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Socialista es una publicación de Izquierda Socialista
Escribe:
Miguel Lamas
Bolivia marca el camino en Latinoamérica
“Estamos recuperando lo que corresponde al pueblo”
La nacionalización parcial del gas y el petróleo en Bolivia sigue teniendo inmensas repercusiones en América latina. Mientras las multinacionales y el gobierno imperialista español pusieron el grito en el cielo, y los gobiernos de Lula y Kirchner actúan como sus mandaderos para “ablandar” a Evo, entre las clases trabajadoras hay un gran sentimiento de solidaridad con el pueblo boliviano.
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Obreros pintan viñeta en la planta petrolera de Senkata. Bolivia |
Esta semana, el gobierno de Evo Morales intimó, con un plazo de 72 horas, a los bancos BBVA y grupo suizo Zürich, administradores de fondos de pensión (AFJP), que tienen parte de las acciones de las empresas petroleras, para que las entreguen al Estado. Esas acciones se las dieron de regalo gobiernos neoliberales en la década del ’90. ¡Los bancos pretenden que los indemnicen por devolver las acciones!
“No hay nada que indemnizar”
“No hay nada que indemnizar, no estamos expropiando a nadie, sólo estamos recuperando lo que corresponde al pueblo de Bolivia”, respondió Morales. Muy justas palabras, que habría que extender a todo el negocio petrolero en Bolivia.
Las privatizaciones fueron un robo en todos lados. ¡Pero en Bolivia batieron el récord! Las trasnacionales que operan en ese país reportan uno de los más altos índices de ganancia en la industria petrolera mundial al haber recibido sin mayores inversiones los gigantescos pozos y campos desarrollados por el Estado, pagando impuestos casi simbólicos.
Repsol y Amoco, que se adueñaron de la ex empresa estatal boliviana YPFB, presentan los costos unitarios de producción y de exploración de hidrocarburos más bajos entre 200 empresas analizadas a nivel mundial. El costo promedio para la producción de un barril equivalente de petróleo es de 5.6 dólares a nivel mundial, pero en Bolivia se reduce, en el caso de Repsol, a sólo un dólar, y en el de Amoco a 0.97 dólar, según consigna la publicación internacional Global Upstream Performance Review 2003.
Petrobras, empresa que es sólo en un 35% del Estado brasileño y el resto de multinacionales, se queda con la parte del león, controla el 45% de los yacimientos y el 18% del producto bruto total de Bolivia. Y paga el gas “a precio de banana”, como dicen en Brasil.
Durante años, estas empresas se llevaron miles de millones de dólares multiplicando por diez sus inversiones. Y encima, sus contratos eran truchos, ya que no habían sido aprobados por el Congreso. Por eso, la nacionalización fue el reclamo central de las insurrecciones del pueblo boliviano del 2003 y del 2005.
Fuerza para seguir adelante
Ese es el motivo por el cual hay un enorme apoyo popular al paso que dio Evo Morales nacionalizando parcialmente, estableciendo el control del 51% de las acciones y de la comercialización. Y por eso también hay debate y críticas. Sectores de izquierda y de luchadores sociales, como la COB y algunas Juntas Vecinales de El Alto, entre otras organizaciones, dicen que es insuficiente por no ser una nacionalización que confisque los bienes, equipos y yacimientos de las multinacionales, expulsándolas definitivamente de Bolivia.
Evo Morales y su gobierno aspiran a llegar a un acuerdo con las multinacionales y los grandes empresarios. Dice que quiere que “sean socios”, y recientemente afirmó: “Es verdad, en el pasado yo estaba contra las oligarquías, pero reconozco que fue un error porque necesitamos empresarios” (presidente Evo Morales, acto de conmemoración de los 116 años de la creación de la Cámara de Comercio).
Pero en la medida que Evo no retroceda en su afirmación de que va a lograr el 82% del ingreso petrolero, estos acuerdos son difíciles e inestables. En realidad, el propio decreto de Evo es ambiguo y sólo establece este 82% hasta los nuevos contratos.
Además, estas multinacionales inevitablemente van a hacer trampa, como hicieron siempre, para imponer una tajada mucho mayor a su favor. Y el pueblo boliviano, donde 2 de cada 3 son pobres, necesita con urgencia terminar con el saqueo y ha demostrado con creces que tiene la fuerza para movilizarse e imponer sus demandas ¡No hay cooperación posible con el imperialismo y los saqueadores! ¡Sobra fuerza para confiscarles todo!
El otro conflicto que se viene es el de la reforma agraria anunciada por el gobierno, y tan necesaria para el campesinado boliviano que tiene solo el 13% de la tierra cultivable del país contra el 87% en manos de los oligarcas. Ya hubo ocupaciones de tierras en el 2003.
Todos los pueblos latinoamericanos tenemos que levantarnos en defensa de las medidas contra las multinacionales tomadas por Bolivia, en apoyo a la lucha del pueblo boliviano por recuperar sus recursos naturales y por la tierra, reclamando la nacionalización total de los hidrocarburos en toda América latina y la expulsión de las multinacionales.
Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.
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