El viaje de Alberto Fernández a México

(Tiempo estimado: 3 - 6 minutos)

el viaje de alberto fernandez a mexicoEscribe Gabriel Massa

Alberto Fernández viajó a México a entrevistarse con el presidente de ese país, Andrés Manuel López Obrador, conocido como AMLO, a quien los medios internacionales califican de “izquierdista”. Alberto busca ser ubicado como un “progresista”, impulsando el “Grupo de Puebla”, opuesto a los derechistas Macri y Piñera o al ultraderechista Bolsonaro de Brasil.

La visita de Alberto Fernández a México tuvo un objetivo explícito: mostrar un cambio con respecto a los alineamientos internacionales que priorizó Mauricio Macri durante su mandato. Quiere dar a entender que en vez de priorizar a Trump, Piñera, Bolsonaro o a otros gobiernos latinoamericanos de la denominada “derecha neoliberal” como el presidente colombiano Iván Duque Márquez, se ubica en un nuevo polo “progresista” encabezado por el presidente mexicano. Buscaría así hacer equilibrio entre el llamado polo “bolivariano”, hoy desprestigiado por la debacle del gobierno del dictador Maduro, y los gobiernos más abiertamente proimperialistas de la región. Ello se expresaría en el llamado “Grupo de Puebla”, que próximamente se reunirá en la Argentina (ver recuadro).

¿Se trata realmente de inaugurar un nuevo bloque “progresista” o con alguna independencia respecto del imperialismo yanqui? Nada de eso. Para responder esto, empecemos analizando la trayectoria del anfitrión de Fernández desde que está en el gobierno. La realidad es que López Obrador, más allá de su discurso se ha alineado con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en puntos fundamentales de su política. AMLO firmó sin chistar el nuevo pacto de libre comercio que exigió el presidente yanqui entre México, Estados Unidos y Canadá; levantó un verdadero muro en la frontera entre México y Guatemala para impedir el paso de inmigrantes centroamericanos hacia Estados Unidos y, como una muestra más de su apoyo a los intereses de las multinacionales yanquis, reprimió a los obreros de General Motors en México que intentaban apoyar a los obreros de la misma empresa que estaban en huelga en los Estados Unidos.

La verdad es que la reunión de Fernández con AMLO se limitó a acuerdos de buenos negocios entre las multinacionales de los dos países. Completamente fuera de agenda estuvo cualquier tipo de mención a la rebelión que en estos mismos días recorre al pueblo chileno o al ajuste que se intentó llevar adelante en Ecuador y fue derrotado en las calles.

No cabe la menor duda que, al igual que López Obrador, Alberto Fernández está dispuesto a acordar en lo fundamental con Trump y el FMI. En su conferencia de prensa en México dijo categóricamente que aspira “a tener un vínculo muy bueno con Estados Unidos”, que tuvo “una muy buena charla con Trump” y valoró “su buena disposición a ayudar a la Argentina” en su relación con el Fondo. Fernández, a su regreso a Buenos Aires, aseguró que apenas asuma viajará a entrevistarse con Trump en los Estados Unidos y a negociar inversiones para Vaca Muerta en Houston.

En síntesis, más allá de los gestos (como la invitación a recorrer los murales de Diego Rivera en el palacio presidencial del distrito federal o de la visita al museo de Frida Khalo), la política exterior de Alberto Fernández seguirá los intereses del imperialismo yanqui y las multinacionales con intereses en la región. Ya el kirchnerismo en sus doce años de gobierno fue socio de Repsol, luego de Chevron, y las ganancias de la Barrick, automotrices imperialistas, bancos y usureros de la deuda.

Los gobiernos pseudo progresistas de la región nunca tocaron los pilares capitalistas en cada país, ni con la Unasur u otras variantes tomaron ninguna medida antiimperialista, sino que fueron correa de transmisión de las ganancias capitalistas en Latinoamérica. Solo dejando de pagar la deuda, rompiendo con el FMI, impulsando un frente de países deudores latinoamericanos, nacionalizando la banca y el comercio exterior y expropiando a las multinacionales, se podrá liberar a nuestros países de los dictados del imperialismo, como lo proponemos desde la verdadera izquierda, no con las medias tintas del doble discurso.


¿Qué es el “Grupo de Puebla”?

Tanto Alberto Fernández como Lopez Obrador se reconocen como parte del llamado Grupo de Puebla, que se reunirá entre el 8 y el 10 de noviembre en Buenos Aires. Para definirlo tomemos lo que dice su fundador, el dirigente centroizquierdista chileno Marco Enríquez Ominami: “un encuentro que busca pensar y unir al progresismo regional, producir consensos regionales y articular políticamente al progresismo”. Este “progresismo” se caracteriza por su rechazo de palabra al “neo-liberalismo”, encarnado en Macri, Iván Duque Márquez y Piñera. Nacido en julio de este año, está integrado por alrededor de 30 políticos latinoamericanos. El carácter del grupo está dado por quienes lo conforman: Dilma Roussef, ex presidenta de Brasil; Rafael Correa, ex presidente de Ecuador; Fernando Lugo, ex presidente del Paraguay; José Mujica, ex presidente de Uruguay y el ex mandatario español José Luis Rodríguez Zapatero, entre otros. En todos los casos se trata de ex gobernantes que llegaron al poder a caballo de partidos progresistas o centroizquierdistas, con gran apoyo popular y que se destacaron por gobernar “moderadamente”, es decir, sin generar ningún roce importante con el imperialismo, el FMI o el establishment local o internacional. En varios casos fueron los ejecutores de planes de ajuste que terminaron provocando su posterior derrota electoral. Ni una palabra, por supuesto, de enfrentamiento o siquiera denuncia al FMI y sus planes de ajuste.


reunion con slim y otros multimillonarios mexicanosReunión con Slim y otros multimillonarios mexicanos

En su estadía en México, Alberto Fernández se hizo tiempo para una reunión privada con Carlos Slim, uno de los mayores multimillonarios del mundo. Con 64.000 millones de dólares, es el hombre más rico de América Latina y el quinto en el mundo. Es el accionista mayoritario del grupo Carso que controla Telmex y American Móvil (Claro, Tracfone Wireless y Telcel), la mayor empresa de telecomunicaciones del mundo, con más de 262 millones de usuarios. También tiene intereses en sectores de la construcción, bienes de consumo, minería e inmobiliario, además de un 17 % de participación en el periódico The New York Times.

Posteriormente, se organizó una cena en la que también estuvo Slim, a la que asistió “la crema” del empresariado mexicano, entre ellas todos los dueños de las multinacionales que actúan en la Argentina. Estuvieron presentes Armando Garza Sada, titular del Grupo Alfa, Máximo Vedoya, el hombre de Paolo Rocca en México, de Ternium (grupo Techint), Daniel Servitje de Bimbo y David Martínez, financiero que tiene fuertes inversiones en el país sudamericano por su rol accionario en Telecom. También asistieron ejecutivos de Femsa, la empresa embotelladora mexicana dueña de Coca-Cola en la Argentina, de Cemex y otras empresas. Alberto Fernández les garantizó a todos ellos la continuidad y ampliación de sus negocios y ganancias en nuestro país. Claudio Funes