Sandino comienza la lucha contra la invasión yanqui

(Tiempo estimado: 5 - 9 minutos)

sandino comienza la luchaNicaragua: 12 de mayo de 1927

Sandino, en la década del 20, lideró la lucha contra la invasión estadounidense. En 1979, el Frente Sandinista de Liberación Nacional encabezaría una nueva revolución. Pero la política equivocada del sandinismo la “congeló” y hoy Nicaragua, de la mano de Daniel Ortega, volvió a ser una semicolonia yanqui.

El 18 de mayo de 1895 en la ciudad de Niquinohomo nació Augusto César Sandino. Hijo ilegítimo de Gregorio Sandino, un acomodado productor cafetalero, y Margarita Calderón, originaria y sirvienta en la plantación de su padre. Pasó su juventud como trabajador trashumante en Honduras, Guatemala y México, donde conoció las luchas de los trabajadores, los movimientos nacionalistas y la revolución mexicana.

En Nicaragua, aquella época estuvo marcada por el ascenso de la burguesía cafetalera, orientada a la exportación. El enfrentamiento entre esta burguesía y la vieja oligarquía ganadera marcó las pujas y “rebeliones” entre liberales y conservadores desde finales del siglo XIX. En agosto de 1912, tropas estadounidenses invadieron Nicaragua por segunda vez, terciando en aquel conflicto y transformando al país prácticamente en una colonia. Bajo la ocupación yanqui y sus “gobiernos títeres”, la comercialización del café pasó a manos de la norteamericana Compañía Mercantil de Ultramar. Las principales tierras y riquezas pasaron a manos de empresas y bancos estadounidenses como la Brown Brothers Republic, J. E. W. Seligman y US Morgage Trust Company.1

Sandino encabeza una revolución de independencia

En 1925 el intento de “gobierno de transición” que unía a liberales y conservadores evidenciaba que los intereses de toda la burguesía estaban ligados a los de la ocupación norteamericana. En noviembre, el general Emiliano Chamorro lideró una nueva “rebelión” liberal con el objetivo de legitimarse como administrador de los yanquis. Sin embargo, la rebelión desencadenó una revolución contra la ocupación cuando entraron en escena de los sectores populares.    

En junio de 1926 Sandino se unió, junto a 29 obreros de la mina de San Albino, al frente militar constitucional (liberal). La lucha de Sandino para lograr la independencia se orientó contra las “bestias rubias”, como llamaba a los ocupantes norteamericanos. Pronto descubriría que ninguna de las alas burguesas perseguía ese fin. “Los dirigentes políticos y liberales - decía - son una bola de canallas, cobardes y traidores (…) hemos abandonado a estos directores y entre nosotros mismos, obreros y campesinos, hemos improvisado nuestros propios jefes.”2 Los trabajadores urbanos se volcaron a la lucha por la independencia porque en ella veían la posibilidad de terminar con la superexplotación a la que estaban sometidos en las minas y empresas de propiedad norteamericana. En febrero de 1928, los portuarios del muelle de Corinto declararon la huelga en nombre del “movimiento sandinista”. Los campesinos y pueblos originarios buscaban consolidar sus parcelas frente al avance de ganaderos y cafetaleros, promoviendo la reforma agraria en las “zonas liberadas”.

Las fuerzas norteamericanas desencadenaron una feroz represión, con el apoyo descarado de liberales y conservadores. Bombardearon pueblos, hicieron traslados forzados, deportaciones y crearon campos de concentración. Pero no lograron derrotar la revolución. El 1° de enero de 1933 los “marines” derrotados debieron retirarse. El 2 de febrero Sandino fue ovacionado al entrar a Managua. En su discurso proclamó: “¡ya somos libres!”.3

La dictadura somocista

Pero antes de su retiro, las tropas yanquis pactaron la creación del nuevo gobierno liberal de Juan Bautista Sacasa, sostenido por la temible Guardia Nacional. Anastasio Somoza, el siniestro director de la Guardia Nacional, comenzó una “guerra sucia” contra el movimiento sandinista. El 21 de febrero de 1934 emboscó y asesinó a Sandino. En 1936, con el apoyo de la burguesía “nica” y el gobierno de Estados Unidos, realizó un golpe de estado inaugurando una de las dictaduras más largas y sangrientas de Latinoamérica. Fue sucedido por sus hijos Luis y Anastasio (“Tachito”), quienes profundizaron el sometimiento al gobierno y a las multinacionales norteamericanas y se apoderaron de gran parte de las riquezas del país.

  1. Mires, Fernando. La rebelión permanente. Siglo XXI Editores. Buenos Aires, 1988. Página 382
  2. Ramírez, Sergio. “El pensamiento vivo de Sandino”. Editorial Nueva Nicaragua. Managua, 1981. Tomo 1. Página 55.
  3. Mires, Fernando. Op. Cit. Página 394.

el frente sandinista de liberacion nacionalEl Frente Sandinista de Liberación Nacional

En 1961, un puñado de jóvenes (Carlos Fonseca, Tomás Borge, en 1963 se uniría Daniel Ortega) fundó en Honduras el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que se mantuvo durante años como un pequeño grupo guerrillero opuesto a la dictadura. A fines de los setenta toda Centroamérica se conmovió por el ascenso revolucionario.1 El pueblo salvadoreño enfrentó al dictador Carlos Humberto Romero, que caería tres meses después que Somoza. En Nicaragua desde 1977 las luchas populares se generalizaron. El FSLN, con su consigna “¡Abajo Somoza!”, comenzó a ser visto cada vez con mayor simpatía. En enero de 1978 fue asesinado Pedro Joaquín Chamorro, director de La Prensa y dirigente patronal opositor, desatando una movilización popular y un largo enfrentamiento militar que se fue haciendo de masas. Finalmente el 19 de julio de 1979, después de 45 días de huelga general y sangrientos combates triunfó una insurrección y Managua quedó en manos del FSLN. Los restos de la Guardia Nacional escaparon en desbandada hacia Honduras y “Tachito” huyó del país. Con su lucha, el pueblo “nica” liquidó el estado burgués, aniquiló su ejército y se armó parcialmente, comenzó a ocupar tierras y fábricas, a fundar sindicatos y a ejercer embrionariamente un poder político directo. Estaba en muy buenas condiciones para adoptar las primeras medidas socialistas, comenzando por la ruptura y expropiación de la burguesía y el imperialismo.2

Pero la política del FSLN fue la opuesta. Apoyados y aconsejados por Fidel Castro que planteó “No hacer de Nicaragua otra Cuba” formaron el Gobierno de Reconstrucción Nacional (GRN) con la minúscula burguesía antisomocista: Violeta Chamorro (Partido Conservador) y el empresario Alfonso Robelo. Reconstruyeron la policía y el ejército burgueses. Las expropiaciones a algunos somocistas se redujeron al mínimo. Por denunciar estas políticas y promover la creación de sindicatos incluso fue expulsada la Brigada Simón Bolívar, impulsada por el fundador de nuestra corriente, Nahuel Moreno, e integrada por combatientes internacionalistas que participaron en la etapa final de la lucha armada contra la dictadura somocista3. A posteriori seguiría la sumisión al FMI y el pago de la deuda externa. En 1984 uno de los comandantes sandinistas, Bayardo Arce, prometía “construir el socialismo con los dólares del capitalismo”.4 Mientras tanto el sandinismo se sometía incluso a los dictados de la política internacional yanqui con los llamados “acuerdos de Contadora”5. La política capitalista sandinista provocó que las condiciones de vida cayeran por debajo del pobrísimo Haití. En 1990, Daniel Ortega perdió las elecciones ante Violeta Chamorro.

Pero en 2006 el pueblo nica volvió a buscar una salida en el FSLN. Daniel Ortega ganó la presidencia. Sin embargo, tras su confusa retórica “anti imperialista”, como la de los gobiernos “progresistas” de la región, impuso un giro reaccionario, manteniendo a Nicaragua como una semicolonia yanqui. Se alió con ex somocistas, con los grandes oligarcas y con la Iglesia. Reprimió duramente las huelgas mineras y de cortadores de caña, defendiendo el saqueo de las multinacionales. Penalizó fuertemente el aborto. Se subordinó totalmente a las políticas del FMI. Impuso el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y el patrullaje naval yanqui en costas nicaragüenses. Su relación principal es con el subimperialismo chino con el que acordaron la construcción de un gran canal interoceánico, que es rechazado por campesinos y originarios. Construyó un gobierno personalista, interviniendo el parlamento, y estableció la reelección irrestricta. Fue reelecto en 2011, proscribiendo a la oposición, y nuevamente en 2016. La familia de Ortega amasó una de las fortunas más grandes de Nicaragua mientras hacía “favores” a la burguesía. Hoy el FSLN es un partido abiertamente burgués y reaccionario, con rasgos cada día más represivos. El pueblo trabajador nicaragüense necesita construir otra opción política para derrocar a este gobierno y retomar las banderas de la gesta sandinista y del proceso revolucionario de 1979, para terminar con la explotación imperialista y oligárquica.

  1. Moreno, Nahuel. “Centroamérica: seis países una nacionalidad” en Correspondencia Internacional N° 12, 1981.
  2. Sobre la participación de la corriente morenista en la revolución ver: La Brigada Simón Bolivar. Los combatientes… Ediciones El Socialista. Buenos Aires, 2009.
  3. Idem anterior.
  4. La Vanguardia. Barcelona, 31 de julio de 1984
  5. Ver La Brigada Simón Bolívar, op.cit.

Opina el lector

Nombre 
Mensaje 
Localidad 
Teléfono 
email