¿Con Cristina estábamos mejor?

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Con Cristina estabamos mejorEscribe José Castillo

Todos los días, con miles de compañeros en fábricas, oficinas o colegios compartimos el odio y la pelea contra Macri. Pero a muchos de ellos, cuando les decimos que la verdadera opción viene por izquierda, nos responden que “con Cristina estábamos mejor”. ¿Es realmente una salida volver a Cristina y al peronismo?

Si comparamos con el desastre actual de Macri, sí podría decirse que “estábamos mejor”. Pero otra cosa muy distinta es creer que los trabajadores estábamos bien con Cristina y su gobierno. No. El gobierno de Cristina también atacó el nivel de vida de la clase trabajadora y de los sectores populares. Veamos los hechos de su gobierno.

No nos tenemos que olvidar cuando peleábamos contra el impuesto al salario, que cada día se comía más de nuestros sueldos. Las luchas que teníamos que dar todos los años para romper los techos salariales, cuando nos mentían con los falsos números del Indec para justificar que “no había inflación” y desde ahí negarse a reconocer lo que habíamos perdido del costo de vida. Los compañeros docentes deben acordarse que todos los años tenían que hacer paros, igual que ahora, para que les reconocieran aumentos salariales. ¡Si fue la propia Cristina la que en un discurso atacó a los maestros por tener “tres meses de vacaciones”! También sufrieron despidos y represión los que lucharon contra ellos: le pasó a los trabajadores de Kraft-Terrabusi, a los del Casino o los de la línea 60, por citar solo algunos casos.

Es que el kirchnerismo, más allá de su discurso “nacional y popular”, no hizo ningún cambio de fondo. No tocó a las empresas de servicios públicos privatizadas de energía, las dejó continuar sin invertir un peso, brindando pésimos servicios y llenándolas de subsidios para garantizarles sus ganancias. Así dejó el terreno servido en bandeja para que Macri llegara y desatara la ola de tarifazos. El peronismo kirchnerista dice que “nos desendeudó”. ¡Eso es mentira! Fueron “pagadores seriales” (la expresión es de la propia Cristina): pagaron en efectivo 200.000 millones de dólares, pero cuando terminó su mandato debíamos más que cuando habían comenzado.

El kirchnerismo hizo todo tipo de negociados con corruptos como Boudou, De Vido, Cristóbal López o Lázaro Báez. Tenemos que ser claros en esto: robar al pueblo la plata que debería haber ido a salud o educación y pagar coimas a los empresarios no es favorecer a los trabajadores. Lleva incluso a situaciones trágicas, donde la corrupción mata, como sucedió con la masacre de Once, con 51 víctimas. Un gobierno que sostuvo a un corrupto como Cirigliano pese a las denuncias que hacían los propios trabajadores ferroviarios del Sarmiento.

Pero el peronismo, y el kirchnerismo como parte de él, no solo no son salida por todo esto. También son responsables del actual ajuste. Todos los gobernadores lo ejecutan. Incluso, una de los mejores alumnas del ajuste de Macri y el FMI es la propia Alicia Kirchner en la provincia de Santa Cruz, donde estatales y docentes sufren como nadie los congelamientos salariales.

Algún compañero, después de escuchar todo esto, puede pensar: “Es cierto, pero si vuelven al menos van a repartir algo, no vamos a estar tan mal como con Macri”. Lamentablemente no será así: todos los referentes del peronismo, incluyendo los kirchneristas, afirman que “no se puede romper con el FMI”, que hay que reestructurar el acuerdo con el Fondo y seguir pagando la deuda externa. Así lo dijeron textualmente tanto Agustín Rossi como, más recientemente, Axel Kicillof. ¡Como si el FMI alguna vez, en algún lugar del mundo, permitiera seguir bajo su batuta pero hacer un plan “progresista”! En los próximos tres años vencen 150.000 millones de dólares de deuda externa, incluyendo los 50.000 del FMI que habrá que devolver. Decir que se podrá hacer una política de “redistribución de la riqueza” y seguir pagando la deuda y aceptando los dictados del Fondo es una vulgar mentira.

Esta es la realidad: votar a Cristina o las otras variantes del peronismo “para sacar a Macri” no será ninguna salida para el pueblo trabajador. Si ganan, no harán otra cosa que continuar con el ajuste. Es lo que se deduce de sus propios planteos. Por eso, compañero lector, mientras seguimos peleando día a día contra Macri y las consecuencias terribles del ajuste, te invitamos a que sigamos reflexionando juntos. Seguramente estaremos de acuerdo en que necesitamos un programa de emergencia que aumente los salarios rápidamente hasta que nadie gane menos que la canasta familiar, que le dé el 82% móvil a los jubilados, que ponga plata para mejorar la educación y la salud pública, que pare las suspensiones y despidos, que cree trabajo para terminar con la desocupación. Para ponerlo en práctica es absolutamente indispensable romper con el FMI y dejar de pagar inmediatamente la deuda externa. Así aparecerá la plata para resolver las más urgentes necesidades populares. De la misma manera que para terminar con los tarifazos hay que reestatizar las privatizadas y ponerlas a funcionar bajo gestión de los trabajadores y usuarios. Pero esa salida solo la propone la izquierda. No el peronismo kirchnerista ni otra variante del PJ. Por eso te invitamos a que te sumes y nos ayudes a fortalecer el Frente de Izquierda.


Cristina convoca a los evangélicos: Llamado a armar el “peronismo celeste”

Tenemos que decir que la noticia no nos sorprende. Ya hacia fines del año pasado la ex presidenta había explicado que había que armar un gran frente “anti-Macri” en el que cabían tanto “los pañuelos verdes como los pañuelos celestes”. La expresión había generado en su momento un repudio hasta en muchos de los propios asistentes a ese acto, y por supuesto mucho más entre el propio movimiento de mujeres.
Pero ahora Cristina no se quedó en palabras. Directamente convocó a los pastores evangélicos a conformar el “peronismo celeste”. Uno de los referentes de este espacio es Gustavo Legname, quien venía trabajando con Juan Zabaleta, intendente de Hurlingham, que tras un paso por las filas de Florencio Randazzo volvió al espacio kirchnerista. Legname es la cabeza del núcleo evangélico que se reunirá con Cristina en el Instituto Patria con el objeto de organizar un espacio que incluya a los sectores que militaron activamente contra la legalización del aborto.
Cristina, con esta decisión, se posiciona claramente contra la marea verde. Con la excusa de “sumar a todos”, ahora también le da un espacio específico a los antiabortistas. Gravísimo. Una manifestación muy clara de por qué el peronismo kirchnerista no es salida.