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¿No era que nos liberamos del FMI?Con el pago de contado de casi 10.000 millones de dólares al FMI, Kirchner dijo que el país ganó independencia económica, tenemos autonomía y a ese organismo no le rendimos más cuentas. No es cierto. Por decisión del presidente la Argentina sigue afiliada al FMI, que sigue revisando nuestra economía. En estos días hay una delegación de ese organismo observando balances del Banco Nación y el Banco Central monitoreando nuestra economía y teniendo a Miceli y a todos sus funcionarios a disposición. Derecho que se le niega a cualquiera de nuestro pueblo. Un comunicado del FMI agradeció “la cooperación recibida, la hospitalidad y la alta calidad del diálogo”. (Clarín, 10/6). Con esa información luego distribuye sus consejos y recetas al Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo (BID), banqueros privados, inversionistas y a los gobiernos imperialistas. ¡El FMI y sus socios siguen siendo los tutores de nuestra economía! Aquí están las pruebas. El Banco Mundial acaba de anunciar préstamos al país por 3.300 millones de dólares, reclamando a cambio que se atienda a los tenedores de bonos por 20.000 millones de dólares que quedaron fuera del canje de la deuda, apurar la renegociación de todos los contratos con las privatizadas, iniciar reformas estructurales y dar seguridad jurídica y clima para los inversores... ¡Lo mismo que viene exigiendo el FMI! Lo dejó claro el director francés del Banco Mundial cuando dijo: “El Banco Mundial debe tener en cuenta la revisión de la economía argentina que está realizando actualmente el FMI en Buenos Aires”. Más claro, imposible. A su vez, la Argentina sigue pagando la deuda de contado y con emisión de bonos -que ascienden a 2.500 millones de dólares en lo que va del año-, que se ajustan por inflación. Además, “el gobierno reconocería todo el capital e intereses de la deuda que mantiene con el Club de París, que suma casi 6.000 millones de dólares...”, cuyos acreedores son algunos gobiernos de Europa, Estados Unidos y Japón. Para ellos no se habla de quita. Se les pagará todo. Tanta es la desesperación, que si no fuera por el Mundial el gobierno ya hubiera comenzado la gira para concretar el pago cuanto antes. No habrá más independencia pagando. Porque aunque paguemos, la deuda sigue siendo impagable y quienes nos siguen prestando exigen las mismas recetas que antes enarbolaba el FMI. Miceli le pidió a sus funcionarios “honestidad intelectual”, que reconozcan sus errores. Una utopía reaccionaria que devela los límites de la política “nacional y popular” del gobierno. No hay medias tintas. O pagamos y seguimos siendo dependientes. O nos liberamos suspendiendo los pagos. ¡Que Kirchner no siga metiendo el verso! |
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