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Kirchner en la Plaza de Mayo

¿A quién sirve el acto del 25?

El acto del 25, en Plaza de Mayo, viene siendo fríamente planificado por el gobierno. Su intención es aprovechar el significado de la fecha patria para empujar la reelección de Kirchner, sellar el pacto con la CGT y reconciliarse con el viejo PJ. Después de idas y venidas, el propio presidente ha convocado.

Pero como sabe que a menos de diez días el acto no ha generado entusiasmo en la población, lanzará una furibunda campaña los días previos llamando a concurrir, montará un festival con artistas populares, pagará costosas solicitadas y lo transmitirá en vivo y en directo por Canal 7, el canal del Estado.

Sabemos que millones tienen expectativas en el presidente. Llamamos a no dejarse engañar. Ese día no hay que concurrir a Plaza de Mayo ni apoyar la vieja política que allí se va a expresar. Estas son nuestras razones.

 

Detengámonos primero en los convocantes. No se condice con el discurso presidencial, de que está enarbolando una “nueva política”, que el acto haya quedado en manos de gobernadores e intendentes, muchos de los cuales, en los ’90 estuvieron en la Plaza del Sí con Menem.

La CGT y “los gordos”, que aceptaron mansamente el tope salarial del 19%, ahora dan otra muestra de realineamiento con Kirchner llamando a concurrir. La plata que no pusieron para apoyar las luchas a lo largo de estos años, irá ahora para mover el aparato sindical e intentar llevar trabajadores a la Plaza, cuando en este tiempo ni llamaron a una marcha conjunta para unificar los reclamos salariales.

El titular de la UTA, Juan Manuel Palacios, junto al secretario de Transporte, Ricardo Jaime, son los encargados de negociar para que haya subtes y colectivos gratis, incluso de larga distancia, para traer las delegaciones que preparan gobernadores e intendentes del interior. Barrionuevo, Cavalieri, Zanola serán otros de los impulsores.

 

¿Dónde quedó la tan mentada “vieja política” que el gobierno iba a combatir? Cuando se le preguntó al ministro Aníbal Fernández por qué el Frente para la Victoria se volvía a aliar con viejos políticos, señaló: “Hay que usar herramientas viejas para fabricar lo nuevo”. Eso puede ocurrir con la industria metalúrgica, donde hierros viejos se funden y sirven para otra cosa. Pero en política, lo viejo es lo viejo. El kirchnerismo lo justifica así para aliarse con políticos corruptos que apoyaron la entrega del país años anteriores.

José María Díaz Bancalari, hombre del riñón duhaldista, quien acompañara a “Chiche” enfrentando con uñas y dientes a la pareja presidencial en las elecciones pasadas, hoy se ha pasado fervorosamente a las filas kirchneristas. Es quien propuso hacer de la Plaza, este 25, “una fiesta cívica de argentinidad”, llamando a transformarla “de plaza de la protesta y de la bronca, como es hoy, en plaza de la esperanza”. ¿Esperanza con Barrionuevo, ex gobernadores e intendentes duhaldistas y menemistas y viejos burócratas sindicales? Más que esperanza, lo que se encontrará en esa plaza son nuevas frustraciones.

 

La segunda razón a tener en cuenta es sobre los objetivos del acto del 25. Dicen que Kirchner haría ese día algunos anuncios. ¿Anunciará, por ejemplo, un aumento de salarios y jubilaciones igual a la canasta familiar? ¿Dirá que en apoyo a Bolivia, acá en la Argentina se expulsa a Repsol y se reestatiza YPF para recuperar el control del petróleo y el gas? ¿Se declarará, en un nuevo aniversario del primer gobierno patrio, que la Argentina suspende los pagos de la deuda externa para invertir en trabajo, salud y educación? No. Podrá haber otros anuncios, pero serán los acostumbrados discursos presidenciales para posar de combativo ante los enemigos del pueblo, para seguir gobernando a favor de ellos. No es casual que a pesar de un inmenso crecimiento económico sigan la pobreza, la desocupación y la peor desigualdad social de la historia. Precisamente porque los que más vienen ganando con el modelo económico de Kirchner son el FMI, que cobró de contado, y grandes firmas y banqueros, encabezando el ranking Repsol YPF, Telefónica, Telecom, Metrogas, Techint, Perez Companc, Arcor, Siderar, Acíndar, Minetti, Macro, entre tantos otros.

 

Llamamos a abrir este debate en los lugares de trabajo, estudio o barrio, para desentrañar los objetivos del acto del 25. Por nuestra parte, planteamos que no hay que concurrir. Y aprovechar esa fecha patria para seguir luchando por los problemas más sentidos: contra el flagelo de la inflación, por aumento digno de salarios y jubilaciones; repudio al pacto de Kirchner y la CGT; por un modelo económico que reestatice las privatizadas para recuperar el petróleo, los ferrocarriles, las empresas de agua y electricidad, llamando a un frente de países latinoamericanos para suspender el pago de la deuda, expulsar a las petroleras y multinacionales, en el camino de una segunda y definitiva independencia nacional y continental.

Tarea que sólo pueden encarar los luchadores y la izquierda construyendo una nueva herramienta política opuesta a la de los viejos políticos y burócratas sindicales que irán el 25. Tarea en la que seguimos empeñados desde el MST-El Socialista.


Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.

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