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Vergonzosa elección del vicerrector en la UBA“Una libertad menos, una vergüenza más”Aníbal Franco fue electo vicerrector de la universidad en medio de una sesión escandalosa. Avanza el proyecto de “los alterinistas sin Alterini”. Es la vuelta a pleno de los negociados de Shuberoff a la UBA. Sigue abierta la lucha por la democratización. “Hoy la Argentina tiene una vergüenza menos y una libertad más”, decía el Manifiesto Liminar de la Reforma de 1918. Después de ver al consejo superior, máximo organismo de la universidad, realizar una votación trucha, abiertamente ilegal, en medio de un cuarto intermedio que “sorpresivamente” se transformó en reunión secreta cuando nadie había definido que lo fuera, y lo peor, “votando” (es una “manera de decir”) en quince segundos un vicerrector (la versión taquigráfica escrita “después” dice que la reunión duró dos minutos), deberíamos “arreglar” la frase y decir: “Hoy la universidad tiene una libertad menos y una vergüenza más”. El repudio que la candidatura de Alterini generó en la sociedad, junto con la firme actitud de la FUBA que impidió varias sesiones de la Asamblea Universitaria, terminó por quebrar al bloque que insistía en colocar al ex funcionario de la dictadura como rector. Pero ahora se hace más patente que nunca la irrepresentatividad de los actuales órganos de gobierno: esta asamblea y este consejo superior son los resultados de un estatuto donde la representación por claustros define que la inmensa mayoría de los docentes no voten, que la representación estudiantil es testimonial, que el claustro de graduados es una masa de maniobra clientelar de las camarillas y que los no docentes no tienen representación. En estos órganos el viejo “equipo” shuberoffista, que quería votar a Alterini, sigue teniendo mayoría. Por eso imponen a Franco con el objetivo de avanzar rápidamente en la elección de un rector que “reparta” entre ellos las secretarías, léase los negocios de la universidad. Desconocer a Franco y avanzar en la democratización No hay salida a esta situación sin democratizar primero el gobierno de la UBA. La presión estudiantil generó que se creara una comisión para estudiar la reforma de los estatutos. Pero “estudiar” qué hacer, e incluso debatirlo, sólo tiene sentido si se produce efectivamente la reforma y constitución de los nuevos órganos previamente a la elección del rector. De lo contrario, será la rueda sin fin de un rector alterini- shuberoffista que, una vez en el poder, trabará toda posibilidad de democratización que afecte a sus camarillas, para que todo siga igual. En la UBA hay distintas visiones acerca de cómo se debe continuar. Pero hay un punto que une a todos los que vimos escandalizados la forma de elección de Franco: desconocer esa votación y movilizarnos para defender nuestra universidad. Queremos una UBA autónoma, cogobernada democráticamente por los reales miembros de su comunidad (lo que implica mayoría estudiantil, claustro único docente, disolución del claustro de graduados y representación de los no docentes) y con un rector que surja del voto directo de sus miembros y no de la trenza de las camarillas. Pero, por sobre todo, gratuita, con ingreso irrestricto, con profesores que cobren sueldos dignos, con docentes y alumnos que tengan reales posibilidades de enseñar, aprender e investigar, una UBA, en síntesis, al servicio de la clase trabajadora y el pueblo. |
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