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No al pacto de Kirchner y la CGTKirchner acaba de pactar el techo salarial del 19% con la CGT y “los gordos”. Ese pacto intenta disciplinar las luchas, evitar desbordes y cuidar las ganancias de las patronales. Vuelven al escenario figuras repudiables como Cavalieri, Barrionuevo, Andrés Rodríguez y Gerardo Martínez. También es un pacto de apoyo al presidente para el 2007. Todos sus actores irán al acto kirchnerista el 25 de mayo. Hace falta “otro pacto” de los luchadores y la izquierda.
Se cumplió la directiva de Kirchner. Ningún dirigente sindical, sea de la CGT o de ‘‘los gordos”, se salió del techo salarial del 19% que se pagará en cómodas cuotas. Quedan para arreglar la UOM, SMATA y la Alimentación, de Rodolfo Daer. La foto de Armando Cavalieri ha vuelto a las primeras planas. Fue iluminado por los flashes junto a Kirchner firmando el acuerdo para los trabajadores de Comercio. El mismo y viejo burócrata millonario que siempre está bronceado porque veranea varios meses al año en fabulosos yates. ¿Cuáles son los objetivos del pacto? Este pacto entre Kirchner y la burocracia sindical es para seguir cuidando las ganancias de los grandes empresarios. El pacto es para que los salarios no le ganen a la inflación. Hablan de la canasta familiar para los días de fiesta. Moyano dijo que nadie puede vivir dignamente con menos de $ 1.800, pero aceptará migajas en las próximas reuniones que se avecinan del Consejo del Salario. El pacto tiende a su vez a evitar que se coordinen los conflictos en un plan de lucha nacional. Por eso, a pesar de las grandes luchas protagonizadas el año pasado (subte, LAFSA, docentes salteños, ferroviarios, telefónicos, aeronáuticos; lo que llevó al diario The Economist de Londres a recordar las 112 huelgas de los trabajadores del transporte en 2005), la CGT no tomó ninguna medida a pesar de que Moyano es referente de los camioneros y Palacios de los choferes de la UTA. Esos dirigentes, junto a “los gordos”, vienen jugando de tapón para que no haya una huelga general desde hace varios años. Si hoy el promedio salarial es de pobreza no es porque no hay luchas, sino porque los trabajadores tienen esa loza burocrática que les impide ir por más. Y si pactan, también es para evitar que surjan nuevos dirigentes combativos. Una prueba es lo que está haciendo la CGT con los trabajadores tercerizados del subte, que se niega a encuadrarlos en el convenio de la UTA, porque serían parte del combativo Cuerpo de Delegados, cosa que traería dolores de cabeza a Palacios, que preside la UTA. Estos pactos entre los gobiernos y la burocracia sindical ya se han hecho en gobiernos anteriores. A pesar de las catorce huelgas generales en los ’80, Alfonsín pactó con Ubaldini y puso a un “gordo” y viejo burócrata de Luz y Fuerza, Alderete, como ministro de Trabajo. Cavalieri, Gerardo Martínez y Barrionuevo, que acaban de acordar con Kirchner, ya lo hicieron anteriormente con Menem en los ’90. Fue la burocracia sindical la que se sentó en la Rosada con De la Rúa y posteriormente aplaudió rabiosamente los discursos populistas de Rodríguez Saá en la efímera semana que fue presidente. Por otro “pacto” con los luchadores y la izquierda Este pacto no es sólo “sindical”, sino también “político”. Todos estos burócratas van a acudir al acto convocado por el gobierno el 25 de mayo en Plaza de Mayo en apoyo directo a la reelección de Kirchner para el 2007. A su vez, Kirchner viene tejiendo acuerdos con intendentes y gobernadores ex menemistas y duhaldistas y piqueteros oficialistas. Desde el MST-El Socialista proponemos “otro pacto” sindical y político. Para apoyar las luchas, a los dirigentes y a las nuevas internas, cuerpos de delegados y seccionales de oposición que las están encabezando. Para bregar por la consulta a la base, ser fanáticos de las asambleas democráticas y limpiar de traiciones al movimiento obrero. Dirigentes que podemos encontrar en los cuerpos de delegados del subte y ferroviarios de TBA; en las seccionales opositoras de Suteba y los petroleros de Las Heras, en Zanón y en tantos otros lugares. Llamamos a apoyarlos, ayudarlos a que coordinen, para impulsar juntos una nueva conducción combativa del movimiento obrero. A su vez, hay que hacer ese mismo pacto en el terreno político. No van más el PJ, la UCR o la centroizquierda. Con la unidad de los luchadores y la izquierda hay que levantar en común un programa de ruptura con todo lo viejo, proponiendo medidas de fondo para resolver la pobreza, desocupación y bajos salarios dejando de pagar la deuda y enfrentando a los grandes empresarios y multinacionales. Herramienta que proponemos impulsar con más unidad entre los luchadores sociales y los partidos de izquierda, como lo vamos a plantear este 1° de Mayo en el acto unitario de Plaza de Mayo y en muchos rincones del país. |
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