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La carne y todos los productos aumentan
¿Cuándo aumentan los salarios?
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Moyano y Kirchner se reunieron esta semana |
La carne ya dejó de ser un alimento habitual para transformarse en un artículo de lujo. No es para menos. Millones de personas tienen que trabajar jornadas extenuantes para llegar a comprar diariamente sólo algunos pocos gramos, si pueden. Pero no sólo la carne aumenta. Siguen subiendo todos los precios, en especial de los artículos de primera necesidad. Lo que implica que los sectores de menores recursos deben destinar para comprar alimentos y bebidas un 80% de sus ingresos.
Mientras tanto, el gobierno, en vez de otorgar un aumento de emergencia para que millones puedan acceder a los alimentos básicos, está preocupado en que no haya medidas de fuerza en Semana Santa. Lo mismo opina Héctor Méndez, jefe de la UIA. “Es sumamente preocupante el pedido de algunos gremios”, señaló. Caradura. Justo cuando la actividad industrial creció ocupando menos personal; es decir que las ganancias patronales son producto de una mayor superexplotación de los trabajadores.
Pero en buena hora que muchos trabajadores hagan oídos sordos a los mensajes de las patronales y el gobierno. Los trabajadores de Subterráneos de Capital acaban de lograr en la paritaria un aumento importante. El básico inicial total del conductor se fue a $3.105 (35,3% de aumento), y el del boletero a $1.986 (42,9%) (ver pág. 9). Que esas cifras alcancen y superen el valor de la canasta familiar calculada en $1.800, como mínimo, es un aliciente para todos los que están luchando y se disponen a discutir salario en las paritarias en curso.
Pero esto no se logró “dialogando” con el gobierno. Sino como consecuencia de paros, protestas y movilizaciones permanentes de esos trabajadores conducidos por cuerpos de delegados combativos.
Si el mínimo no imponible subió y ahora casi medio millón de trabajadores ya no paga el Impuesto a las Ganancias es por la heroica lucha de los petroleros de Las Heras que pusieron el tema en la agenda nacional. Si Kirchner, para apuntalar al nuevo gobernador de Santa Cruz, otorgó con fondos nacionales un 30% para los estatales, fue también como consecuencia de la lucha de los estatales y municipales, que junto a los petroleros y docentes vienen luchando desde hace meses, años diríamos.
Salir a luchar y reclamar es la tarea de la hora. Porque el modelo económico de Kirchner “no derrama” para los de abajo. Su burbujeante espuma sólo hace cosquillas en el paladar de los de arriba. Por eso la brecha entre pobres y ricos es más grande hoy que en los ’90. ¿Por qué, si hay menos desocupación que en esos años? Muy fácil. Porque el poder de compra -es decir, el salario real- es en la actualidad mucho menor que entonces. Lo que significa que tener empleo en este país no es garantía para salir de la pobreza. Una prueba contundente: el 45% de los asalariados (4,8 millones de trabajadores) está en negro, percibiendo menos que la canasta para salir de la pobreza. Entran allí gran parte de los estatales y jubilados que Kirchner, en el presupuesto que está en curso, les congeló sus ingresos para poder cumplir al contado y en dólares con los pagos totales de la deuda externa al FMI.
Si consideramos que a su vez cada aumento arrancado desde abajo es comido rápidamente por la inflación, la lucha por lograr de mínimo un salario digno se ha transformado en la tarea más importante de la hora.
A todo esto, la CGT, con Hugo Moyano a la cabeza, ha sido convocada por el presidente para que “interceda ante los gremios para descomprimir la situación” (Clarín, 28-03). Moyano rápidamente contestó: “Siempre hemos intercedido ante ellos porque tenemos relación, y en más de una oportunidad hemos transmitido algunos mensajes del gobierno”. Su adjunto, José Luis Lingieri, ya actuó como vocero del gobierno ante la suba parcial del mínimo no imponible: “A lo largo de 2006 habrá una serie de medidas laborales y salariales del gobierno que mejorarán sustancialmente la situación de la gente” (Clarín, 17-3). Mientras tanto, las 62 Organizaciones se reunieron para bregar por la unidad del peronismo y “apoyar en estas circunstancias al presidente Néstor Kirchner”. ¿Algo más alejado de las necesidades populares?
El reclamo de la CGT se ha reducido a que se convoque al Consejo del Salario Mínimo antes del confederal de esa central fijado para el próximo 6 de abril. Y a no mover un dedo por las luchas en curso.
Para ganarle a la inflación y lograr salarios dignos hace falta seguir el ejemplo de los trabajadores del subte, los docentes de Neuquén, los aeronáuticos, que amenazan con volver a parar si no les solucionan sus problemas salariales. Son miles y miles los trabajadores que en paritarias exigen que se suban sus ingresos. Hay que pronunciarse para que las mismas no tengan techo y un piso mínimo de $1.800 para todos los trabajadores. La CGT -al igual que la CTA que esta semana tiene un congreso en Mar del Plata- deben abandonar la tregua con el gobierno y debatir con sus bases un plan de lucha nacional.
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