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El 1° de Mayo la Plaza fue de los que luchanEl 25 será de “los gordos” y la vieja políticaEste 1º de Mayo la Plaza fue testigo de una jornada de lucha protagonizada por los que vienen enfrentando los bajos salarios, los despidos y la precarización laboral. En una jornada de protesta, propuestas y unidad, estuvieron presentes los nuevos dirigentes combativos del movimiento obrero, acompañados por los partidos de izquierda. Era muy importante dejar sentado que repudiamos el techo salarial del 19% impuesto por un pacto entre Kirchner, las patronales y la CGT a espalda de los trabajadores y que vamos a seguir apoyando a los estatales, trabajadores de la salud y tantos otros que siguen luchando por un salario digno, denunciando el rol claudicante de la CGT y la CTA, que este 1º, por ejemplo, hicieron eventos testimoniales alejados de las necesidades obreras y populares (ver páginas centrales), pactan y se niegan a delinear un plan de lucha nacional.
Mientras tanto, el gobierno de Kirchner está preparando “otra” plaza. No se anima a bautizarla “del sí” para no quedar pegado a la plaza menemista de los ’90. Pero en realidad será la “plaza del sí a Kirchner” y el “sí a su reelección para el 2007”. Para confundir la van a llamar la “Plaza de la esperanza” o la “Plaza de la alegría”. Pero por sus objetivos y composición lo que menos se podrá buscar en ella es precisamente “esperanza o alegría”. El 25 de Mayo el gobierno aprovechará la fecha patria para llevar agua para su molino. Al igual que hará este viernes en Gualeguaychú alineando a su tropa adicta simulando defender los derechos ambientales; ese día tratará de agrupar bajo banderas celestes y blancas todo su “poder” que vino construyendo en estos años para superar el raquítico 20% que sacó en las urnas en 2003. Poder que dista mucho de haber sido construido bajo las leyes de la “nueva política”. Participarán de esa jornada, por ejemplo, los intendentes del conurbano bonaerense, algunos de los cuales hasta hace días militaban en las filas del duhaldismo. También lo harán los gobernadores que hasta no hace mucho eran fervorosos menemistas, junto a los piqueteros oficialistas de la FTV de Luis D’Elía, Barrios de Pie y Patria Libre.
Pero el broche de oro lo pondrán los dirigentes de la vieja burocracia sindical -de “los gordos” y también de la CGT de Moyano-Palacios -, muchos de los cuales estaban guardados esperando tiempos mejores y hoy ven la oportunidad de salir a flote sacándose fotos en la Rosada, firmando acuerdos salariales por debajo de la inflación. Son los Cavalieri, Zanola, Barrionuevo, Gerardo Martínez, Andrés Rodríguez y tantos otros. No mueven un dedo para apoyar las luchas desde hace varios años, no se los vio en casi ninguna movilización, y mientras “su aparato” estuvo guardado en cuidadosos sarcófagos durante años, ahora se los verá garantizando centenares de colectivos para llevar gente el 25 -cuando no pusieron un centavo para apoyar a ningún conflicto o fondo de huelga-. Una actitud directamente repudiable.
¿Plaza de la “esperanza” será la del 25, cuando Kirchner viene de pactar con la CGT un techo salarial para impedir llegar a los dos mil pesos que le hace falta a una familia tipo para vivir dignamente? ¿“Alegría” cuando en la propia Capital Federal, en Villa Soldati y tabntos otros barrios hay miles de familias viviendo en casas de chapa y madera en medio de grandes basurales? ¿Qué “alegría” podrán tener los pobladores de Tartagal inundados porque su gobernador, el ahora kirchnerista Romero, no le construyó los puentes que hubieran evitado esa maldita tragedia? ¿Y los pobladores de Jujuy, que desde hace semanas no tienen agua? ¿“Esperanza” para los jubilados que tienen que escuchar que la economía crece, mientras sus ingresos fueron congelados por orden presidencial? No puede haber esperanza ni alegría con burócratas sindicales traidores y políticos que vinieron implementando ajuste tras ajuste y ahora apoyan los pagos de contado al FMI, mientras la riqueza se sigue distribuyendo para los de arriba, porque para los de abajo lo único que derrama es pobreza y desigualdad social.
No hay que dejarse engañar. El nuevo sindicalismo se expresó el 1º de Mayo, no será así el 25. Por eso no hay que concurrir a esa convocatoria. Hay que sumarse a construir desde abajo una nueva Argentina de la mano de los trabajadores, que son los que generan la riqueza cotidiana. Los jubilados, que merecen un presente y futuro digno y en paz, el mismo que le niega este presidente. De los jóvenes, que son los que más sufren la desocupación de la cual no salen ni siquiera con un título. Los desocupados, a los cuales se les niega trabajo genuino. Y la izquierda, que lucha por los cambios de fondo que Kirchner y su “poder” se niegan a implementar porque siguen gobernando para los de arriba. Si en algo lo hemos convencido, compañero lector, no vaya el 25. Y sigamos construyendo el camino que surcamos este 1º de Mayo en la Argentina y en el mundo. |
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