A 80 años de la finalización de la Guerra Civil Española

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A 80 años de la finalización de la Guerra Civil EspañolaEl 1° de abril de 1939 el fascista general Francisco Franco comunicó el final de la guerra. La derrota republicana fue la antesala de la Segunda Guerra Mundial y el comienzo de una dictadura que duró casi cuatro décadas. La lucha por justicia y por acabar con la herencia franquista aún continúa.

Escribe Federico Novo Foti

“En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado”, fue el último parte de guerra emitido por Franco. Pero la derrota ya se preveía: el 26 de enero había caído Barcelona y el 28 de marzo Madrid. 460.000 refugiados huían desesperados colapsando los caminos hacia Francia. Pero el suplicio del pueblo español recién comenzaba. Hubo 500.000 ejecutados en juicios sumarios y 115.000 víctimas de desaparición forzada. El régimen de Franco impuso represión y oscurantismo hasta su muerte, en 1975.

La revolución española

La década de 1930 en el Estado Español había comenzado con un fuerte ascenso revolucionario. El odio de las masas superexplotadas de obreros y campesinos se fue transformando en lucha. En 1931 tuvo que abdicar el rey Alfonso XIII, cayó la monarquía y se estableció la Segunda República.
Con avances y retrocesos el ascenso revolucionario se mantuvo y se fue profundizando durante los años siguientes. En febrero de 1936 triunfó en las elecciones el Frente Popular: una coalición de partidos burgueses republicanos, socialistas (socialdemócratas reformistas), comunistas (estalinistas) y el POUM (marxistas críticos de la burocracia de la URSS). El gobierno del Frente Popular intentó vanamente conciliar los intereses contrapuestos de las masas obreras y campesinas con la burguesía y la oligarquía terrateniente. Pero el enfrentamiento se fue agudizando con oleadas de huelgas y ocupaciones de tierras.
La derecha fascista y monárquica conspiró con el sector fascista (falangista) de las fuerzas armadas encabezado por Franco y el 18 de julio de 1936 declararon el golpe de Estado. El gobierno republicano se paralizó, pero las masas no. En Madrid abortaron el golpe. La población trabajadora se armó de inmediato para la defensa de la ciudad. En Cataluña y Asturias también se formaron milicias. Gracias a la iniciativa de obreros y campesinos fue aplastada la sublevación en la mayor parte del territorio español. Al armamento generalizado se empezó a sumar la ocupación de tierras, el desalojo de los curas de las iglesias y el control de los trabajadores sobre distintos aspectos de la vida social. El gobierno, mientras tanto, pretendía combatir al fascismo sin cuestionar la sagrada propiedad privada.

¿Por qué ganó Franco?

El triunfo de Franco se explica por la traición del Frente Popular. La suerte de la revolución se jugó dentro del campo republicano porque esas direcciones fueron las que aplastaron a los trabajadores y campesinos que estaban liquidando a los fascistas. El Partido Comunista fue cumpliendo un papel cada vez más importante usando el prestigio de la URSS y el envío a cuentagotas de armas. Su hombre, Juan Negrín, encabezó el gobierno desde 1937. La GPU (policía secreta de Stalin) persiguió y asesinó a los revolucionarios.
En la actualidad, frente a los gobiernos burgueses surgidos desde la transición de 1975, sigue planteada la lucha de los trabajadores y el pueblo por acabar con la herencia franquista, ligando la pelea por justicia por los asesinados y desaparecidos a las huelgas y movilizaciones contra el ajuste y la opresión nacional.

Nahuel Moreno y la lucha contra el fascismo



El dirigente trotskista argentino en su trabajo “Revoluciones del siglo XX” abordó el debate sobre cómo enfrentar a la contrarrevolución burguesa imperialista y tomó el ejemplo de la Guerra Civil Española: “La aparición del fascismo, primero como partido o movimiento y después, cuando triunfa, como un régimen político contrarrevolucionario, le plantea al marxismo dos graves problemas políticos que se pueden sintetizar en uno solo: ¿cómo enfrentar al fascismo como partido cuando lucha por llegar al poder, y como régimen cuando ya llegó a él? […] La Guerra Civil Española fue la máxima expresión de esa lucha para impedir el triunfo franquista, aunque las direcciones de las masas no la encararon con un criterio marxista revolucionario. Esas direcciones (los burgueses republicanos, con el Partido Socialista y el estalinista) quisieron circunscribir la lucha solo al enfrentamiento entre el régimen democrático burgués y el fascista. Y eso dentro de los cánones de la burguesía, respetando la propiedad privada y apoyándose en la policía y el ejército burgueses. Los marxistas revolucionarios, en cambio, planteábamos que era indispensable derrotar al fascismo a través de la unidad de todos los que estuvieran dispuestos a pelear contra él. Pero, al mismo tiempo, por la movilización del movimiento obrero y de masas, liquidar a los terratenientes y a la burguesía, poniendo bajo control de los trabajadores al aparato productivo, cambiando el carácter de clase del Estado. Esta sería la única forma de lograr una adhesión cada día mayor de los obreros y campesinos a la lucha contra el franquismo. Decíamos, en síntesis, que había que transformar la lucha en defensa del régimen burgués democrático en una lucha permanente por el socialismo.