El verso del “segundo semestre”

(Tiempo estimado: 3 - 5 minutos)

Macri en campaña prometiendo la “revolución de la alegría”Mientras siguen los despidos, los tarifazos y la inflación, Macri quiere vendernos que en la segunda mitad del año estaremos mejor. Pero ya podemos adelantar que nada de eso sucederá, lo que aumentará la bronca popular.

Escribe: José Castillo

Nos vamos acercando a la segunda mitad del año. Según los dichos del propio gobierno sería el momento en que, tras el ajuste, aparecerían las famosas inversiones productivas (fundamentalmente extranjeras) y comenzaríamos a crecer. Mentira. Macri quiere engañarnos haciéndonos creer que los extraordinarios beneficios otorgados a pulpos exportadores y mineros (cuando les eliminó las retenciones), a los fondos buitres (cuando les pagó en efectivo casi 10.000 millones de dólares) y a empresas de servicios privatizadas (con los brutales tarifazos) eran “pasos dolorosos pero necesarios”. Mientras tanto se pulverizaban salarios y jubilaciones con la inflación y decenas de miles de compañeros perdían sus empleos. La recompensa según el verso del gobierno vendría en el famoso segundo semestre donde bajaría la inflación, aumentarían los salarios y el empleo y florecería el crecimiento económico.

El gobierno, desde su asunción en diciembre, se la pasó anunciando la “lluvia de inversiones” que supuestamente nos iba a salvar. Macri fue a Davos, recibió a Obama, tuvo la visita de concurridas delegaciones extranjeras y los anuncios del cambio en el “clima de negocios” se multiplicaron. Sin embargo, más de un funcionario ya empieza a advertir que “tal vez no será en el segundo semestre” y unos cuantos trasladan el panorama optimista para el 2017.

Consultores económicos que no disimulan su simpatía por el gobierno van advirtiendo a sus clientes locales y extranjeros que 2016 terminará con una tasa de inflación de entre el 35 y el 40% y una caída del producto de entre -0,5 y -2. En realidad, es muy probable que esto sea incluso peor.

En estos días el Congreso de Latinfinance -donde se juntó lo más granado de los funcionarios, empresarios y economistas del mundo bancario y bursátil- terminó de delinear el escenario: hay dinero para financiamiento de proyectos proveniente tanto de colocaciones privadas como de los organismos multilaterales. Más aún, un nuevo blanqueo de capitales puede ser “exitoso”, arriesgándose cifras de 40.000 millones de dólares e incluso más. ¿Cuál es el problema entonces? Que los capitales están viniendo a la Argentina, sin duda, pero los proyectos de inversión brillan por su ausencia. Ésta es la realidad más cruda: no se trata simplemente de que aún no vemos los resultados porque los proyectos “necesitan tiempo para madurar”, sino que estos literalmente no existen.

Los capitales que acuden, sea su origen local, extranjero, o dinero a “blanquear”, son puramente especulativos y lo hacen exclusivamente para aprovechar las ganancias extraordinarias de tasas de interés al 35% y de montones de exenciones y privilegios. Harán su diferencia en pesos y luego volarán al dólar. Esto ya lo vimos muchas veces. Es el accionar típico de los capitales especulativos, nuevos y viejos buitres, que rondan hoy por la economía argentina. Nos esquilman y finalmente llevan a una nueva y más profunda crisis.

El gobierno está diciendo que vendrán “inversiones extranjeras productivas” a través de las multinacionales. ¡Pero ya sabemos a qué vienen las “inversiones” de Chevron, la Barrick, las automotrices o las petroleras! ¡A saquear a los trabajadores y al país! No van a dar trabajo ni a reactivar la economía. Los capitales para dar trabajo están en el país, pero el gobierno lo sigue destinando a los pagos de la deuda, se van por la fuga de capitales o por la vía de eximiciones impositivas para los de arriba, como mostramos en esta página.
No hay entonces ningún “segundo semestre feliz” a la vista. Con la política de Macri los únicos felices son los grandes empresarios, banqueros y los buitres de la deuda. Todo a costa de mayor miseria y explotación para los trabajadores y el pueblo.

Lo que hay que hacer es exactamente lo opuesto. Que la crisis en vez de pagarla los trabajadores, caiga sobre los que se llenaron los bolsillos en todos estos años. En vez de exenciones y privilegios para los empresarios se les debe garantizar a todos los trabajadores un salario igual a la canasta familiar y a los jubilados el 82% móvil. En vez de tarifazos saqueadores e impagables hay que reestatizar todas las privatizadas y con una tarifa social, poniéndolas a funcionar bajo gestión de sus trabajadores y usuarios. En vez de tasas de interés astronómicas -privilegios para los banqueros y blanqueos para los empresarios “off-shore”- lo que debería hacerse es nacionalizar la banca y el comercio exterior. Y lo más importante, en vez de pagarle a los buitres, endeudar cada día más y seguir pagando infinitamente esos vencimientos como lo hace Macri, lo que corresponde es dejar ya mismo de pagar esa ilegal e inmoral deuda externa y volcar todos esos recursos a las más urgentes necesidades de salario, empleo, salud, educación y vivienda.

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