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Escribe:
Miguel Lamas
Francia
Nueva huelga general
Este martes 4 de abril se realizó la segunda gran huelga general de 24 horas y la quinta manifestación masiva contra el CPE (contrato de primer empleo). Manifestaron alrededor de 3 millones de personas, según informaron los sindicatos. El presidente Chirac anunció cambios en la ley. Podría renunciar el primer ministro De Villepin.
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Marcha en París, 4/4/06 |
El movimiento unificó a la juventud estudiantil universitaria, secundaria y a jóvenes desocupados de los barrios pobres, con la clase obrera industrial y los trabajadores públicos. Se compara por su magnitud con el histórico Mayo de 1968. Y, como hace 38 años, está cuestionado todo el régimen de democracia para los ricos y el propio sistema capitalista.
Por eso el gobierno derechista tambalea y tartamudea. El presidente Chirac aprobó la ley, pero insólitamente dijo, al mismo tiempo, que no se aplicaría y se discutiría de vuelta en el Congreso. Semejante mamarracho legal, sin ningún antecedente, trata de confundir a estudiantes y trabajadores que exigen la derogación lisa y llana del CPE.
Los burócratas sindicales de la CGT (del Partido Comunista francés), de FO (del Partido Socialista) y de la CFDT, se vieron empujados por el contagio de la gran combatividad juvenil y la bronca de toda la clase trabajadora. Fueron las asambleas de 500 delegados electos por 80 universidades, representando asambleas de base de centenares de miles de estudiantes, las que primero votaron la exigencia de huelga. Fueron ellos los que votaron bloquear estaciones de trenes y aeropuertos y llevaron su protesta a todos los rincones de Francia, acompañados por los estudiantes secundarios y por miles de jóvenes desocupados de los suburbios. Ochenta universidades y 600 colegios secundarios están ocupados y en huelga desde hace tres semanas. Fue la asamblea general de delegados de las universidades la que reclamó la huelga general indefinida hasta que retiren la ley o se vaya el gobierno. Sólo las organizaciones de izquierda que se reivindican trotskistas como la LCR, Lutte Ouvriere, La Commune (organización de la UIT-CI), apoyaron esta idea. Pero la CGT y demás direcciones sindicales, como el PC y el PS, se han negado a convocar la huelga por tiempo indefinido. En principio, se negaban incluso a convocar a las huelgas de 24 horas. Sólo habían hecho un plan de una manifestación al mes. Pero desbordados por la explosión del movimiento estudiantil, tuvieron que convocar a dos huelgas generales y dos manifestaciones enormes con sólo una semana de diferencia.
El NO a la Constitución y la rebelión de los suburbios
El año pasado hubo dos grandes hechos que mostraron la tremenda rebelión social que se incubaba. El primero fue en el referéndum del 29 de mayo, con el que se pretendía aprobar la Constitución Europea. Tanto los partidos de derecha gobernantes, como el Partido Socialista, llamaron a votar por el SI. Pero para sorpresa y horror de los sostenes del régimen, ganó el NO por paliza. Este triunfo del NO trepó hasta el 80% en los barrios obreros y pobres. Los trabajadores comprendieron que bajo el envoltorio vistoso de la Constitución Europea venía escondida precisamente la flexibilización laboral y otros ataques ideados por los líderes capitalistas de Europa.
El otro hecho monumental fue la rebelión de los jóvenes de los suburbios que en forma totalmente anárquica, sin ninguna conducción ni un programa claro, salieron a quemar autos y a enfrentar a la policía en el mes de noviembre.
¿Negociación o continuar el movimiento?
El presidente Chirac se vio obligado a devolver la ley al Congreso. Esto es ya un triunfo parcial del movimiento. Pero lo que pretende el presidente es salvar su cabeza y ganar tiempo para volver a meter la ley con cambios menores. A pesar de que, según todos los sondeos de opinión, la población no se engaña y sigue pidiendo la derogación del CPE, la maniobra de Chirac puede tener su efecto sobre los dirigentes de la CGT y de las otras centrales que ya dijeron que estarían dispuestos a negociar. De esa forma quieren confundir y frenar el gigantesco movimiento social que se ha puesto en pie. En vez de profundizar el plan de lucha, ahora que tienen al gobierno contra las cuerdas, hablan de negociar. La idea de los dirigentes del PC y del PS es obtener algún beneficio para las elecciones del año próximo. “Quedar bien” y a la vez sostener al gobierno y al régimen. El PS ya ha gobernado, en muchos momentos con apoyo del PC, y también hizo un gobierno neoliberal aunque ahora critique a De Villepin y Chirac.
Indudablemente que se producirá un debate entre los estudiantes y trabajadores. No todos van a aceptar la posición negociadora de la burocracia del PC y del PS sin que el gobierno retire el CPE. Cada día es más necesaria una nueva conducción sindical y política dispuesta a enfrentar hasta el final al plan capitalista neoliberal, al gobierno y al régimen que lo sostienen, hasta lograr una salida obrera y popular a esta crisis.
La batalla emprendida por los trabajadores y estudiantes de Francia tendrá enorme repercusión mundial.
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