es la figura de referencia del PT, elogiado por Obama, por todo el imperialismo y políticos patronales de Latinoamérica.

Lula tuvo una gran popularidad. Ahora es uno de las decenas de políticos brasileños y grandes empresarios enjuiciados, tanto del PT, como de su aliado PMDB y de los partidos opositores de derecha como el PSDB. Algunos ya están presos como el ex diputado Pedro Correa del Partido Progresista, aliado al PT. Gran parte de estos juicios son por enormes sobreprecios en obras de construcción encargadas por Petrobrás, la gran empresa petrolera, u otros contratos estatales, a cambio de lo cual los grandes empresarios pagaron coimas multimillonarias a parlamentarios, ministros y políticos oficialistas y de oposición. Marcelo Odebrecht, presidente y principal accionista de la más grande empresa constructora de Latinoamérica, está preso por ese motivo. Hoy la ola de denuncias y juicios es imparable, dada la división de la burguesía por el control del aparato estatal para seguir robando. Ya que, en relación al proyecto económico social y en corrupción, no se diferencian el PT de sus críticos de derecha.

Lula, que incluso viajó a Cuba con Marcelo Odebrecht para facilitar sus contratos con el fin de hacer un puerto y otras obras en la isla, está enjuiciado por haber “ganado” 2 millones de dólares. La defensa del ex presidente es que se los ganó “legalmente” con su “trabajo”, pues dio 70 conferencias que pagaron unas 40 empresas en Brasil y el exterior, entre ellas Odebrecht. Si nos basamos en lo que dice Lula, habría cobrado un promedio de 100.000 dólares por conferencia. ¡Lo que gana un obrero metalúrgico bien pago de Brasil en 5 años! O lo que gana un profesor universitario en 2 años. Un obrero metalúrgico tendría que trabajar 350 años y un profesor universitario más de un siglo, para ganar lo mismo que Lula en un par de años con sus “conferencias”. ¡Evidentemente, una forma de disfrazar las coimas!


Más de 20 muertos, entre ellos 13 trabajadores de una minera de hierro en el Estado de Minas Gerais, municipio de Mariana, en el sur de Brasil, fue el trágico saldo causado por la ruptura de un dique de desechosDesastre minero

Más de 20 muertos, entre ellos 13 trabajadores de una minera de hierro en el Estado de Minas Gerais, municipio de Mariana, en el sur de Brasil, fue el trágico saldo causado por la ruptura de un dique de desechos. La pequeña ciudad fue inundada por un alud de barro tóxico que la sepultó. La minera Samarco, está controlada por la brasileña Vale y la australiana BHP, dos de las mayores mineras del mundo.

Lo ocurrido muestra cómo la actual minería capitalista transnacional está utilizando métodos de producción altamente contaminantes y peligrosos tanto para los trabajadores como para la población de las zonas mineras. Como ocurre en Argentina y otros países, el gobierno es cómplice, comprado, al servicio de los capitalistas mineros, por lo cual no hay ningún control efectivo.

 

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