¿Frente de “salvación” peronista o Frente de Izquierda?

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moyano graboisEscribe Juan Carlos Giordano, Diputado nacional Izquierda Socialistas/FIT

Distintos sectores sindicales, políticos y dirigentes de los movimientos sociales están llamando a conformar un frente político-electoral contra Macri. Dicen que hay que unirse detrás de la figura de Cristina Kirchner. Hugo Yasky fogoneó el famoso “vamos a volver” en la marcha del 24. Con ellos se abren dos debates. Uno: ¿hay que derrotar el ajuste ahora o esperar a 2019? Dos: ¿hay que hacer un frente peronista kirchnerista para enfrentar a Macri o impulsar una alternativa política completamente distinta de las que ya nos gobernaron como lo estamos haciendo con el Frente de Izquierda?

El gobierno de Macri es cada vez más repudiado por el pueblo trabajador. Compartimos con miles de trabajadores, estudiantes y el movimiento de mujeres que esto no se aguanta más. También comprendemos que, precisamente por ese justo odio, muchos podrán ver bien la propuesta de “un gran frente” contra Macri. Ante ello les decimos que estamos por la más amplia unidad en la acción con todos los dirigentes del peronismo K y no K, pese a las diferencias que nos separan, para derrotar el ajuste de Macri ahora. Pero llamamos la atención de que esa no es la propuesta de sus dirigentes. Ellos están proponiendo un frente electoral para las elecciones de octubre de 2019, no para salir ya a luchar hasta derrotar el ajuste.

¿Esperar a 2019?

Luego del parazo nacional los dirigentes sindicales y políticos kirchneristas no proponen un nuevo paro, sino una marcha a Luján. Hugo Moyano, por ejemplo, viene de compartir con el titular del Smata, Ricardo Pignanelli, un acto en Ferro como parte del denominado Frente Sindical para el Modelo Nacional. Ahí Pignanelli propuso una marcha el 20 de octubre a Luján para pedir “a la Virgen María por los trabajadores, por los chicos que tienen hambre y por nuestros padres que son los jubilados”. ¿Y el nuevo paro general que hay que exigirle a la CGT?

Recientemente, la conducción nacional de Conadu, que responde al kirchnerismo, firmó un aumento de 26% con el gobierno, cuando esa lucha que crecía día a día de la mano de las tomas de los estudiantes universitarios podía arrancar un aumento mayor. Meses atrás, la conducción provincial de ATEN Neuquén, orientada por sectores K, bajo la conducción de Marcelo Guagliardo, hizo una moción para levantar el enorme plan de lucha de la docencia neuquina ante un aumento insuficiente por parte del gobernador del MPN ligado a Macri. Esa moción perdió, el conflicto siguió y se logró arrancar una indexación trimestral de acuerdo al aumento real de la inflación, todo sobre la base de un plan de lucha y democracia sindical. Un triunfo total a pesar de la línea derrotista de Guagliardo. Lo mismo podríamos decir de los paros discontinuos de Baradel y la no implementación de un verdadero plan de lucha contra Vidal.

La propuesta de estos dirigentes es votar al peronismo en 2019. “Hay que cambiar a Cambiemos en el 2019 por un gobierno nacional y popular que defienda a los trabajadores”, dijo el titular de la Bancaria Sergio Palazzo en el mencionado acto en Ferro. Hugo Moyano ya había dicho: “Hagan valer el derecho que nos da la democracia, que es emitir nuestro voto, y a no equivocarse”. Esta conducta contrasta con las permanentes demostraciones de fuerza de los trabajadores para derrotar el ajuste ahora.

El peronismo ya gobernó. La salida viene por izquierda

Hace unos días tuvo amplia difusión la repudiable detención de Juan Grabois, dirigente de la CTEP. Grabois está ligado al papa Francisco y acaba de anunciar que constituirá el Frente Patria Grande junto a Itai Hagman (corriente Patria Grande) y otros sectores. Grabois dijo que ese frente debe incluir a “todos los que queremos derrotar al gobierno y al plan del FMI. Dentro de ese ‘todo’, obviamente está Cristina” (Página12, 24/9/18). Por su parte, Victoria Donda, quien se fue de Libres del Sur acusada de querer un acuerdo político con Cristina Kirchner, esta semana se sacó una foto con Felipe Solá. “Solá ha sido el mejor gobernador de la provincia de Buenos Aires”, dijo Donda, lavándole la cara a este político menemista, luego kirchnerista, posteriormente massista y hoy negociador dentro del PJ en pos de un nuevo armado electoral. También Hugo Moyano viene llamando a hacer un frente con Cristina, mientras Agustín Rossi y Axel Kicillof, candidatos del peronismo kirchnerista, están en plena campaña electoral recorriendo ciudades y pueblos del interior.

Compartimos el sentimiento de unidad de millones de trabajadores para enfrentar a Macri. Pero lo que se está proponiendo de reemplazo es a un peronismo que ya vino gobernando para los de arriba. El menemismo de los años 90 -al cual apoyó el kirchnerismo- remató todas las empresas del Estado, despidió a miles de trabajadores y contrajo una brutal deuda externa. Luego el peronismo kirchnerista gobernó durante doce años dejando un 30% de pobres, un 40% de trabajadores precarizados, el impuesto a las ganancias para un millón de trabajadores y pagando puntualmente la deuda externa por 200.000 millones de dólares.

El kirchnerismo en el gobierno nunca tocó la estructura del sistema capitalista semicolonial, ni las ganancias de los bancos, multinacionales, mineras y grandes empresarios. Tampoco propone hacerlo ahora. ¿Cómo se van a combatir entonces los males sociales si no se toman medidas de fondo? Es más, Agustín Rossi ha dicho que en caso de ser gobierno no va a desconocer el acuerdo con el FMI.

Moyano, Yasky, Grabois, Kicillof y Rossi están llamando a construir una alternativa política que no postula ninguna medida de cambio real. El Frente de Izquierda, en cambio, llama a dejar de pagar la deuda, romper los lazos con el FMI, nacionalizar la banca y el comercio exterior y reestatizar las privatizadas. Solo con esas medidas, que exclusivamente levanta la izquierda -no variantes peronistas que han fracasado- se podrán aumentar los salarios y las jubilaciones, invertir en un plan de obras públicas, reactivar la economía y poner la plata para hacer despegar la salud y la educación públicas.

Llamamos desde Izquierda Socialista a reflexionar sobre esto a quienes quieren de verdad enfrentar consecuentemente a Macri y al FMI en las luchas y en el terreno político.