Sobre el fallido golpe del 30 de abril

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Venezuela Sobre el fallido golpe del 30 de abrilEscribe Luis Covas

1. Al cierre de esta edición estaría confirmado que el intento del golpe de la derecha encabezado por Juan Guaidó y Leopoldo López, y alentado por Donald Trump, fracasó pero la crisis política de Venezuela no se ha cerrado.



2. La intentona de golpe vuelve a fracasar porque Guaidó y el bloque político de la vieja derecha patronal proyanqui no logró un apoyo sustancial de la alta oficialidad de las Fuerzas Armadas Bolivarianas. Decimos vuelve a fracasar porque Guaidó lleva tres meses intentando y no lo ha logrado. Tampoco logró que la convocatoria a movilizar el 30 se masificara. Evidenciando cierto desgaste en sus convocatorias. También el componente de las movilizaciones, aunque mantiene cierta masividad, es predominantemente de clase media. Esta vez no lograron que se sumaran los barrios populares que fueron base social chavista y que rompieron con Maduro. Aunque aún mantiene simpatía y expectativa también en esas franjas.

3. Si bien Guaidó aún no logra una fractura importante entre los militares con mando de tropa, es evidente que esta vez logró la adhesión de un alto militar como el general Manuel Ricardo Figuera, que era el director del Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN) y por esa vía se sumaron sectores de la Guardia Nacional Bolivariana que eran custodios de Leopoldo López en su prisión domiciliaria. Figuera envió una carta diciendo que “llegó la hora de buscar otras formas de hacer política” […] “no todo es culpa del imperio norteamericano”. Esta ruptura militar, aunque sigue siendo menor, indica que existe una crisis al interior de los militares que viene sosteniendo a Maduro.

4. Los hechos del 30 también mostraron la debilidad política del imperialismo. Los voceros de Trump, John Bolton y Mike Pompeo, salieron a avalar la intentona golpista que fracasó. Pero al mismo tiempo anunciaban supuestas “negociaciones” con el general Vladimir Padrino López y otros jerarcas del gobierno de Maduro. Ni triunfó el golpe ni sus supuestas negociaciones. Ante su fracaso volvieron a amenazar con una posible intervención militar aunque, hasta ahora, no les resulta fácil lograr consenso político en los gobiernos patronales de la región.

5. El régimen cívico militar de Maduro logró sostenerse de este intento fallido de golpe. Pero hay signos claros de que la crisis política no está superada. La liberación de López y la adhesión a Guaidó, por primera vez, de un alto general del ejército fue una gran muestra de debilidad de Maduro. Esto se evidencia en varias cosas. Primero en que durante la jornada del 30 Maduro tardó casi quince horas en aparecer en público. Lo hizo sentado en un escritorio y por cadena nacional. Esta vez no hizo un acto público aunque habían convocado a su gente a movilizarse al Palacio de Miraflores. Se corrieron todo tipo de rumores. Recién al otro día, el 1° de mayo, Maduro pudo hacer un acto. Segundo, la crisis interna se evidencia en que no han podido salir a una operación masiva de detención de los golpistas, y en especial de Guaidó, que seguía en libertad al cierre de esta edición.

6. La crisis política no se ha cerrado. Cualquier cosa puede ocurrir en Venezuela. Hay una situación de estancamiento. Es evidente que la no definición favorece al sostenimiento del régimen hambreador de Maduro. Que por ahora se sostiene con el apoyo del alto mando militar cuyos centenares de generales y almirantes son socios de todos los negociados de la llamada “boliburguesía” asociada a las multinacionales del petróleo. Nuevos escenarios de intento de golpe, como nuevas formas de injerencia imperialista, como de cambios dentro del régimen se pueden producir.

7. La debilidad del proceso es la no irrupción de una movilización de las masas independiente y la ausencia de una dirección socialista revolucionaria. Por ahora, la debacle política y social del chavismo, bajo el gobierno de Maduro, la viene canalizando la derecha proyanqui. Equivocadamente amplias franjas de trabajadores y sectores populares mantienen una expectativa en Guaidó. Desde la UIT-CI apostamos a la movilización obrera y popular independiente de Maduro y de la derecha para producir el cambio de fondo que necesita el pueblo trabajador de Venezuela (ver declaración del PSL)

1/5/19