Escribe Gabriel Massa

La candidatura de Luis Zamora a diputado nacional en la Capital ha vuelto a despertar expectativas. Sin duda hay quienes valoran su honestidad y su apoyo a distintos reclamos obreros y populares, como fue el caso reciente de su presencia junto a los trabajadores de PepsiCo.

Por esto mismo tendría sentido que Zamora fuera parte de los esfuerzos por unir a las fuerzas que llaman a enfrentar el ajuste de Macri también en el terreno electoral, como lo hacemos los partidos que integramos el FIT. Sin embargo, esta no es la postura de Autodeterminación y Libertad y su dirigente. 

Por el contrario, desde hace años, con el argumento de construir una organización “horizontal” sin “líderes” ni “caudillos”, Zamora rechaza cualquier posibilidad de unidad con otros sectores de izquierda a favor de los reclamos obreros y populares. De hecho, en 2003 obtuvo ocho legisladores y todos rompieron con él debido a su proyecto personalista. Además, Zamora ya no llama, como lo hacía en sus viejos tiempos de diputado, a dejar de pagar la deuda externa, a terminar con las privatizaciones, a enfrentar a la burocracia sindical en los gremios y a organizar una herramienta política de los trabajadores y la izquierda para pelear por estos y otros cambios de fondo. Rechaza todo esto con el argumento de que está en contra de “los dogmas de la izquierda que tiene respuestas para todas las preguntas”.

Pero con la honestidad y la presencia en algunas luchas obreras no basta. Sin propuestas claras y soluciones de fondo en defensa de la soberanía, en contra del saqueo por las multinacionales y los banqueros y para organizar a los trabajadores en defensa de sus conquistas contra los patrones y burócratas, no queda claro lo que Zamora defiende hoy como salida frente al ajuste de Macri.

La disyuntiva es clara. Por un lado está el proyecto electoralista de Autodeterminación y Libertad centrado en la figura individual de Zamora. Por el otro lado está la propuesta del FIT, de una izquierda organizada y unitaria que actúa en todo el país y en todas las luchas: la de los trabajadores, los estudiantes, las mujeres y  todos los sectores populares, uniendo los esfuerzos colectivos de miles de dirigentes, activistas, mujeres y hombres, jóvenes y mayores. Todos ellos tan honestos como Zamora. 

Ante esa disyuntiva, no dudamos en llamar también a quienes ven con simpatía a Luis Zamora a apoyar con su voto al Frente de Izquierda.