¡No al tarifazo!

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El gobierno nacional acaba de aplicar un brutal tarifazo en la luz. Las subas van, según el consumo, del 500 al 700%. ¡Una barbaridad!El gobierno nacional acaba de aplicar un brutal tarifazo en la luz. Las subas van, según el consumo, del 500 al 700%. ¡Una barbaridad! Con este aumento, lejos de llegar a la “pobreza cero” proclamada por Macri, se va a un mayor número de pobres. Ya hay un catálogo de racionamientos para bajar el consumo como en las peores épocas.

El tarifazo, en porcentaje, es mayor para los vecinos de Capital y provincia de Buenos Aires. Aunque las subas son para todas las provincias. En el interior los incrementos irían del 40 al 110% -ya que hay un doble ajuste en la tarifa, por generación y distribución- y como allí ya es más cara, los montos de los aumentos terminarán siendo similares.

El tarifazo es un mazazo nacional que recién empieza, porque con este aumento se eliminará el 40% de los subsidios y el 60% restante con los que vendrán (habrá tres subas más en el año). Mientras tanto, el Ministro Aranguren ya anuncia que “ahora corresponde ajustar la tarifa del gas” y en el mediano plazo se preparan nuevos aumentos en el transporte.

Este primer zarpazo significará un “ahorro” para el estado (léase gobierno de Macri) de 4.000 millones de dólares, que pagará el usuario e irán a parar directamente a los bolsillos de las empresas privatizadas, Edenor y Edesur, esta última del grupo español Endesa y el holding italiano Enel.

La “tarifa social” anunciada por el ministro Aranguren es una burla. Primero, porque a los sectores vulnerables igual le van a cobrar el recargo que no es aumento directo de la tarifa. Y segundo, porque si bien no sacarán el subsidio a quienes consuman menos de 150 kwh por mes, es muy difícil que una familia numerosa pueda llegar a ese escaso consumo. Porque no necesariamente por tener menos recursos consuma menos. Al contrario. Millones de personas al no tener gas natural o agua corriente, cocinan, calefaccionan y sacan agua de pozo con electricidad, aumentando el consumo eléctrico.
Para consumir menos de esos kilovatios esas familias no deberían planchar ropa, o solo conectar la heladera cuando compran algo de carne o prender alguna luz de noche por algunas horas, como ya se hace en algunos países de Latinoamérica.

A su vez, en los sectores más bajos el tarifazo representará recortes en sus ingresos del 10 al 15% y en sectores de mayores ingresos, solo el 2,5%. Ni qué hablar de las 500 grandes compañías e industriales a quienes el tarifazo no les toca, porque tienen suministro vía generadores por fuera de las distribuidoras, con quienes pactan un precio que las dejan a salvo de la actual suba.

El gobierno justifica el tarifazo porque se está al “borde del colapso” y según dice, las empresas privatizadas vinieron siendo “perjudicadas con tarifas congeladas”. ¡Pero si estamos en colapso, con cortes permanentes y una brutal desinversión, precisamente ha sido porque estas empresas se han llevado millones de dólares en subsidios! Néstor Kirchner pactó con ellas desde 2006 y ahora lo hace Macri. Con los subsidios millonarios sin control que hizo el kirchnerismo y ahora el tarifazo brutal de Macri, las que ganan son las privatizadas y el que pierde es el pueblo. El gobierno les va a dar millones con el tarifazo mientras no las obliga a que hagan ninguna inversión. Un negocio redondo. Aranguren lo reconoció: “No va a haber inmediatamente una mejora en la calidad del servicio”. ¡Porque se van a llevar gran parte del tarifazo a sus bolsillos y si hacen algo va a ser con la plata de la gente!

No hay salida con esta política que beneficia a las privatizadas y aumenta las ganancias patronales. Por eso venimos soteniendo desde Izquierda Socialista y el FIT que hay que reestatizar todas esas empresas y poner ese servicio esencial como el eléctrico bajo control y gestión de sus trabajadores y usuarios, para así poder brindar un servicio accesible y eficiente a millones que lo necesitan. De la misma manera se tendría que proceder con el resto de las empresas, de agua, el transporte y demás servicios clave.

Si las boletas de Capital y provincia venían “al valor de una pizza”, como dice el gobierno, se debió a los logros del Argentinazo. El gobierno kirchnerista, cuando asumió, para no echar más leña al fuego intentó aplicar las subas pero optó por no incentivar el malhumor social ante la reacción popular. Pero esta política del kirchnerismo ha sido centralmente para salvar las ganancias empresariales.

El nuevo gobierno dice también que las empresas prestadoras perdieron plata. ¡Mentira! ¿Edenor y Edesur perdieron plata? ¡Ganaron fortuna! Estos empresarios usaron los subsidios para pagar salarios y no invirtieron un solo peso en mejorar los servicios. Por eso entre diciembre y enero hubo un millón de usuarios sin luz en Capital y Buenos Aires por los apagones, de los cuales nadie se hizo cargo. Una situación similar a la que se dio con los Cirigliano y TBA, donde durante años recibieron millonarios subsidios, no invirtieron un solo centavo, se llevaron la plata para su grupo empresarial y a los paraísos fiscales y todo terminó en la masacre de Once.

Este tarifazo se suma a la incesante inflación, devaluación, despidos y salarios a la baja, es decir al ajuste global y política de entrega que está aplicando Macri. Con la justificación de “la herencia recibida” está generando una inmensa transferencia de ingresos desde los trabajadores y demás sectores populares hacia a las grandes patronales y privatizadas.

Llamamos a las organizaciones de usuarios y de vecinos, barriales, sindicatos y cuerpos de delegados a debatir este nuevo ataque al bolsillo popular. A hacer asambleas, movilizaciones, presentaciones judiciales y distintas acciones que tiendan a ponerle freno a este tarifazo en curso. Como parte de una lucha más global contra el ajuste nacional y de las provincias (donde gobierna la “oposición”), para enfrentar las medidas antiobreras y antipopulares en curso.


ENREsponsable

Juan Garade y Ricardo Sericano fueron designados vocales del ENRE, el organismo que debe controlar a las empresas de luz. Pero Garade trabajó casi once años como director de Planificación, Control y Regulación de Edesur (marzo 2001-mayo 2012) y otros cinco como gerente de Planificación Económica de Edenor (octubre 1992-marzo 1998). Y Sericano fue gerente de Edenor desde septiembre de 1992 hasta agosto de 2010.
En vez de poner a dirigentes de las organizaciones de los usuarios a controlar a estas multinacionales, Macri puso a sus ex funcionarios.

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