|
|||
|
|||
Compartir esta nota en
|
|||
|
ChileRebelión estudiantilLos estudiantes secundarios están revolucionando Chile. En las últimas semanas han protagonizado las más grandes movilizaciones desde 1973. Enfrentaron a los ultrarrepresivos carabineros, tomaron colegios, sacaron a la huelga a sus profesores y lograron el apoyo popular con cacerolazos. Este lunes hicieron un paro nacional con un millón de huelguistas secundarios y universitarios. Enfrentan la política del gobierno de Bachelet y los pilares del régimen heredado del pinochetismo. Piden educación gratuita e igualitaria. Un ejemplo a imitar.
La primera reacción del gobierno fueron los palos. Hubo centenares de presos y golpeados por ‘‘entorpecer el tráfico’’. Pero los pibes no arrugaron. Chicos de 14, 15, 16 y 17 años enfrentaban a los carabineros y empezaron a tomar sus colegios. Primero fueron cinco, después diez, luego cincuenta... ¡Finalmente fueron tomados centenares! Este lunes pararon todos los colegios del país, con un millón de huelguistas. Ganaron el apoyo de docentes y padres, que en muchos casos fueron a acompañarlos en las tomas. También más de cien organizaciones sociales y de trabajadores se sumaron, entre ellos, los portuarios. Reclamo “pingüino” A los secundarios chilenos los llaman pingüinos por el uniforme azul y blanco que les hacen usar. Es una nueva generación que está dando qué hablar. Empezaron pidiendo boleto gratis y que no les cobren por dar el examen de ingreso a la universidad. Sí, leyó bien: no solamente tienen que dar un examen superlimitacionista, sino que además les cobran 38 dólares. La mitad de los cursantes en escuelas públicas no aprueban el examen. En cambio, de las escuelas privadas aprueba el 91%. Con eso logran que sólo el 5% de los chicos de las escuelas públicas -“municipalizadas”- lleguen a la universidad. Los diarios, el gobierno y la opo sición de derecha los calumniaron por ‘‘revoltosos’’. Pero ellos siguieron ganando fuerza y apoyo social. Se organizan en la ACES (Asamblea Coordinadora de Escuelas Secundarias), con más de cien escuelas, que día a día aumentan el número. Eligen cuatro delegados por escuela, con mandato revocable por la asamblea de base, quienes deben llevar las decisiones votadas a la asamblea de delegados. Por Internet circula la información diaria, se conocen propuestas, resoluciones y convocatorias. El 30 pararon todos los colegios del país y este lunes también. Después de la brutal represión de los carabineros, el repudio popular obligó a la presidenta Bachelet a destituir al jefe de ese cuerpo represivo. Algo insólito para esa fuerza, acostumbrada desde tiempos de Pinochet a apalear impunemente al pueblo. El sábado convocaron a una reunión a la que asistieron más de cien organizaciones sociales, sindicales y políticas, que expresaron su adhesión al movimiento y abrieron una discusión sobre cómo debe ser la educación. Empezaron a levantar la exigencia pública de derogación de la LOCE, ley de educación (ver nota). Se plegaron decenas de colegios privados caros, hasta el que va la hija de la propia presidenta Bachelet. El miércoles pasado se agrandaron. Se reunieron 25 delegados con el gobierno y le dieron tres días de plazo para responder positivamente o convocaban a un paro general con docentes y trabajadores. Bachelet dijo que no actuaba bajo presión. Pero cuando vio que iba en serio, salió rapidito a responder. Ofreció becas y pases libres para el 60% más pobre. También aumentó las partidas para almuerzos escolares. Una evidente concesión a la movilización. Después de siete horas de asamblea los delegados dijeron que no estaban conformes. Que exigen gratuidad total de boletos y exámenes y derogación de la LOCE. Confirmaron el llamado al paro para este lunes. No fue paro general, pero prácticamente paró todo el sistema educativo. Centenares de miles de personas cumplieron las consignas que lanzaron los estudiantes de hacer cacerolazos y bocinazos a las 19. El Senado anunció que se va a iniciar la discusión legislativa sobre la LOCE. Un triunfo parcial y una enseñanza a todo el país: el gobierno de la Concertación no tiene nada de "socialista" y sí mucho de patronal y autoritario, pero movilizándose se pueden imponer las demandas populares. Ahora la lucha sigue por derogar la LOCE. Chile se incorpora de lleno al proceso revolucionario que vive Latinoamérica. Y con una demanda que está pendiente en todos nuestros países. En particular en la Argentina: revertir el desastre educativo que hizo el neoliberalismo, imponer una enseñanza realmente gratuita, estatal e igualitaria, para que los hijos de los trabajadores puedan acceder a todos los niveles educativos. Para lograrlo, hay que seguir el ejemplo de los secundarios chilenos, enfrentar a los gobiernos y a los planes imperialistas, junto a los docentes, padres, toda la comunidad educativa, junto al pueblo trabajador. |
||
|
|||
Izquierda Socialista en Internet: |
|||