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Escuelas sin calefacción. Hospitales sin personalEscuelas sin luz, agua ni calefacción. Hospitales que no pueden operar por falta de personal. Estas noticias mostraron en estos días la otra Argentina, la más profunda, la que con Kirchner y a pesar del crecimiento económico, sigue en crisis.
Hospitales que no pueden cumplir su función de curar. Agustín, de 2 años, no se pudo operar del corazón en el Hospital de Niños, en plena Capital. ¿Porque no había donantes? No. ¿Porque el personal hacía paros salvajes que lo impedían? No. ¡Porque no había personal! Sí. Lea bien y regístrelo para siempre. Escuelas cerradas por emergencia donde no hubo clases. ¿Porque los padres no mandaban los chicos a la escuela? No. ¿Porque no había voluntad de los docentes? No. Porque no tienen calefacción, muchas están sin puertas y con los vidrios rotos. Otras sin agua, luz o con baños inundados. Sí. Lea bien y regístrelo. ¿Sabe por qué? Porque desde el gobierno, sus ministros y la comparsa de gobernadores e intendentes afines, vienen haciendo campaña diciendo que esto ocurre por culpa de los docentes, enfermeros y médicos. Recuerde cuando el ministro Ginés tildó de “terroristas sanitarios” a los trabajadores del Garraham. O cuando los gobernadores intentan enfrentar a los padres con los docentes, señalando a éstos como culpables de que se pierden días de clase. Ahora se deschavaron. Son ellos los responsables de que las escuelas y los hospitales sean de kartón. Los trabajadores de la salud y educación, a pesar de sus magros salarios y condiciones de trabajo extenuantes, son los que con amor enseñan y curan todos los días. Son los gobiernos de turno los que han desmantelado la educación y salud públicas abriéndolas como negocios para empresarios que trafican con lo que debe ser un derecho y obligación inalienable del Estado. Que la plata vaya a las escuelas y hospitales La semana pasada decíamos que la “torta” del país se la llevan el FMI, los grandes empresarios y banqueros. Que a los trabajadores, y a la salud y educación públicas, no les queda casi nada. Esa es la sencilla explicación de por qué los hospitales no tienen suficiente personal - obligando a trabajar jornadas explotadoras al existente-, o en las escuelas no se puede dar clases porque “no podemos estudiar congelados”, como señalan los alumnos. Y en esto no se distinguen provincias gobernadas por el PJ, la UCR o la centroderecha. Neuquén, con Sobisch, arrancó el año con una lucha docente exigiendo solución edilicia para más de cien escuelas. Mendoza, gobernada por el radical Julio Cobos, a quien Kirchner intenta seducir para que sea su vice en el 2007, acaba de reprimir a alumnos secundarios que reclamaban calefacción para aulas con temperaturas casi de cero grado. En el conurbano, con el ahora kirchnerista Solá, hay 3.500 establecimientos educativos con problemas edilicios. En Capital, la de Telerman e Ibarra, hay alumnos que toman clases en contenedores. En el Hospital de Niños no se opera porque el quirófano no está apto y falta personal. Por eso se lucha acá y en el mundo. Hoy los secundarios chilenos son el ejemplo, como hace poco lo fueron los estudiantes franceses. Hay paro médico en Uruguay, dando muestras que en todos lados se sale a defender la salud y la educación. El Garrahan fue un ejemplo en su momento. Y los docentes, otro tanto cuando reclaman a lo largo y ancho del país. Hay que salir y coordinar el reclamo en defensa de la salud y educación públicas. ¡Plata para escuelas y hospitales, no para subsidiar empresarios! ¡Plata para nuestros alumnos y enfermos, no para los de arriba! ¡Plata para salud y educación, no para la deuda! Kirchner y los gobernadores, en vez de seguir en campaña electoral, deberían atender de inmediato estos urgentes reclamos. Esa debe ser nuestra exigencia. |
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